El Objetivo I

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El peliverde y su amiga castaña, también omega, se encontraban en un almacén muy espacioso. Ambos mentalmente se preparaban para su actuación de víctimas graves, en lo que alguno de sus compañeros daba con su paradero.

-¿Cómo te va con Bakugo-Kun?.- Preguntó la chica cortando el silencio que se había formado en aquel lugar, provocando un ligero sonrojo en las mejillas de Izuku, justamente estaba pensando en él.

-Estamos mejor que antes.- En sus labios se formó una pequeña sonrisa al recordar lo mucho que habían progresado desde que pudo confesar sus sentimientos hacia el alfa y como este los correspondió. Le seguía pareciendo un sueño.- Espere mucho para este momento, me siento muy feliz.

-Me alegro mucho por ti, Deku-Kun.

-Gracias Uraraka-san.- El pecoso la miraba con una gran sonrisa, sus ojos brillaban cada que hablaban de él, Izuku amaba profundamente a su alfa destinado.- Por cierto, ¿Cómo te va con Iida-Ku…?.

Antes de poder terminar su pregunta, una explosión de gran magnitud los había sorprendido, Aizawa no les había mencionado nada acerca de eso, las explosiones empezaron a ser cada vez más continuas por lo que tuvieron que abandonar el lugar donde se encontraban porque parecía que se caería en cualquier momento

Al ir por los pasillos se encontraron con la escena de como unos villanos salían de aquellos portales que ambos omegas ya conocían muy bien.

-Ese quirk pertenece a alguien de la liga de villanos.

-Al parecer volvieron a burlar la seguridad de la Academia, será mejor agruparnos con los demás y buscar una manera de salir de aquí.- Susurraban los dos chicos, en lo que trataban de ocultarse, pese a eso fueron vistos.

Los villanos rápidamente los comenzaron a atacar al notar fácilmente que ambos eran omegas. Muchos villanos seguían creyendo que los omegas eran objetivos fáciles y con frecuencia solían subestimar a esa casta, lo cual a los jóvenes estudiantes les da una ligera ventaja.

Tanto Izuku como Ochaco se posicionaron para defenderse de los ataques, la castaña había mejorado sus reflejos notablemente lo cual le facilitaba el combate cuerpo a cuerpo y más su quirk que les disminuía el peso a sus oponentes, le permitía ser capaz de alejarlos considerablemente de ella.

El peliverde usaba sus brazos y piernas a la par para atacar a los villanos, quienes no eran capaces de soportar la fuerza ejercida y eran expulsados a diferentes partes del lugar, provocando que los dejara inconscientes o lo suficientemente heridos como para no ser capaces de volver a atacar, y así sucesivamente hasta que lograron ayudarse mutuamente con sus quirks.

Definitivamente formaban un gran equipo juntos, cuando ya habían acabado con aquellos villanos optaron por ir en busca de sus demás compañeros, agruparse sería más beneficioso y así podían ayudar a quienes quizás se encontraban heridos por el derrumbe del edificio.

Fueron corriendo de pasillo en pasillo pero lo único que encontraron fue a más villanos que se lanzaban al ataque cuando los veían, estos peleaban de manera muy decepcionante.

Si nos mantienen entretenidos entonces ¿Cuál es el verdadero objetivo de este repentino ataque?.

Se preguntaba Izuku mientras se dirigían al piso inferior luego de haber derrotado sin mucho problema a los villanos, nuevamente empezaron su búsqueda, no pasaron mucho tiempo corriendo cuando a lo lejos su amiga Tsuyu Asui se acercaba a ellos corriendo.

-Tsuyu-san que bueno verte ¿Te encuentras bien?.- Uraraka se sentía aliviada de haber encontrado a su amiga.

-Debido a la explosión de hace un rato, Iida terminó herido, yo los guiare a donde están los demás ¡Vamos!.

Ambos omegas siguieron a su amiga por el extenso edificio, manteniéndose detrás de ella sin embargo cuando llegaron al lugar se percataron que no había ni un solo estudiante en el piso, ambos omegas comenzaron a inquietarse por ese detalle.

La chica de cabello verde paró en seco y empezó a reír gustosa mientras su figura se iba desvaneciendo para revelar a la verdadera persona detrás del disfraz.

-Toga Himiko.- Ambos omegas entendieron que habían caído en su trampa.

-¡Sí! ¡Soy yo! ¿Me recuerdan?.- Gritando y sonriendo de felicidad, la rubia los atacó con el navaja que llevaba.- ¡Me alegro tanto de volver a verlos! ¡Los extrañé demasiado!.

Marcado |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora