Estaba saliendo de una de las terapias que el medico había recomendado para mí, por la amnesia.
Los recuerdos estaban regresando y aunque me había tardado un mes en comenzar a recordar, estaba valiendo la pena, mamá estaba muy feliz y quería viajar a verme pronto, acepte por que la extrañaba y con todo esto de Caleb necesitaba alguien de confianza más que nunca.
En el auto, rumbo a la oficina, escuchando sia me sentí relajada luego de mucho tiempo y además me dio un poco de tiempo para reflexionar sobre un recuerdo que había aparecido desde que sucedió lo de Caleb.
-estas bien Abby? -pregunto Caleb y yo asentí.
-creo que me voy para mi casa, estoy cansada, es todo- dije y este negó.
-Abby yo te llevo- yo negué, quería estar sola.
-Gracias Caleb, pero estoy bien, en serio quiero estar sola- este entendió y me insistió un par de veces más, me ayudo a ir hasta mi auto y se despidió de mi yéndose con Arebella.
En mi mente solo recordaba los buenos momentos que había pasado con Caleb y me repetía una y otra vez que el no pudo haber sido quien retirara el dinero, pero, aun así, las pruebas estaban.
Leo no sabía nada de lo que estaba pasando y volvería a Hungría dentro de unos días para saber quién me había drogado. Lucy en cambio se mantenía en comunicación ya que su madre se encontraba enferma y no podría viajar, además de su embarazo claro.
Entre en el edificio de 3 niveles, mi empresa y subí hasta el tercer nivel donde estaba mi oficina. Nadie había llegado a excepción de mí, así que bebiendo de mi café revise todos los papeles, balances, proyectos y cualquier cosa que me hiciera despejarme y pensar en otra cosa que no fuera Caleb y su transacción bancaria.
La oficina ya estaba llena, todos trabajando en sus respectivos lugares y yo seguía inmersa en todo lo de la empresa, aun no lograba entender porque Caleb quería dejar las cuentas en negativos y seguir trabajando aquí, nada de esto tenía sentido, al menos no hasta que investiguen porque lo hizo. Fue una llamada de Lucy lo que me hizo salir de mi concentración.
-Hola- saludé y pude escuchar una risita del otro lado del teléfono -Hola- repetí.
-Hola Abby, como estas? - sonreí, me agradaba hablar con Lucy, me traía paz y al parecer era la única en la que podía confiar aparte de mi familia.
-bien, aun intentó entender la mitad de las cosas que están sucediendo- me desahogué y me arrepentí al momento, ella no podía estresarse, su embarazo era de alto riesgo.
-oh, lo siento tanto Abby- se escuchaba triste.
-no, no te estreses, solo, quería hablarlo con alguien, estoy bien Lucy- reí delicadamente para que me creyera y al parecer funciono, porque ella rio también -como va todo con el embarazo Lucy? -desvié el tema y la escuche reír feliz.
-todo va genial, aunque el hecho de que mamá este tan enferma me pone triste y si nunca llega a conocer a su nieto o nieta? -
-no pienses en eso, ya mejorara y todo estará bien- la consolé y la escuche suspirar, era un asco intentando consolar a las personas.
-mamá está muy enferma Abby, realmente lo está, no sé qué hacer, la he llevado a muchos médicos y cada uno es más pesimista que el anterior, solo quiero que mamá tenga una vida tranquila, y aceptare si tiene que partir, pero me estresa que nadie quiera ayudarla- ahora se escuchaba enojada y la entendía.
-has intentado en otros lugares fuera de California? hay muchos buenos especialistas en Chicago-
-mamá y yo no podemos salir del país, ella está muy enferma y yo embarazada, así que estamos encerradas en California-
-vaya- no tenía idea de qué demonios decir y me sentía la peor amiga del mundo, ella siempre tenía las palabras correctas para consolarme -en lo que pueda ayudarte sabes que cuentas conmigo-
-está bien Abby, ya estoy resignándome a que mamá tendrá que vivir así, al menos tiene amigas que la procuran y está muy emocionada por lo de mi embarazo, sabe cuánto Stephan y yo lo deseábamos- yo sonreí.
-espero poder viajar pronto a verlas a ambas-
-nosotras también deseamos verte, pero aun tienes asuntos sin resolver allá Abby, mamá y yo podemos esperar-
-no, eres mi mejor amiga y mereces que yo te apoye como lo has hecho conmigo, tan pronto como resuelva lo de la persona que me drogo viajare para verte- ella se escuchaba feliz y yo también lo estaba.
Finalice la llamada con Lucy y seguí trabajando para solucionar los problemas que tendría en la reunión de presupuesto con los inversionistas, debía solucionar todo este problema antes de la próxima reunión y era más estrés que persona ahora mismo.
Tomé mi bolso y salí para almorzar cuando encontré a Caleb entrando en su oficina, se veía un poco desaliñado y aunque había pasado un día, incluso parecía enfermo. Me dolió el corazón cuando lo vi, así que me obligué a seguir caminando hacia mi auto para ir a almorzar, solo había pasado un día y sentí que había pasado una vida, él me había traicionado y aun así, no pude evitar sentir lastima por él. Como dije alguna vez el dolor de los que amo, es también mi dolor.
El simple pensamiento no pudo evitar traer a mi mente recuerdos, cuando conocí a Caleb o cuando vi a Leo por primera vez, ambos eran espaciales de una forma única. Caleb era como un hermano, al que podía aconsejar y recibir consejos. Con Leo era algo distinto, desde el beso cuando se fue no puedo evitar pensar en que tengo sentimientos hacia él, se me acelera la respiración cuando recibo una llamada suya y me emociono cuando me dice extrañarme. Con todo esto en mente conduje hasta el restaurante de comida asiática, a ese dónde Caleb me había llevado y yo traje a Leo.
-mesa para una-hable al mesero que estaba enfrente y este con un asentimiento de cabeza me llevo hasta una mesa al fondo del restaurante, tome asiento y el mesero hizo una pequeña reverencia y se fue. Estaba mirando el menú tranquilamente cuando llegaron a mi recuerdos de la primera cita con Leo, ya podía recordarla, igual que la de Caleb, lo que había sentido era tan diferente como lo que sentía por los dos. Mientras con Leo me sentí emocionada y ansiosa, con Caleb estaba relajada y se sentía familiar.
Las noticias comenzaron y las veía por aburrimiento.
-Aquí tienes-dejo mi plato el mesero y yo sonreí.
-gracias- el asintió, hizo una pequeña reverencia y se fue. Los rollitos de primavera estaban deliciosos, pero no paraban de hacerme recordar a Caleb, él fue quien me enseño que era un rollito de primavera. Por un momento me sentía tranquila, nada de eso estaba sucediendo, Caleb y yo estábamos como antes, los problemas surgían, pero él estaba ahí para ayudarme a encontrar una solución.
-la cuenta por favor-le sonreí amablemente y este se retiró con una reverencia. El almuerzo había terminado y me encontraba pensando de nuevo en todo el lio.
-aquí tiene la cuenta-el chico me tendió la cuenta y yo la tome -quiere una galleta de la fortuna? -
-claro-le sonreí y este se volvió a ir, pero esta vez a buscar la galleta de la fortuna.
-aquí tiene- me tendió la galleta y yo la tomé, le sonreí y le tendí la cuenta, este me agradeció y desapareció. Abrí la galleta y leí el contenido,
Lo que no dejas ir, lo cargas. Lo que cargas, te pesa. Y lo que te pesa, te hunde. Practica el arte de soltar, perdonar y dejar ir.
-Candidman
Sonreí al leer el papelito y lo guardé dentro de mi cartera.
Ya sabía lo que debía hacer.
HOLA! Espero que les este gustando, no olviden votar y comentar que les pareció el cap.
Que parte les gusto mas? Mi parte favorita del capitulo es cuando Abby finalmente se da cuenta que siente algo por Leo.
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The Life of Abby {terminada}
RomansaAbby es una empresaria exitosa de talla grande, tiene su línea de ropa y a pesar de ser hermosa y exitosa no tiene mucha suerte en el amor, siempre concentrada en algo mejor, superarse. Leo es un modelo sumamente guapo que conoce a Abby en una audi...