❝ｉｎ ｙｏｕｒ ｂｏｄｙ❞ | мιηggυк [ƒαηƒιᴄ]

ㅡCAPÍTULO XIXㅡ

Cuatro semanas después...

ㅡAigoo, joven JiMin ¿Qué está haciendo? Debió de haberme llamado a mi. -Pegué un gran salto de susto al escuchar la voz de la señora Min a mis espaldas, tuve que dejar de lado las frutas que estaba cortando para verla, ella era una de las criadas más antiguas de la casa, por lo que ya era muy mayor, me había hecho amigo de ella, de hecho, yo la veía como si fuera mi abuela, era muy cariñosa conmigo. Gracias a ella pude saber algo de la madre de JiMin durante ese tiempo. Según ella la Señora Park era una mujer hermosa, jovial y siempre fue amable con los del servicio. El padre de JiMin tampoco lucía tan mal tipo, Me sigo preguntando de dónde JiMin sacó su  malhumor.

ㅡSeñora Min, ya le dije que me diga JiMin. Omita el "joven", porfavor. Me hace sentir un desconocido y... duele- Ella se rió por las expresiones exageradas de dolor que estaba haciendo al poner una de mis manos al corazón.

ㅡDe acuerdo JiMin-Ah. Pero deja eso que puedes lastimarte, para eso está la servidumbre.-Suspiré haciendo un ligero puchero. No me agradaba cuando mencionaba eso de: la servidumbre. Ella se acercó a mi con ademanes de querer quitarme el cuchillo, yo de inmediato elevé el cuchillo hacia arriba para que no me lo quitara. Ella era muy bajita lo que la hacía tan adorable.

ㅡNo, deja que yo lo hago. -Me opuse,
y ella se rió.

ㅡAy JiMinnie, cuánto extrañaba tus sonrisas.- Cerré un poco los ojos al sentir sus manos acariciandome las mejillas, se sentían bien sus muestras de afecto.

ㅡYa lo sé, pero ahora ve a dormir, ya es algo tarde.-Ella asintió con la cabeza y antes de irse me volvió a acariciar la mejilla derecha. Era de noche, probablemente las nueve o diez. Estaba hablando con TaeHyung hace unos minutos, por mensajes obviamente, y me dió algo de hambre así que bajé a la cocina por algo que comer.

Había pasado casi un mes desde que las tontas peleas con JiMin cesaron... al menos un poco. Llegamos a un acuerdo extraño, debíamos hablar con el otro de cualquier inquietud o problema. Y JiMin siempre tenía quejas en contra cuando llamaba a esas "reuniones".

No seas amable con los empleados.

No ayudes en la cocina.

Aprende a vestirte adecuadamente.

Deja de sonreír tanto que me aparecerán arrugas.

Eres muy descuidado.

Bueno, en lo último si estaba de acuerdo con él, el otro día casi fui atropellado, todo por mensajear con TaeHyung. Y... Ayer, si ayer, perdí mi celular en la fiesta de Tiffany. Fiesta que por cierto fue muy aburrida, al menos para mí.

JiMin tuvo la razón al decirme "Créeme, querrás salir de ahí apenas pongas un pie". Sólo eran un montón de niños ricos que presumian sus cosas, lo caras que eran, su gran tamaño y valor. Al parecer a uno de ellos le hacía falta un celular barato a su colección lujosa, por eso tomaron el mío. ¡Bola de pijos, roba celulares!

JiMin se rió de mí, según él lucía como si me hubieran quitado el alma y creo que estaba en lo cierto. Por eso estuve toda la mañana caminando como un alma en pena, hasta que JiMin me compró un celular nuevo, vale, a veces si era alguien realmente agradable, lamentablemente esos a veces, sólo ocurrían una vez al mes.

Me apoyé sobre el lavaplatos para ver por la ventana, la vista lucía increible, el agua de la piscina lucía brillante gracias a la luz de la luna, parecía una escena de película, JiMin era afortunado al tener tantos lujos, aunque no entendía por qué no era feliz, cualquier muchacho o muchacha sería feliz al tener todo lo que él poseía. Quizás si era cierto que el dinero no compraba la felicidad. Cuando era más pequeño soñaba con tener todo eso, vivir en una gran mansión con mi madre, TaeYeon y cuando lograba ver a mi padre caminar de regreso a nosotros... TaeHyung me despertaba de un golpe. No podía culparlo del todo porque me dormía en medio de clases.