Pov. Leo

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Pov Leo:

He de decir que me sentía afortunado, aunque para mí, esa palabra se quedaba corta, porque me sentía mucho mas que eso. Esa mujer, el hueso duro de roer, una de las mas exigentes, poderosas y difíciles de la industria de la moda me había escogido como modelo de la campaña de fragancias para hombres. Sentía que estaba en un sueño.

Espero haber logrado impresionarla o de lo contrario estaré muy decepcionado.

Hoy era la reunión en la empresa de Abigail para ultimar los detalles del anuncio y mi contrato, me sentí un poco agobiado, debía dar una buena impresión.

-Buenos días- salude a mi mejor amiga.

-Buenos días- saludo mientras tomaba un café.

-hoy debo ir a la empresa de Abigail, para ultimar los detalles del contrato, deséame suerte-

-todo saldrá bien, eres muy guapo, de seguro la tendrás comiendo de la palma de tu mano-

-lo que me asusta es que la que me tiene comiendo de su mano es ella- murmure asustando y ella rio.

-esa mujer es intimidante, es decir, has visto lo hermosa que es? –

-eso no me hace sentir mejor-

-tampoco es que sea mi trabajo hacerte sentir bien-

-normalmente ese seria tu trabajo como mi mejor amiga Ana -

-no, no lo creo, mi trabajo es tomarme tu café y velar que no mueras-

-bien, si no tengo tu apoyo me daré ánimos yo solo- ella soltó una carcajada que hizo que la mirara mal – a veces en serio te detesto –

-gajes del oficio querido-ambos reímos y terminamos de desayunar juntos.

Vivir con mi mejor amiga era algo grandioso, sobre todo cuando no había ninguna relacion. Ella no era mi tipo. No era Abigail Owens. Y yo no era el suyo. Porque tampoco era Chris Pratt.

Vivíamos juntos ya que ella era inmigrante y no podía tener su casa propia y debido a que yo si tenia la ciudadanía, estuvimos de acuerdo en que se viniera a vivir conmigo. Nos conocíamos desde peques.

-ya me voy- grite y escuche un ujum mas parecido a un gruñido y salí de la casa, camino a la empresa. Dios, estaba temblando.

-Buenos días-salude a la secretaria de la recepción, que hablaba con otra mujer, ambas se veían guapas y amables -tengo una cita con la señorita Owens, soy el nuevo modelo de la campaña de fragancia masculina- me presente y la chica fuera del escritorio se notaba sorprendida.

-si, Abigail es mi jefa, ven, te guiare a la sala de juntas-

-no me molestaría acompañarlo Lucy, debes tener muchas cosas que hacer, no te preocupes- interrumpió la otra chica y mas bien eso no me pareció un petición con buenas intenciones, mas bien creo que quería algo más. Rogué internamente que dijera que no.

-oh no te preocupes, yo lo llevare, igual Abby esta en una junta en este momento, no debe necesitarme ahora, igual yo iba para allá ahora- la chica le sonrió mas bien sin ningún tipo de entusiasmos y me guio hacia unos pisos mas arriba.

-lamento eso, ambos sabemos que la chica te estaba coqueteando, pero no te sientas incomodo, lo hablare con Abby- más que sorprenderme su comentario, que era cierto, el apodo cariñoso con el que llamaba a Abigail fue lo realmente sorprendente.

-oh esta bien, no es nada- dije amable y ella me miro seria. Bien, al parecer tenía el mismo carácter que su jefa.

-se que no debe molestarte que te coqueteen, pero este será tu ambiente de trabajo ahora y solo para que sepas, Abby es muy estricta con sus empleados-

-tu la llamas por su apodo- me quejé, aunque luego me arrepentí.

-es porque es mi mejor amiga- iba a decir otra cosa, pero las puertas del elevador se habían abierto y ambos bajamos de allí.

-llegamos, pero solo para que sepas, Abigail, es solo la señorita Owens para ti- quise reírme por su gran carácter que contrastaba con su falta de estatura, pero temía que fuera a quedarme sin empleo. O cuello. Y mejor me quede callado. 

-esta bien- ella me miro seria y una vez me senté, salió por la puerta, dejándome ahí solo. Al menos espero que no le diga nada malo sobre mí a Abigail, en serio me estoy esforzando por dar una buena impresión, aunque estoy sospechando que la vida no quiere que la conozca o que lusca bien enfrente de ella. Las personas me estaban torturando.

-Buenos días- saludo mi agente al entrar y yo le sonreí.

-Buenos días-

-nervioso? -

-un poco la verdad-

-no tienes por qué estarlo, de seguro te ira genial- sonreí aun un poco nervioso, pero me relajé cada vez que veía que entraban más personas y Abigail aun no entraba, estaba deseando verla, pero, aun así, debia estar relajado, transmitir confiado. Lo que no estaba haciendo ahora mismo, incluso hasta transpire un poco. Seria un tanto vergonzoso que entrara en estos momentos.

-gracias, es solo que es mi primer gran contrato, he escuchado muy buenas críticas sobre esta empresa- mi agente me miro confundido.

-al menos sabes quien es Abigail Owens ¿no? – yo lo miré como si estuviera loco y asentí.

-quien no abe quien es ella Jackson- este se encogió de hombros, como si fuera lógico y yo volví a prestar atención a la puerta, donde entraban muchas personas y seguía sin Abigail ser una de ellas, pero de pronto entro esa chica bajita que me atendió al llegar, Lucy se llamaba, eso creo.

-la señorita Owens estará con ustedes en un momento, no demora- todos asentimos y hasta ese momento vi que todos en la sala éramos hombres.

Abigail no se demoro por mas tiempo y entro, lucia confiada y extremadamente guapa. No lucia insegura y eso nos hizo encogernos en nuestros asientos a todos, su porte seguro intimidaba hasta el mas seguro de los hombres y a las mujeres, ella lucia tranquila, no se veía temerosa de ser la única mujer en una sala llena de hombres.

-Buenos días caballeros- saludo Abigail entrando por la puerta.

-Buenos días- contestamos todos a coro y ella asintió, antes de sentarse en la silla que encabezaba la mesa.

No podía quita mi mirada sobre ella, me sentía muy atraído por esa mujer frente a nosotros que no paraba de hablar segura y confiada. Intente establecer algún tipo de contacto visual, pero no rindió frutos, así que simplemente mire hacia otro lugar para que ella no se sintiera incomoda.

-bien creo que estamos de acuerdo en que has hecho una selección excelente en cuanto al modelo, así que nos encantaría que te siguieras encargando de los modelos de nuestras campañas próximas además de dejar abierta la posibilidad de una colaboración- hablo Robert, así era como se llamaba el jefe de campaña.

-sería un honor- sonreí y pude sentir como se me escapaba una sonrisa.

-eso significa que la señorita Abigail trabajara con nosotros por el año que dure esta campaña y se encargara de esta en específico? -pregunte intentando ser un poco atrevido y en un intento arriesgado de captar su atención.

-así es Señor Daniels- me confirmo Robert - y no tan solo por un año si no que queremos que dure 5 años nuestro contrato- confirmo Robert.

Ambos hicimos contacto visual y se sintió maravilloso poder tener su atención, aunque solo fuera unos segundos, solo para mí.

The Life of Abby  {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora