Han pasado dos años desde el día en el que fui secuestrado, al menos eso es lo que Shigaraki me dijo.Las cosas no cambiaron aquí, ellos siguen haciendo lo que desean, la única diferencia es yo ya no me resisto.
Mi cuerpo volvió a ser lo que naturalmente era antes de alterarlo cuando empecé a entrenar.
Aprendí por la mala que era peor negarme, mi cuerpo ya no iba a seguir resistiendo como en un comienzo lo hacía por ende preferí dejar de pelear.
A ninguno le parecía importar lo que Shigaraki me hacía y si lo hacían, no lo demostraban, el único que simpatizó conmigo fue ese hombre llamado Twice que un día se disculpó diciendo que no era nada personal, que él solo recibía órdenes, no parecía una mala persona por lo que supuse que se encontraba en el lugar equivocado.
Dabi seguía uniéndose a las noches que pasaba con mi nuevo enlazado, verme tan sumiso ante ellos era totalmente denigrante pero ¿Qué podía hacer?.
El único que velaba por mi seguridad era Kurogiri, no entendía el porque pero aún así dejaba que me ayudase proveyendo medicamentos o primer auxilios.
No me di cuenta el momento en el que todo esto se había vuelto una rutina, aquella habitación donde antes era llevado rastras y de las peores maneras, había empezado a ir por mi cuenta, allí siempre me esperaban Shigaraki, Toga y Dabi. Yo solo entraba y les permitía divertirse como deseaban ¿Qué ganaba resistiendo? Tan solo más golpes y humillaciones, estaba cansado.
Yo simplemente me había rendido y resignado a vivir esa clase de vida.
Empecé a tener mas libertad en ese lugar, podía desplazarme libremente, nadie intentaba aprovecharse de mi en vez de eso solo optaban por ignorar mi presencia en casi todas las ocasiones que me los cruzaba, solo Toga era la más feliz ya que no perdía tiempo para abrazarme o llevarme a la zona del bar donde todos se reunían.
Un día tuvieron una celebración, apuesto que habían logrado algo grande para festejar y me obligaron a participar, simplemente me quedé en una de las sillas lo más lejos posible de los demás, llegado a un punto todos estaban completamente ebrios.
Toga abrazaba cariñosamente a Twice quien la sostenía para evitar que se caiga, Mr. Compress peleaba con Spinner porque supuestamente estaba haciendo trampa en su juego de cartas y yo por mi parte hablaba de temas irrelevantes con Kurogiri quien limpiaba los vasos sucios cuando Shigaraki y Dabi entraron al mismo tiempo por la puerta.
“¿Qué se traían esos dos?”.
Fue lo que pensé en ese momento al notar que andaban más juntos de lo que debían, ambos eran alfas. Me di una cachetada mental porque esos pensamientos rondaran por mi mente, mi lado omega cada vez salía más ante la falta de supresores.
Algunas noches los recuerdos de la vida feliz que un día soñé con tener me atormentaban hasta el punto donde un día me ahogue en sufrimiento, quería dejar de sentirme de esa manera y terminé buscándolo a él, su tacto hacía que olvidase todo lo que sentía por lo que consideré eso como una escapatoria de la realidad,
Cuando mi celo empezaba lo buscaba, había convertido mi cuerpo a tal grado que lo necesitaba desesperadamente.
Me volví dependiente de él.
Un día accidentalmente escuché la conversación que tenía con Kurogiri donde pude conocer un poco la infancia que vivió, por lo que pude entender también había sufrido y aunque era alguien que merecía salvación, nunca la consiguió.
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Marcado |KatsuDeku|
Fiksi PenggemarEs deseado amar y ser amado, tal es el caso de Izuku y Katsuki, quienes luego de una constante y larga lucha por entender sus emociones, pudieron confesar lo que sentían. Pero el destino a veces puede ser muy injusto. Un terrible acontecimiento sepa...