Pequeña Charla

3.9K 460 15
                                    


Shigaraki descansaba en su cama mirando el techo con los brazos sobre su cabeza pensando literalmente en nada cuando la puerta de su habitación se abrió de una patada, de ella entró una presencia que toleraba en cierta forma, tenía sus manos en su pantalón negro y vestía un polo totalmente blanco, algo que era habitual en él la verdad.

-Al menos toca antes de entrar.

-¿A qué estás jugando ahora, Shigaraki? Quizás los demás no pregunten pero a mi no me engañas, ya no preguntas por lo que quieres ¿Qué planeas?.

-Él no tiene lo que quiero.- Con tranquilidad se sentaba en el borde de la cama.

-¿Qué? ¿Desde cuándo sabes eso?.

-Desde el primer día que estuvo aquí.- Dabi no entendía por lo que el peliceleste siguió.- Cuando usé la voz para ordenarle que me lo diera no se resistió.- Se paró para ir al escritorio que se hallaba al frente de la cama.- Su cuerpo se relajó, no se resistió porque era una orden imposible de realizar.

-Si no lo tiene entonces ¿Por qué simplemente no te deshaces de él?.

-Tenerlo bajo esas circunstancias es más divertido, además de ser la carnada perfecta para el nuevo portador.- Acercó sus manos a su cuello rascándose con ansiedad.- Solo es cuestión de esperar que la maldita U.A venga a buscarlo.

Caminaba por la habitación de una forma que irritaba al azabache pero no dijo nada al respecto.

-Eso explica porque eres más suave con él que con los demás.

-Instinto de alfa, quizás.- Shigaraki respondió sarcásticamente a lo que Dabi soltó una carcajada de incredulidad.

-Creería eso de cualquiera de la liga menos de ti.- Se calmó y seriamente siguió.- No después de haber visto como torturabas y asesinabas sin piedad al ultimo omega que marcaste.

El peliceleste solo sonreía con ironía por lo que decía, no era una buena persona después de todo, perdió la cuenta de cuantas personas entre inocentes o villanos había asesinando, no distinguía entre sexos o edades, ni en géneros aunque le resultaba más placentero hacer sufrir a los omegas.

Él haría lo que fuese para conseguir lo que quería, si debía jugar al policía bueno y el policía malo con Izuku lo haría, si quería hacerle creer que tenía la más mínima oportunidad de escapar lo haría para luego arrebatarle su ilusión, no le importaba después de todo.

¿Instinto de alfa? No existía tal cosa para un alfa puro como él, que se consideraba muy por encima de los demás.

No podía atacar la U.A porque de seguro habían reforzado su seguridad después de que uno de sus estudiantes haya sido secuestrado, al menos el pecoso serviría para que el portador fuera directo hacia él, no dudaba con que su presencia no faltaría en las búsquedas. Sabía que podían encontrar el bar donde estaban en cualquier momento por lo que ya tenían varios lugares a donde ir antes de que pasara.

También la liga de villanos tenía sus propias jugadas que hacer y retrasar el rescate de Izuku era una de ellas, todo para poder conseguir los que estaban buscando.

-Hey sigo aquí, no te pierdas en tus pensamientos.- Había olvidado por completo la presencia de Dabi.- Me sorprendió que me dejaras participar esa noche, creí que ibas a amenazar con matarme.- Silencio obtuvo de repuesta.- ¿Qué planeas hacer ahora con él? ¿Destruirlo mentalmente? Parece que lo estás logrando.

-Eso sólo sería el comienzo.

-¿Qué quieres decir?.- Dabi se sentó en la cama mientras Shigaraki estaba apoyado contra la pared y dirigió su mirada al azabache con una sonrisa retorcida en su rostro.

-¿Cuánto aguantará su mente antes de romperse por completo?.

Marcado |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora