8.

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— ¡¿Que pasó?! — gritó Sesshumaru.

— Señor — dijo Kikio haciendo una reverencia — la impresión fue demasiado para ella.

— ¡Dijiste que ella era tu aprendiz! — la reprendió Sesshumaru.

— Lo es, es solo que...que era su primer sacrificio — respondió Kikio tartamudeando, la presencia de Sesshumaru la ponía nerviosa.

Aome había estado observando el sacrificio la impresión fue demasiada, la sangre y toda la escena le provocaron náuseas y no pudo más, se desvaneció frente toda la audiencia. Las personas rápidamente se apresuraron a auxiliarla, desde los ayudantes hasta el mismo Señor.
Fue llevada en brazos hasta el interior del palacio principal, había pasado una hora y la azabache aún no recuperaba la consciencia, las personas que se encontraban reunidas estaban preocupadas.

Sesshumaru llamó a Bankotsu uno de sus más fieles ayudantes, necesitaba irse, pero quería mantenerse informado sobre la salud de la azabache; le preocupaba que ella no tuviera madera de sacerdotisa.

— ¿Y el señor Sesshumaru? — preguntó Kikio al ver que el peliplata se retiraba rápidamente, lo había notado molesto y un poco distraído lo que era poco habitual en el.

— Tiene cosas importantes que hacer — respondió Bankotsu solo obedeciendo lo que Sesshumaru había dicho — dijo que le dijera que primero se asegurara de que ella tenía lo necesario para ser sacerdotisa, el no puede estar perdiendo el tiempo con jóvenes tan débiles.

Kikio no se sorprendió con la respuesta de Bankotsu, conocía perfectamente al Señor Sesshumaru siempre había sido directo, había formado un gran imperio gracias a su carácter, el sabía perfectamente cuando debía ser blando con las personas y cuando debía ser duro con las mismas. Siempre había sido sincero y era conocido por hablar con la verdad.

— Dígale al Señor que no se preocupe, hablaré con mi aprendiz — respondió Kikio — fue el primer sacrificio dónde participó estoy segura que la próxima vez no ocurrirá lo mismo.

— El… el piensa que soy débil.

Ambos se voltearon a ver a la azabache, tenía poco tiempo que había despertado pero no había dicho nada solamente escuchaba atentamente todo lo que decían de ella, sentía coraje hacía ella misma por haber sido tan débil frente a tantas personas, se sentía mal por haber defraudado a Kikio que solamente había sido amable con ella, pero sobretodo sentía un extraño sentimiento al escuchar lo que Sesshumaru había dicho de ella, no sabía cómo describirlo, tal vez tristeza, enojo, decepción o las tres cosas.

— El Señor Sesshumaru siempre ha sido muy directo con sus palabras — respondió Kikio — tal vez esperaba que al ser mi aprendiz estuvieras más preparada.

— Creó que es hora de retirarme — dijo Bankotsu mirando fijamente a Aome.

Al salir Bankotsu Kikio caminó hacia la azabache en su mirada no había decepción, tampoco reflejaba ninguna clase de enojo todo lo contrario tenía una mirada tranquila y serena.

— Lamento mucho todo eso, un sacrificio siempre es demasiado fuerte para las personas que no están acostumbradas — dijo Kikio esperando tranquilizar un poco a Aome.

— El…se molestó conmigo — dijo tristemente Aome.

— ¿Quién? ¿Bankotsu? — preguntó Kikio extrañada, era la primera vez que Bankotsu y Aome se miraban, nunca hubiera imaginado que le afectara tanto a la azabache — no te preocupes el es…

— No él no, Sesshumaru — respondió Aome — escuché todo, piensa que soy débil.

— Aome, el solamente pensó que yá estabas preparada — respondió Kikio — además se preocupó mucho por tí, al momento en que te desmayaste el corrió a tu lado, de hecho el fué quien te trajo hasta aquí.

QUÉDATE A MI LADO 💞💞💞(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora