Burning Heart (Adaptación Camren G!P)

Capítulo 10

Camila's Pov

Tanto Vero como Keana se quedaron un rato más con nosotras, hasta que Scott se durmió sobre mis rodillas. Me di cuenta de que había empezado a atardecer, y recordé que le había dicho a mi madre que iría a visitarlos ese fin de semana. No me veía con fuerzas.

Después de que mis amigas se fueran, prometiéndome que me llamarían pronto, decidí buscar el teléfono para decirles a mis padres que no me esperaran al día siguiente. Mi madre se preocupó, porque no entendía por qué no podía ir a verlos, aunque cuando hablé con mi padre, me dijo que no había ningún problema, que podía pasarme por casa cuando quisiera. Me supo mal inquietar a mi madre, pero la resaca todavía me duraba, y estaba segura de que me duraría, por lo menos, un día más. Eso era lo malo de no estar acostumbrada a beber. Cuando colgué el teléfono, encontré a Lauren sentada en el sofá, mirándome fijamente.

-¿Qué miras? –fui grosera intencionadamente, porque eso era lo que merecía por mi parte. No tendría que haberle contado mi bochornoso espectáculo de la noche anterior a nadie. Ni siquiera a su hermana, y mucho menos a Keana.

-Nada. Sólo a ti.

-¿Y no tienes nada más que hacer? ¿O es que encuentras divertido mirarme? ¡Ah, claro! Ya sé lo que te pasa: estás esperando a que me emborrache otra vez para que me convierta en tu bufón, y para que luego puedas ir riéndote a mi costa con tus amistades. Es eso, ¿verdad?

Ella frunció el ceño, sin mostrar ni un ápice de diversión en su rostro.

-El sarcasmo no te sienta bien.

-Y a ti no te sienta bien hacerte la simpática conmigo, y aún así lo haces –se la devolví, sintiendo ganas de discutir. Aquella chica me sacaba de mis casillas.

-¿Que yo me hago la simpática contigo? –preguntó, abriendo mucho los ojos, como si aquella afirmación la hubiese sorprendido.

-Sí. Y luego resulta que sólo lo haces para quedar bien, porque en realidad eres una imbecil.

-Mira, –se puso en pie y me encaró, pero no me dio ningún miedo. –deja ya de juzgarme y de creer que me conoces, porque no es así.

-No creo conocerte, sólo te digo lo que veo.

No me contestó, por lo que nos quedamos varios segundos mirándonos, sin hacer o decir nada más.

-¿Qué es lo que te ha molestado tanto? ¿Que le contara a Keana lo que ocurrió ayer?

-Pues sí, pero más que eso, lo que en realidad me fastidia, es que finjas ser lo que no eres. Antes, cuando estábamos solas, has sido una persona normal, simpática y agradable. Después, cuando han llegado las demás, has comenzado a comportarte como una maldita arrogante. No sé qué quieres conseguir con eso, pero desde luego, no te ganarás mi confianza de esa forma.

-Tú no eres nadie para decirme cómo tengo que comportarme –se enfadó, pero me dio igual. Si en realidad quería que nos lleváramos bien, aquel era el momento de hablar las cosas. Y yo, desde luego, no tenía ganas de callármelas.

-Es cierto, pero luego no te comportes conmigo de un modo distinto a como eres en realidad. Sólo sé sincera contigo misma, Lauren –me di la vuelta antes de que volviera a abrir la boca y me encerré en mi habitación. Nada más con recostarme en la cama, me quedé dormida, y no me enteré de nada más.

El día siguiente fue tan aburrido como silencioso. Apenas salí de mi cuarto, y cuando lo hice, me di cuenta de que Lauren no estaba por la labor de hablarme, así que yo tampoco lo intenté. Si le dolían las verdades, era porque eran ciertas. El lunes, me desperté cuando escuché el sonido de la puerta, y supuse que ella se habría ido a trabajar. Pero… ¿no me había dicho que tenía que quedarse en el departamento para protegerme? Bueno, tal vez debía de hacer algún recado, o simplemente quería largarse para pensar. No sé, lo que fuera con tal de no verme durante un rato.