Burning Heart (Adaptación Camren G!P)

Capítulo 29

Camila's Pov

Los dos días siguientes fueron confusos y grises para mí a pesar de que el sol seguía brillando con fuerza fuera de la casa. No me importaba. En aquellos momentos, sólo quería dormir durante todo el día, olvidándome de que mi vida era un fracaso y de que era una completa idiota. ¿Quién me mandaba a mí enamorarme siempre de la persona equivocada? Era cierto que Austin jamás me lo había parecido, pero sólo hacía dos días que me había demostrado todo lo contrario. Él y yo habíamos sido felices juntos, y yo jamás hubiera imaginado que fuese un adicto a las drogas. Siempre había admirado su sencillez y su humildad, pero me había equivocado. Era un enfermo que no habría dudado en meterme una bala entre ceja y ceja, y el simple hecho de pensar en ello me hacía temblar. No podía comprender cómo había sido capaz de amenazarme de tal modo después de que le hubiera dado todo y de que hubiera confiado en él.

Y Lauren… lo suyo no tenía nombre. No quería pensar en ella, pero eso era lo único que hacía durante todo el día. No podía dejar de recordar lo que había sucedido en nuestra última mañana juntas, después de que me había dicho que me quería. Ella sabía  toda la verdad sobre Austin, y jamás me había dicho ni una sola palabra. Me hizo creer que estaba investigando el caso, cuando en realidad ya lo tenía más que resuelto, y simplemente esperó hasta que él se entregó solo, haciéndole creer que le facilitaría la droga. Y ése era otro tema. La droga la tenía Lauren, siempre la tuvo ella, y me aseguró que se había alejado de ese mundo. Todo lo que me dijo era mentira. Todo.

El sonido de la puerta al abrirse me devolvió a la realidad, y cerré los ojos fingiendo que dormía. Llevaba haciendo eso durante los dos días que había pasado en mi antigua casa. No me habían dejado sola en ningún momento, e intentaban hacerme hablar del tema, pero no quería hacerlo. Le agradecía mucho a mi familia que se preocuparan tanto por mí, pero no quería que lo hicieran. Se me pasaría, tardaría en hacerlo, pero lo haría, tarde o temprano. Mi madre había dormido conmigo la primera noche, acurrucada a mi lado en la cama, abrazándome para que no me sintiera sola. Pero con eso sólo consiguió hacerme recordar a Lauren, y por ese motivo me pasé la noche en vela, llorando desconsoladamente. Y había llegado a la conclusión de que se me secarían los ojos si no dejaba de hacerlo, pero no podía evitarlo.

-¿Camila? –me sorprendido escuchar la voz de Sara en la habitación, por lo que no pude evitar rodar hacia el otro lado, hasta que pude mirarla directamente. – ¿Cómo estás? –preguntó, acercándose a la cama para sentarse en ella, a mi lado. Yo continuaba acostada, y no tenía intenciones de que eso cambiara.

-¿Qué haces aquí? –obvié su pregunta, y ella sonrió al darse cuenta de ello. Me alegré de que se percatara de que no tenía ganas de halar del dichoso tema.

-Tenía ganas de verte. Además, todos están preocupados por ti, y quería saber si podía hacer algo para ayudarte.

Negué en silencio, sintiéndome mal por ella. A pesar de que sabía que decía la verdad, también era consciente de que había ido a mi casa para no dejarme sola, pues mi hermano y mi padre tenían que ir a trabajar, y mi madre debía continuar haciendo las tareas de la casa y continuar con su vida. No era justo que lo dejara todo de lado para estar pendiente de mí.

-Ya se me pasará –insistí, queriendo creer en mis propias palabras.

-Claro que sí. De eso no tengo ninguna duda, pero… –se encogió de hombros. –He pensado que hablar con una amiga te vendría bien.

-Es que no tengo ganas de hablar. Sólo quiero dormir y olvidarme de todo.

-Pero sabes que ésa no es la solución.

-No me importa. Por ahora, eso es lo que más me ayuda –cerré los ojos y suspiré, estirándome debajo de las sábanas. – ¿Y tú cómo estás?