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Los ojos del pelirrojo eran grandes, de un color marrón claro con un ligero color marrón oscuro, los iris resaltaban por tener más pigmentos, haciendo que los ojos del pelirrojo se vieran más profundos y serenos. Kageyama sentía como si estuviera viendo el verano, como si de un momento a otro pudiera sacar el mejor ángulo para una fotografía.

Para Hinata los ojos del azabache eran color azul, un azul como el de un cielo apuntó de anochecer, sus pupilas eran rodeadas por ligeros toques de un verdosos y un celeste que difícilmente podía percatarse, parecía ser como si estuviera viendo una aurora boreal en el azul oscuro del cielo.

—¡Shōyō!—gritó el castaño mientras subía las escaleras—Oh. Kageyama, por un momento pensé que estarías en el restaurante.

—Asahi, me dió el día libre—su semblante parecía serio y esto hacía que Hinata sintiera un escalofrío recorriendo por su espalda baja.

—Lamentó si te causamos molestias—meditó por un momento la situación—Bueno, ya que estamos los tres haré el almuerzo—señaló el piso inferior para que los siguieran.

—Noya, ¿estas seguro que comeremos aquí?. Tengo la impresión de que no saldré vivo—trato de susurrar el pelirrojo.

Sin embargo, fue escuchado por el azabache haciendo que este le diera un ligero golpe con su dedo índice y Nishinoya soltó una pequeña risotada.

—Por lo que veo, se llevan demasiado bien—entraba a la cocina mientras buscaba los huevos.

—¿Qué?, ¿nosotros?—el pelirrojo cruzó mirada con el azabache—La verdad es que me golpeó con la puerta y no lo veo suplicando por piedad.

—Me has dicho "Chico de la mirada asesina" y, es más fácil que tú no salgas de esta casa con vida—le sonrió con sorna.

—Dejen de estar discutiendo y mejor vengan a ayudarme o, los dos se quedarán sin almuerzo—amenazó el castaño haciendo que el pelirrojo y el azabache emprendieran una carrera hacia la cocina.

Para Nishinoya fue un tanto difícil hacer el almuerzo sin que su primo y Kageyama terminaran en "Ajuste de cuentas" por lo que había pasado en el piso superior minutos antes.

—Cambiando de tema—el castaño se sentó junto con sus acompañantes en el comedor—¿No tendrías que ir a la prefectura?—miró al azabache quien le daba un sorbo a su vaso con el contenido de leche.

—Digamos que, se me ha hecho tarde estos días...—desvío la mirada—En realidad no quería ir. A decir verdad quería salir a buscar algún paisaje el cual pueda fotografiar.

—¿Eres fotógrafo?—Hinata lo miró con curiosidad y al mismo tiempo con perspicacia.

—Algo así...

La mañana se la pasaron hablando sobre lo mucho que al azabache le gustaba fotografiar momentos en los cuales solo había un pequeño instante para ser guardados por la cámara.

Hinata y Kageyama complementaban su información a medida que su charla se alargaba, la fotografía y el ser pintor, de alguna manera se complementaban. Hablaban de ángulos, planos y de vistas que pocas personas eran dignas de ver.

Nishinoya los miraba atentamente y a pesar de saber también del tema, decidió que por un momento el departamento dejara de estar en gritos por parte de los jóvenes y se llenara de anécdotas.

                       ~

Kageyama se encontraba nuevamente en su trabajo laborar, el día anterior parecía no haber tenido fin por las charlas con el pelirrojo, a pesar de que su competitividad los llevaba a burlarse del otro y retarlo, no negó que por un momento dejó de pensar en los muchos problemas que merodeaban por sus pensamientos.

—¡Tobio-Chan!—llamó el castaño entrando al restaurante.

—Oikawa, es raro verte por aquí—lo miró mientras le entregaba una orden de algunas de las mesas a su compañero de trabajo.

—En realidad salí a tomar aire y bueno, tu trabajo estaba cerca de donde estaba.., así que vine a verte—presiono sus labios tratando de hacer una sonrisa—Esperaré hasta que termine tu turno—salió del restaurante dirigiéndose a la salida de los edificios departamentales.

Kageyama había comenzado a trabajar en el restaurante de la familia Azumane desde que recién habían inaugurado aquel lugar, el restaurante se encontraba adentro de los edificios departamentales.

El trabajar en el establecimiento hacía que el azabache tuviera ventajas, una de esas ventajas era que podía vivir en esta parte de las residencias. Tenía mucho que agradecerle a Asahi y a su familia, de no ser por aquel trabajo dependería demasiado de sus padres.

O al menos eso pensaba el azabache.

—Ya podemos irnos—habló el azabache quien se quitaba aquel delantal para después doblarlo y guardarlo en su bolso.

—Debiste haberte cambiado de ropa—habló el castaño retomando la caminata hacia su vivienda.

—No quería hacerte esperar. Además, no me desagrada el uniforme—siguió con aquel semblante serio que tanto lo caracterizaba.

—Estas bromeando, ¿cierto?—rió por lo bajo mirando a su acompañante—Tobio-Chan, sigo sin comprender como te gusta traer ese uniforme, no le encuentro la gracia—frunció por un instante al recordar a su progenitora.

—Oikawa...

—Yo sé lo que digo—reprimió sus labios con amargura.

—Oikawa, lo estás haciendo de nuevo—habló refiriéndose a las discusiones que anteriormente comenzaban a ser frecuentes—Me parece que lo que estás haciendo es una falta de respeto para la familia Azumane.

—¿Tan bien se llevan que los prefieres antes que a mi?—habló sarcásticamente mientras miraba mal al azabache.

—Son cosas distintas, Asahi es mi amigo y tú...—miró al castaño replanteándose la pregunta que por mucho tiempo llevaba consigo—Bueno, tú eres Oikawa.

"¿Qué es lo que verdaderamente nos une?" Meditaba Kageyama.

—¿Piensas dejarme?.

—Estoy tratando de decir que, estamos peleando por situaciones estúpidas—quiso desviar el tema al mismo tiempo que posaba su mirada en otro lugar que no fuera el castaño.

—Tobio—miró al azabache de una manera en la cual expresaba temor y al mismo tiempo despreciaba a su acompañante—Si tú me dejarás te quedarías solo...

"Yo me quedaría solo" parecía decir oikawa.

No quería volver a sentir aquella soledad después de que su primer constelación llegó a salvar su oscuridad. Le mostró que también él podía ver las estrellas.

Sin embargo, sus caminos se separaron y tomaron rutas diferentes. Pero a pesar de ello Oikawa lo quería buscar.

Lo buscaría por todas partes y, si es necesario. Viajaría hasta otras galaxias para encontrarlo...

NUESTRA HISTORIA -KAGEHINA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora