The Life of Abby {terminada}

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-quiero que seas sincera, mi madre lo sabía? -Emma me miro sin entender y yo me di cuenta de que la pregunta carecía de sentido -mamá sabes que tu existes? - la sonrisa que se formó en sus labios solo me hizo saber lo mucho que dolería su respuestas.

-no, éramos el secreto de tu padre solamente, un secreto no es un secreto si todo el mundo lo sabe Abigail- si antes sudaba de los nervios, ahora de seguro parecía un tomate del coraje -puedes estar segura de que tu madre no sabía nada-escupió lo ultimo con coraje.

-gracias, por abrirme los ojos, al parecer eres la única que no me miente- me levante de la silla donde estaba y la mire una última vez antes de salir -y tu madre? - Emma miro hacia abajo.

-no sobrevivió a la operación- en parte me entristeció, me había causado mucho dolor, pero ella ya había sufrido lo necesario. Y entonces vi una parte de ella que no había visto desde que comenzamos a hablar, la vulnerable, la que estaba cansada de sufrir.

-lo lamento- este me miro y negó.

-no quiero tu pena, ahora que sabes la verdad solo vete- dijo con desagrado y yo asentí, tome mis cosas y salí.

El oficial Michaels me estaba esperando a fuera y tenía los brazos cruzados y entonces me di cuenta de algo, él lo había escuchado todo.

-lo siento- tenía una mueca en sus labios y yo negué.

-es bueno saber la verdad, aunque duela- y sí que dolía, una hermana de la que nadie quería que supiera, vaya forma de conocerla. El oficial Michaels asintió y me acompañó hasta la puerta, donde se despidió de mí y me deseo que me mejorara. Sabía lo de la amnesia también.

Entre en mi auto y di un largo suspiro, tenía unas ganas tremendas de llorar pero no lo haría. No hasta hablar con Caden y Mamá.

Caden.

No fue hasta ese momento que supe que yo sería la responsable de darles la noticia, de decirles que papá no era tan perfecto como recordábamos, en realidad, era un espejismo, porque no era nada de lo que nosotros creíamos que él era. Di un largo suspiro y comencé a manejar hasta mi casa.

Me quede un rato dentro del auto mientras analizaba una forma correcta de decirles, dar malas noticias no era mi fuerte, dudo que alguien tenga la habilidad jamás. Bajé del auto y di un largo respiro.

-buenas noches, mamá-salude, estaba en la cocina y parecía estar preparando algún tipo de postre -que haces mamá? -

-buenas noches, mi amor, estoy haciendo un bizcocho de chocolate para ti, has sido valiente y has ido donde Emma, así que hay que celebrarlo-si supiera lo que tengo que decirles de seguro no habría hecho ningún postre.

-tenemos que hablar- solté y este me miro.

-que te dijo Emma? -pregunto y se veía preocupada.

-es mejor que te sientes- ella asintió y se quitó el delantal que llevaba y se sentó en la mesa enfrente de mí, sentí tantos nervios que tuve que levantarme y sostenerme de la silla -hoy fui a hablar con Emma mamá, me dio sus razones- mamá asintió y no quería decir nada más, pero si no lo hacía, no tenía sentido de lo que estaba hablando -Emma me confeso algo sobre papá- su mirada se tornó desconcertada.

-que tiene que ver esa chica con tu padre? -aunque sonara egoísta, su respuesta me calmo, significa que no sabe.

-mamá- dije y tomé un respiro, el nudo en la garganta me estaba asfixiando -Emma es hija de papá - ya está, lo solté. Mamá abrió los ojos grande y luego soltó una carcajada -mamá no es broma- dije y su cara se tornó furiosa.