Pertenencia

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Era como si el tiempo se hubiera detenido para Bakugo, atónito observaba la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, unos ojos carmesí que se llenaron de ira al instante.

El chico que amaba, su pareja destinada, el omega con quien había pasado innumerables momentos desde su infancia acababa de serle arrebatado sin poder hacer nada para evitarlo, no pudo defenderlo y le había fallado a la promesa que le había hecho.

"No importa en que situación estemos, si te encuentras en peligro, yo siempre llegaré a ti para salvarte".

Si tan solo hubiera llegado unos segundos antes, si tan solo lo hubiera marcado cuando tuvo la oportunidad, había perdido la cuenta de todas las veces que quiso morder su cuello pero se contuvo porque quería que ese momento fuera especial para ambos.

Pero nada de lo planeado iba suceder, aquellos sueños se destruyeron en segundos y Bakugo ahora debía afrontar la realidad, su adorado omega ya no le pertenecía.

Esos segundos parecían eternos, el peliverde estaba tendido en el piso siendo sometido antes las asquerosas feromonas que ese alfa emanaba, el ambiente estaba mezclado con su repugnante olor y el de Izuku quien había soltado feromonas de suma tristeza, dolor y miedo.

La espalda del peliverde descansaba sobre los brazos de Shigaraki quien al notar la presencia del rubio hundió con más fuerza sus dientes en esa suave piel que tenía el omega, seguía aferrado a su cuello y solo se limitó a hacer una mueca de satisfacción lo cual solo provocaba que la ira dentro del rubio se intensificara aún más.

-¡Maldito hijo de puta!.- Gritó cuando salí de ese pequeño trance, no dudó en lanzarse al ataque totalmente enfurecido, provocó las explosiones más potentes que podía hacer.

En ese momento sólo existía una cosa que pudiese hacer, rescatar a Izuku sin importar que.

El profesor que había sido arrastrado lo más lejos posible del edificio donde se encontraban sus estudiantes, estaba siendo atacado por incontables villanos inexpertos, no poseían técnicas de ataque y no eran capaces de visualizar más allá de golpes, el único problema que consideraba molesto era la cantidad de personas que lo atacaban al mismo tiempo.

Aunque desconocía el motivo del repentino ataque y le resultaba realmente molesto que no dejaran de aparecer más y más villanos, sabía que podía lidiar con ellos sin problemas pero el tiempo que iba a perder era valioso, tenía que volver al edificio para ayudar a los estudiantes que habían quedado dentro.

Si lo alejaron de aquel lugar era posible que el motivo era alguno de sus estudiantes, aún con la duda en su mente continuó peleando tratando de ganar todo el tiempo posible.

Una vez que habiendo acabado con todos los villanos empezó a desplazarse por los edificios con aquella bufanda tan resistente que siempre llevaba consigo, eso le permitía ir más rápido lo cual era una notoria ventaja, al cabo de unos minutos se encontró con Kurogiri quien al parecer estaba creando constantemente portales por todo el lugar.

Sin que este se de cuenta logró tener en su campo de visión al villano y borró su habilidad para evitar que más personas sigan entrando en el edificio donde estaban los estudiantes.

-Llegas en mal momento, Aizawa Shota.- Kurogiri ya se había dado cuenta de lo sucedido.- Acabaste con ellos más rápido de lo que creí.

-Si te detengo ahora nadie podrá escapar de aquel edificio, mis estudiantes están por encima de aquellas personas que trajeron.

-Tienes razón pero veamos cuán lejos pueden llegar si se enfrentan a Shigaraki Tomura.-

Aizawa sabía que aquellos jóvenes eran muy hábiles pero también sabía que como su profesor tenía la obligación de velar por su seguridad, más si se enfrentaban al líder.

Marcado |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora