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Subí las maletas al auto, iría a ver a Leo en una cafetería cerca del aeropuerto, habíamos acordado vernos antes y Leo me insistió que no se había despedido y deseaba hacerlo y para ser sinceros yo también quería hacerlo por lo que accedí fácilmente a vernos. No soy una persona que le gusta llegar exageradamente temprano a los lugares, tampoco soy tan impuntual pero definitivamente no era alguien que llegaría 3 horas antes al aeropuerto.

Iba manejando mi auto por una avenida bastante concurrida aquí en California y es que este estado se caracteriza por su gran masa de autos, siendo así el tráfico un horror.

Luego de unos 20 minutos había finalmente llegado a la cafetería que me había dicho Leo para que nos juntáramos, Leo estaba en una esquina de la cafetería debido a la distancia me dio tiempo a observarlo como venía vestido, llevaba una camiseta blanca con cuello circular, un abrigo de algodón negro, tenía un par de cadenas color oro, una gorra roja con un logo de una marca de deportes, miraba su celular sonriente lo que me hizo sonreír, no sé qué lo hacía sonreír pero sabía que no hablaba con nadie ya que deslizaba su dedo hacia abajo, supongo que revisaba sus redes sociales. Yo por el contrario llevaba un bodysuit negro de mangas largas y dos finas líneas a los costados verde neón, muy cómodo para las horas de vuelo y lo acompañe con unos zapatos deportivos negros que se sentían como medias y también eran muy cómodos para un viaje tan largo.

-Hola-salude y este levanto su mirada sonriente aún más grande que antes haciéndome sonreí a mí.

-Hola-hablo bajito.

-ya has pedido? -pregunte sentando junto a él.

-aun no, esperaba por ti- dijo sonriendo y haciendo un gesto al mesero para que se acercara a nosotros.

-que desean pedir esta tarde? -pregunto el mesero amablemente.

-yo quiero un capuchino- ordene y el mesero asintió y apunto en su pequeña libreta.

-no quieres algo de comer? el viaje es realmente largo- dijo un Leo con verdadera preocupación lo que me enterneció.

-he comido algo antes de salir, pero gracias por preocuparte- dije sincera y este me sonrió.

-entonces yo invito el postre- hablo y luego pidió- yo quiero un latte y un biscocho grande de chocolate para ambos- orden Leo mirándome y yo le sonreí, una vez el mesero desapareció yo le sonreí y hablé.

-como sabes que me gusta el chocolate? -pregunte sorprendida, pero fingiendo indiferencia sin llegar a ser grosera.

-he notado cuanto café consumes al día y la noche de nuestra cita pediste un postre de chocolate, solo soy observador- dijo y yo sonreí.

-creo que me sorprendo tan fácilmente porque nunca he tenido esa persona que se fije en los detalles- dije con una sonrisa pequeña.

-te molesta que se así? -pregunto y yo negué.

-me gusta eso, que sean detallistas, que se fijen en las pequeñas cosas que ni siquiera yo me fijo- él sonrió asintiendo.

-genial, porque suelo ser muy observador y detallista y las personas suelen confundirlo con acoso- dijo burlonamente haciéndome hacer reír.

-tranquilo, yo entiendo la diferencia- dije riendo y el también.

Los cafés llegaron y con eso el silencio mientras comíamos y bebíamos lo que habíamos pedido.

una vez acabados nuestros cafés pagamos cada uno nuestras cosas y salimos.

-gracias por la invitación, ya debo ir yéndome hacia el aeropuerto- dije y este asintió.

The Life of Abby  {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora