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entonces señorita Owens, nos ha mentido sobre estar bien, como cree que vamos a seguir confiando en usted para llevar este negocio? tiene usted amnesia- hablo el señor Martins y su tono me hacía sentir pequeña.

-tengo amnesia, lo admito, no estuvo bien de mi parte el no decirles, he sabido administrar bien y cuento con la ayuda de Caleb- lo señale y este asintió en respuesta -he omitido esto porque no quería que se dudara de mi capacidad, lo hice mal, lo sé, pero no hay perdidas y mi amnesia no interfiere con los negocios, olvide a las personas, pero aun puedo llevar un negocio-

-no nos interesa su vida personal señorita Owens, pero esto era algo que nos compete a todos- dijo el chico que se parece a el señor Martins.

-solo puedo decirles que lo siento y que hare lo mejor posible, pero enseñarles que no hay perdidas en mi administración- dije firme y ambos me miraron serios, los demás inversionistas se miraron entre sí y fue la única mujer que había quien se levantó de su asiento.

-confiamos en usted señorita Owens, es por eso por lo que esperaremos un informe de presupuesto completo la semana que viene, espero lo tenga listo- la señora tomo su bolso y salió por la puerta, esta vez todos los socios e inversionistas la siguieron y salieron.

Me recosté sobre la mesa de cristal y suspire, Caleb apareció a mi lado y toco mi hombro.

-Lo resolveremos Abby, te doy mi palabra- dijo y yo me volví hacia él y suspiré.

-eso espero Caleb-

-lo harás bien, creo y confió plenamente en ti-

-hay algo más que me preocupa en este momento en realidad- mencione y su rostro se volvió a mirarme interesado -he estado pensando y son muy pocas las personas que saben sobre mi amnesia, alguien le dijo a ese programa de chismes sobre mi amnesia, alguien me ha traicionado Caleb- su rostro se volvió confuso y parecía enojado.

-Abby estas dudando de mi- pregunto y su rostro cambio a uno triste.

-no confió ni en mi sombra Caleb- dije y salí de la sala de conferencias antes de arrepentirme de lo que haya dicho, era una realidad, no confiaba en nadie, alguien había vendido mi secreto y hasta no saber quién fue no podría confiar en nadie.

-me confías tu empresa, pero no confías en mí, interesante contradicción Abigail- me intercepto Caleb en el pasillo de nuestras oficinas, solo estaban nuestros respectivos secretarios, Scott y Marie quienes se fueron cuando me vieron hacer un gesto con la cabeza.

-no quiero que me odies, pero la realidad es que alguien me vendió a la prensa y yo soy alguien nueva, no tengo recuerdos de ti, de mi madre, de Lucy, mi hermano o cualquier persona que haya amado en el pasado Caleb, y aunque quiera confiar en todos y recordar no puedo- me confesé y Caleb seguía con rostro dolido.

-te puedo dar mi palabra de que yo no fui Abby- dijo ya en un tono demasiado bajo para ser escuchado por alguien más que nosotros dos.

-lo se Caleb, pero hasta no saber la verdad, todos nuestros acercamientos serás estrictamente laborales- su rostro me miro y sus ojos estaban rojos.

-permíteme demostrarte que yo no he sido Abby- yo asentí.

Entre en mi oficina y me senté en mi escritorio tomando un largo respiro, sonó mi celular y atendí la llamada rápidamente.

-Hola- conteste.

-Abby escucha no he sido yo- hablo un hombre. Era Leo.

-no quiero escuchar más excusas- dije e iba a colgar cuando escuche algo que me intereso.

The Life of Abby  {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora