QUÉDATE A MI LADO 💞💞💞(Completa)

19.

La espera la estaba volviendo loca, ya habían pasado dos días desde que había llevado el códice a Miroku, Aome paseaba de un lado al otro esperando su llamada, había estudiado un poco los restos pero no había encontrado nada que le diera una sola pista sobre aquien habían pertenecido.
Sango se había vuelto su sombra, a donde quiera que iba la azabache la castaña insistía en acompañarla a donde quiera que fuera, Aome ya le había dicho que no era necesario pero aún así ella seguía insistiendo.

— ¿Aún no ha hablado Miroku? — preguntó la castaña al ver la impaciencia de su amiga.

Aome negó con la cabeza — No, dijo que le diera solamente dos días, y ya son los días.

— ¡Ese imbécil! — dijo Sango enojada — ¡Le pido un favor y no hace nada bien! Sabes qué, si no habla en treinta minutos voy a ir a buscarlo.

— Te acompaño — dijo la azabache — Necesito saber que dice en ese códice.

Estaban a punto de tomar sus bolsas cuando tocaron a la puerta de la casa, ambas mujeres se miraron sorprendidas pero, fue la azabache quien caminó hacia la entrada para abrir la puerta.

— Estábamos a punto de ir a buscarte a tu oficina — dijo Aome con una enorme sonrisa en su rostro — ¿Sabes lo que dice el códice?

Miroku sonrió con satisfacción, le había llevado dos días traducir el amoxtli pero había valido la pena. — Por supuesto, no podía fallarle nuevamente a Sango, de hecho ¿Ella está aquí? — preguntó Miroku intentando ver hacia el interior de la casa.

— Si, si pasa, ella está ansiosa de verte — dijo Aome, obviamente no le diría que Sango lo llamó imbécil.

Caminaron hacia el interior de la casa, Miroku se veía emocionado por volver a ver a Sango y Aome estaba emocionada por saber lo que Miroku había investigado.

— ¡Date prisa Aome! — gritó Sango — ¡Tenemos que ir a ver a ese imbe…! — la castaña no terminó su oración ya que el imbécil estaba frente a ella — Oh… Miroku que bueno…que bueno que llegaste…estábamos a punto de ir…

Aome miró el nerviosismo de su amiga, aunque Sango no quisiera admitirlo ella seguía sintiendo algo por Miroku.

— Pensé llamarlas por teléfono pero, lo que descubrí me tiene muy intrigado, y creo que ustedes pueden aclarar todas mis dudas — dijo Miroku con algunon documentos en sus manos.

— Te explicaremos lo que quieras, solamente permíteme traer un poco de café — dijo Aome mientras caminas a la cocina, ella deseaba que su amiga se lograra reconciliar con Miroku.

— Dime, ¿Investigaste las muestras que te dí?— preguntó Sango en cuanto estuvieron solos.

— Si, lo hice — respondió Miroku sacando unas hojas de una mochila — pero el resultado fue muy extraño — dijo con el ceño fruncido.

— Ah si ¿Por qué lo dices? — cuestionó Sango mientras revisaba las hojas que Miroku le había entregado.

— Las dos muestras de ADN coinciden perfectamente, pero eso no debería ser posible ya que tienen cientos de años de diferencia, el hueso y los cabellos que me diste puedo decir que pertenecen a la misma persona, ahora lo que yo quiero que me expliques ¿Como puede ser eso posible?

Sango sonrió obviamente ella no diría nada, esa solamente era decisión de su amiga.

En ese monto Aome entró con una bandeja, Sango y Miroku actuaron como si no hubieran hablado nada, la castaña se sentía un poco culpable de ocultarle información a su amiga, pero aún no era el momento adecuado, por otro lado Miroku lamentaba la interrupción de la azabache.