❝ｉｎ ｙｏｕｒ ｂｏｄｙ❞ | мιηggυк [ƒαηƒιᴄ]

ㅡCAPÍTULO XLIㅡ

POV JUNGKOOK

Cada paso que daba me resultaba una tortura, sentía que en cualquier momento me iba a tropezar con mis propios pies, todo daba vueltas en mi cabeza y veía borroso. Tuve que detenerme un momento y me apoyé en una de las paredes para no caer, por más que golpeaba mi rostro para reaccionar no funcionaba, y lo peor de todo, mi boca apestaba a alcohol, tenía la garganta seca y amarga, mi ropa tenía ese abominable olor a alcohol impregnado por cada una de sus fibras.

Definitivamente no volveré a beber.

Caminé por un largo pasillo aún sosteniéndome de las paredes hasta que llegué al filo de las gradas, miré alrededor una vez más para serciorarme si no estaba equivocado, y lamentablemente no, estaba en la casa de JiMin, en Busan.

ㅡTe dije que no ya quería venir aquí.-Mascullé en voz baja y descendí por los escalones uno por uno mas lento que una tortuga, era eso o rodar por las gradas. Debo admitir que desperté aterrado al verme en una cama un tanto desconocida pero me calmé al ver varias fotografías de la madre de JiMin en ella, y finalmente darme cuenta que era su habitación. Aunque no recordaba como llegué ahí o cómo siquiera salí del pequeño local en el que estaba bebiendo la noche anterior.

Recuerdo que comíamos teokbokki, luego JiMin se fue molesto porque yo le golpeé la mano, después yo fui a beber con el señor ChanSung y sus amigos, hasta ahí lo rocordaba, pero nada más... ¿Cuándo regresó JiMin?

ㅡ¡Ahh, maldita sea!.-Oí claramente como algo -de cristal- se hizo trizas en alguna parte de la casa seguido de una maldición de JiMin. Por lo que me apresuré en ir rápidamente hacia dicho lugar, mala idea, mala. Los mareos me hicieron recordar la resaca y tuve que disminuir mi velocidad e ir a un paso más tranquilo y lento.

Apenas llegué a la cocina me apoyé en el marco de la puerta casi abrazándolo, sacudí mi cabeza un poco y busqué a JiMin con la mirada, no fue nada difícil encontrarle, se encontraba enfrente del trastero con una escobilla en la mano izquierda y en la derecha un pequeño recogedor tirando los pedazos de un cristal blanco. Un plato, había roto un plato. Ignorando su cara de fastido total  miré la estufa, algo se cocinaba ahí, luego miré el mezón y habían cáscaras y pedazos de verduras esparcidos por todo lado.

ㅡVeo que ya despertaste.-Me sobresalté un poco al oírle y bajé la cabeza apenado por lo de ayer, no sabía que decirle exactamente. ¿Un "gracias"? ¿Un "disculpa"?.-¿Te vas a quedar todo el día ahí parado?.-Me aferré aún mas a la pared completamente temeroso por esa mirada de molestia de JiMin, no sabía dónde meterme o dónde ir, saldría corriendo, pero lo más seguro era que cayera al segundo paso.-¿No vas a decir nada?

Finge demencia.

ㅡ¡Buenos días!.-Levanté la cabeza y le saludé como siempre lo hacía, con una enorme sonrisa en el rostro que casi se me borra al ver su cara de "¿Enserio?".-¿P-por qué me miras así?.-Y otra vez esa mirada de incredulidad. No pierdas la calma.- ¿Qué pasó?

ㅡ"¿Qué pasó?" Eso te pregunto yo a ti. ¿Acaso no recuerdas lo que pasó ayer?.-Negué con la cabeza un par de veces. No mentía, no lograba recordar mucho. JiMin abrió la boca dispuesto a gritarme pero se detuvo al oír el ruido de la tetera hirviendo, fue a apagarla primero. Salvado por la tetera.-Prácticamente me echaste de ese lugar para ir a beber con unos  desconocidos, no conforme con ello bebes hasta perder la conciencia ignorando lo peligroso y tonto que puede ser eso. ¿Qué crees que estaría haciendo tu madre ahora si esos tipos hubieran resultado ser unos criminales y te hubieran secuestrado? ¿Eh? Creí que tu familia te importaba, pero veo que no es...