Epilogo

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Había pasado un año desdé que todo había sucedido. Emma y yo habíamos comenzado a intentar conocernos, no estaba siendo fácil, mucho menos para Caden, quien, convencido por su esposa, accedió a darle una oportunidad a Emma. Yo en cambio me sentía mucho mejor haciendo un esfuerzo por conocerla y conocer su historia.

Mi proyecto de amor propio estaba bien, había tenido que pasar por mucho para darme cuentas de lo mucho que me faltaba aprender de mi misma, conocerme.

Lucy había tenido a su bebe y su mamá logro conocer a la hermosa niña que nombraron Amanda en su honor. La madre de Lucy, Amanda, falleció dos días luego del nacimiento y aunque eso dejo devastada a Lucy, la consolaba el hecho de que al menos su madre haya podido conocerla.

-entonces, como va todo por allá? -le pregunte a Caleb. Decidí volver a California y dejar a cargo a Caleb de la empresa en Hungría, este había aceptado gustoso.

-todo va bien Abby, igual que ayer-su tono me hacia saber que estaba bromeando, aun así, me irrite un poco, era mi deber saber como estaba la empresa. Me relajé ya que no quería estar de mal humor hoy y sonreí.

-es mi deber preocuparme Caleb-

-lo se y puedes llamar cuando quieras Abby-comento y me relaje mucho, no quería molestarlo con mis contantes llamadas.

Estaba en la cafeteria cerca de la empresa tomándome un café. La cafeteria era rustica por lo que todo estaba hecho de madera y habían elegido un tono claro así que daba la impresion de ser espaciosa y limpia. Comencé a mirar por el cristal de la cafeteria, había elegido una mesa junto a el cristal para así poder ver quien entraba y salía, además de relajarme mirando todo. Sonreí viendo una pareja cerca de mi mesa, se veía felices y enamorados. Algo en mi se removió un poco, yo era quien había alejado a Leo de mi con mis inseguridades. Sonreí, no necesitaba de nadie, lo mejor ha sido elegir mi propia compañía, y cuando me sienta segura, bueno, elegiré al correcto.

-tan hermosa y sola? -yo reí ante su tono sugerente.

-que? ¿no me harás compañía? -su rostro se ilumino ante mi invitación y se sentó.

-entonces? ¿cómo has estado? -yo sonreí.

-muy bien y tú? -

-hubiera estado mejor- le miré confundida y este sonrió, entonces entendí a que se refería.

-como hubieras estado mejor? -

-contigo- sentí un escalofrió leve y me enderecé mejor en la silla -contigo a mi lado-

-debía aprender a vivir conmigo antes- sonrió y pude ver un atisbo de orgullo en sus ojos.

-siempre te admirare, aun si decides que no estas lista para estar conmigo- sonreí y este añadió -aun-

-tan seguro estas de que serás de mi elección? - su sonrisa se desvaneció un poco y volvió a aparecer aun mas gigante.

-seguro? estoy convencido de que así sera- sonrió - no me hubieras citado aquí hoy de no ser porque tu misma estas segura de que es así- sonreí y lo miré a los ojos y aun podia ver el brillo que veía hace un año, eso me hacia sentir segura, nunca nadie me había hecho sentir así. Segura, amada, deseada, admirada. El amor también se trata de como esa persona te haga verte a ti mismo -además, ¿no tengo competencia o sí? - yo reí y negué, este asintió.

-no tienes competencia, pero siento que mi elección es entre tu y yo- este negó.

-jamás, jamás, te sientas que tienes que elegir entre tu misma y a mi, tu eres una mujer completa y no necesitas que nadie te complete, ni siquiera yo. Puedes estar segura de que alguien que verdaderamente te ama jamás te hara elegir entre tu amor propio y el amor que le puedas tener a otra persona- yo sonreí, segura de que el es el hombre perfecto, no solo era atractivo, si no que todo su interior, sus sentimientos, eran igual de lindos.

-este tiempo que he tenido para pensar me hizo darme cuenta de algo- este me miro expectante -que, gracias a mi tiempo sola además de aprender amarme aun en mis días grises, aprendí a disfrutar de mi propia compañía y creo que estoy lista para disfrutarla con alguien más, gracias-

-no tienes nada que agradecer, soy yo quien tiene que agradecerte por la segunda oportunidad- yo sonreí.

-sobre eso, lamento no dejarte explicarte, hablé con Ana cuando volví a California, me dijo que el día de la cafeteria, el de mi viaje a Paris, ella accedió a darte el divorcio, siempre luchaste por estar a mi lado y mis inseguridades no me dejaban ver mas allá- el sonrió.

-si, ella es mi mejor amiga, es un alivio que haya conseguido a alguien que la haga feliz, se lo merece. Siempre voy a luchar por ti Abigail Owens, siempre te voy a amar aun con tus inseguridades y hare que te ames mas a ti que a cualquier persona en el mundo- yo sonreí y suspiré.

-yo hare lo mismo por ti- el sonrió y me miro.

-eres mi primer amor Abby-

-y tu el mío Leo-

-nos merecemos ambos una segunda oportunidad no? -

-si, así es-

Ambos sonreímos, y ahi mismo, sentados en la cafeteria me di cuenta de algo. Nunca me había enamorado, el sería el primero, el ultimo y el único.

-puedo besarte? -pregunto y yo sonreí.

-no preguntes y hazlo-

Y así con una promesa de una segunda oportunidad, fue como comenzó nuestro viaje por este mundo del amor. Las peleas, las reconciliaciones, las reflexiones y las vivencias solo hicieron todo mejor. El hacía que me amara mas.

Porque todo era mejor así.

Con mucho amor propio y Leo a mi lado.

FIN.

The Life of Abby  {terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora