Capítulo 3

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Camila's Pov

Aquella noche me costó demasiado dormir. No supe el porqué. Yo solía dormir más que una marmota, y aquella noche apenas concilié el sueño. Me levanté a regañadientes cuando me di cuenta de que ya eran más de las nueve. Me estiré como un gato y me metí en el cuarto de baño. Me di una ducha con agua caliente que me sentó de maravilla, y después opté por ropa cómoda. Total, aquel día no tenía nada interesante para hacer. La compra podía ir a hacerla por la tarde, ya que Ally aún no me había dado permiso para volver a la tienda. Me sentía como una niña castigada, cosa que odiaba.

Salí de mi habitación con cuidado. No escuchaba ningún ruido por toda la casa, y no sabía si Lauren seguiría durmiendo o no, pero no quería molestar. Cuál fue mi sorpresa al encontrarme el sofá vacío, y con la sábana y la manta bien dobladas a un lado de éste. Me di cuenta de que sus maletas sí que continuaban en el lugar, pero no había rastro de su dueña. De acuerdo. Había perdido a la hermana de mi mejor amiga.

Me dirigí a la cocina para prepararme un café bien cargado, y para pensar en lo que debía hacer. No tuve que pensar demasiado cuando vi una nota sobre la mesa de la cocina. La tomé y la leí lentamente, intentando que mi cerebro se despertara totalmente para que pudiera comprender lo que había allí escrito:

"Gracias por dejar que me quedara a pasar la noche en tu departamento. He tenido que irme a trabajar a las ocho, y aunque he dejado las maletas en tu casa, cuando salga del trabajo iré a buscarlas para que no te molesten. En cuanto pueda, hablaré con Veronica para que deje de comportarse como una niña y para que me deje volver a su casa, y mientras tanto buscaré otro lugar en donde pueda vivir. Hasta luego."

Lauren.


Bueno, por lo menos era amable, aunque me hacía sentir mal que no hubiera desayunado. O por lo menos, en la nota no lo había mencionado. Miré en el fregadero, pero tampoco vi ninguna taza, y no parecía que hubiese usado la cafetera. Sacudí la cabeza. ¿Qué me pasaba? Me estaba volviendo loca, eso era.

Me preparé la taza de café que tantas ganas tenía de tomarme, y me senté en el sofá para ver la televisión durante un rato. Cuando me aburrí, decidí que era hora de ir a hablar con mi mejor amiga. Tenía que ponerle los puntos sobre mi descontento. Me cambié de ropa y salí de casa después de haber tomado el bolso y las llaves. Por el pasillo me encontré con Becky, la actual novia de mi ex novio, que justamente también era mi vecino. La vida a veces podía resultar absurda, y la mía solía serlo más que la de nadie. Por lo menos, me llevaba bien con Austin y también con Becky. Al principio, resultó algo incómodo eso de vivir en el piso de abajo de mi ex pareja, pero cuando él y yo decidimos separarnos, acordamos que sería como amigos. Y cuando comenzó a salir con Becky y me la presentó, no hubo ni malas palabras, ni rencores, ni nada por el estilo. Sólo éramos conocidas, pero nos llevábamos bastante bien. Sin rencores.

-Hola, Camila –me saludó con una sonrisa. Ella subía y yo bajaba.

-Hola –le devolví el saludo, esperando que no tuviera demasiadas ganas de conversar. Becky era una mujer muy alegre, pero también muy charlatana, por eso no quería entretenerme demasiado. Al principio, no me preocupaba mucho porque no vivíamos en el mismo edificio, pero desde que había comenzado a vivir con Austin, solía encontrármela casi cada mañana. Ya conocía la mayoría de los problemas de su familia, por desgracia.

-¿Cómo has estado? Hacía días que no nos veíamos.

-Sí, he tenido algunos problemas últimamente, pero estoy bien –no quise ahondar en el tema.

-Oh, espero que no haya sido nada grave.

-No, no, nada malo. Sólo… cosas que pasan –aquello era mentira, pero daba igual.

Burning Heart (Adaptación Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora