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Estaba en mi oficina terminando de hacer un papeleo, cuando entro por mi puerta mi secretaria Lucy.

-Abby recuerda que tienes la reunión con los Martíns en unos minutos- yo asentí y dejé a un lado los papeles saliendo con ella por la puerta para dirigirme hacia la sala de conferencia.

Somos una agencia de modelos. Nos contratan para comerciales y otras campañas de publicidad.

La empresa no juzga por color, raza, peso u orientación sexual, por lo que nuestros modelos son bastante diferente y variados. Desde las mujeres de talla grande hasta las de tallas pequeñas, hombres de talla grande y pequeña, todos diferentes, de distinta nacionalidad, color de piel, idiomas, origen, totalmente diversos.

Yo soy una mujer de talla grande, prominentes caderas, cabello negro, tez morena y ojos marrones, vamos, lo normal.

- tienes una reunión con los de marketing para la nueva campaña de publicidad de la fragancia masculina- me recordó Lucy y luego añadió- es a la hora de almuerzo por lo que lo agendé en un restaurante y no pierdas tu hora de almuerzo- dijo y yo le sonreí agradecida.

-que sería de mi sin ti Lucy- dije y ella me sonrió y es que más que una relación secretaría-jefa era una relación de amistad, cariño y respeto la una con la otra.

Seguimos caminando hacia la oficina y esta me leía lo que tenía para hoy en mi agenda.

-buenos días- dije dirigiéndome hacia los Martins, era una empresa familiar dirigida por los patriarcas de la familia y sus hijos. La señora Martins era una guapa señora de entre 50-60 años, tenía un cuerpo muy cuidado y era muy atractiva, su cabello color cobre era lo más que llamaba la atención, rizado y largo, tenía finas facciones que la hacían lucir mucho más joven y siempre iba vestida a la moda. Hoy llevaba un traje color turquesa que iba perfectamente con sus ojos azules como el mar. El señor Martins por otra parte se veía mucho mayor de lo que realmente era, tenía una prominente barriga y ya había perdido completamente calvo, aun así, tenía un bonito rostro, cejas marcadas, labios gruesos y ojos tan verdes que te podrías perder en ellos.

-buenos días, Señorita Abigail, Señorita Lucy- hablo el señor Martins.

la reunión dio comienzo y toda la reunión fue muy amena entre negociaciones y conversaciones. Hace poco que había abierto la empresa y fueron los Martins los primeros que creyeron en mí y me dieron la oportunidad de demostrarle mi capacidad para poder manejar una empresa y poder sacar mi primera linea de ropa.

Una vez terminada la reunión caminé hacia afuera conversando con la matriarca de los Martins y luego me despedí de todos. Finalmente me encamine con Lucy hacia un restaurante cerca de la avenida donde estaba ubicada la empresa. Había ganado, aunque sea unos minutos de ventaja para podernos organizarnos con Lucy.

Llegamos y nos sentamos en una mesa cerca de la entrada del restaurante, este era uno de estilo rustico y acogedor sin dejar de lado el estilo elegante, era de comida italiana y era realmente uno de los mejores que había probado en mi vida.

Llegaron los de marketing, estaban Jackson y David, los chicos con los que solía reunirme por los contratos de los chicos o cuando lanzaba algún diseño nuevo, pero había una chica que no había visto jamás, parecía tímida a pesar de ser una chica hermosa. Tenía el cabello negro azabache y corto, era delgada y mucho más alta que yo, llevaba una falda de ceñida y una camisa de seda negra, junto a unos tacones rojos, era un atuendo simple, pero en ella lucia precioso. Tenía unos ojos marrones tímidos y claros, su sonrisa se veía bastante rígida debido a los nervios y parecía que le temblaban las manos. La primera impresión es que me causo mucha ternura, aun siendo una mujer adulta.

The Life of Abby  {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora