Capítulo 26

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Camila's Pov

Me desperté cuando Lauren se movió, y abrí un ojo para darme cuenta de que estaba intentando levantarse del sofá sin molestarme.

-Lo siento, no te quería despertar –me dijo con una sonrisa culpable que no dudé en devolverle.

-Da igual –me estiré y me coloque boca arriba en el sofá, feliz de poder tenerlo todo para mí durante un rato. Por lo visto, habíamos pasado toda la noche en este lugar, en la misma posición, y me dolían las cervicales hasta puntos insospechados. Pero no me importó. Pasar toda la noche abrazada a Lauren era mucho más de lo que podía pedir, y a pesar de la mala postura, había dormido como un bebé sintiéndola bajo mi cuerpo. – ¿A dónde vas?

-A ducharme. ¿Vienes? –preguntó con una sonrisa sugerente, pero no le contesté. Simplemente me levanté como un rayo del sofá, y casi la arrastré hasta el cuarto de baño.

Desde la primera vez que nos duchamos juntas, me di cuenta de que me encantaba hacerlo acompañada, pero me dije a mí misma que sólo me gustaría mientras mi acompañante fuera Lauren, claro. Ella siempre decía que era una forma de ahorrar agua, pero a mí no me lo parecía, pues tardábamos el doble o el triple de tiempo si lo hacíamos juntas. Aquella vez, ella me abrazó con más fuerza y me besó de otro modo, pero no sabría explicar cómo. Simplemente así la sentí, porque notaba que me estaba ocultando algo. Era una situación muy extraña, pero estaba tan absorta en lo que estábamos haciendo dentro de la ducha, que ni siquiera me planteé la idea de preguntarle qué era lo que le ocurría.

Cuando terminamos, nos secamos mutuamente en silencio, como si no tuviéramos nada que decirnos. Y puede que así fuera, así que continuamos con nuestro silencio, que no se me hizo para nada incómodo. Después, me vestí y salí del cuarto de baño para preparar el desayuno, dispuesta a intentar convencerla para que aceptara acompañarme a la cena de este viernes. Justo cuando se sentó en la silla que se encontraba a mi lado para empezar a desayunar, sonó el timbre y yo fruncí el ceño.

-¿Quién será a estas horas? –pregunté con curiosidad, levantándome para ir a abrir la puerta.

-Bueno, a estas horas no, ya son más de las once –me informó ella, dedicándome una sonrisa divertida. Entonces, me di cuenta de que aquel día nuestra ducha se había alargado más de lo debido.

Me encogí de hombros. ¿A quién le importaba?

Me llevé una grata sorpresa al ver a Sara parada justo delante de mi puerta, y como todavía continuaba con la emoción de saber que iba a ser tía, la abracé con fuerza.

-¿Cómo estás? –le pregunté, invitándola a entrar.

-Bien, muy bien –cerró la puerta a sus espaldas y me siguió hasta la cocina, donde todavía estaba Lauren. –Hola –la saludó con una sonrisa amable. Ella se la devolvió y le indicó que se sentara en una de las otras sillas que sobraban. – ¿Y ustedes, cómo están? –preguntó, mientras hacía lo que Lauren acababa de pedirle.

-Todo genial –respondí, dándole un mordisco a mi cruasán de chocolate.

-Ya veo que todo va genial –comentó ella, observándonos con una sonrisita divertida en el rostro que no entendí. Entonces, capté el mensaje. Tanto Lauren como yo llevábamos el cabello húmedo, así que no podíamos esconder demasiado lo que eso significaba, por lo que me limité a asentir con resignación.

-Sí… Bueno, yo me voy para que puedan hablar tranquilas –murmuró Lauren, levantándose con rapidez de la silla.

-¿Te vas? –pregunté, con una ceja alzada.

Burning Heart (Adaptación Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora