Capítulo 24

5.4K 403 19
                                    


Camila's Pov

Aquella noche fuimos al cine, tal y como habíamos quedado. En realidad, no le presté demasiada atención a la película, a pesar de que era una comedia romántica, porque estaba más entretenida con Lauren, que no dejaba de hacer cosas indecentes en medio de la sala. Por suerte, en aquellas horas no había muchas personas, pero sí las justas como para que se dieran cuenta de que no estábamos haciendo lo que debíamos. De todas formas, no podía echarle toda la culpa a Lauren, pues yo también participé en aquel juego tan interesante.

El resto de la semana pasó sin más importancia. El jueves fuimos a casa de mis padres, que recibieron a Lauren como si ya formara parte de nuestra familia. Para mi desgracia, mi madre se percató de que me encantaba esa idea, pero no permití que me hablara del tema. No quería que nadie me dijera lo que tanto deseaba negarme a mí misma, a pesar de que era plenamente consciente de lo que me estaba ocurriendo. Pero no. No pensaba decirlo en voz alta, por lo menos hasta que estuviese segura de que a ella le ocurría lo mismo conmigo.

El domingo, me fue muy difícil decirme a mí misma que lo de Lauren era sólo un enamoramiento pasajero, que entre ella y yo únicamente había pasión y lujuria, y que desaparecería en cuanto ella se mudara de aquí, pues tuvo una idea demasiado romántica para mi gusto. Sin embargo, a pesar de eso, me encantó:

-¿Por qué no vamos a hacer un picnic? –me preguntó, después de desayunar.

-¿Un picnic?

-Sí. ¿Es que no te parece una buena idea?

Bueno, nunca había hecho uno, y pensar que podríamos pasar todo el día fuera de casa y juntas hizo que mi corazón se pusiera a bailar una conga dentro de mi pecho.

-Me parece una idea estupenda –supe que mi respuesta había sido la acertada cuando la vi sonreír de oreja a oreja, y fui feliz por poder hacerla feliz.

Entre las dos preparamos la comida y las bebidas: unos cuantos sándwiches, pollo, queso, refrescos para combatir el calor que ya comenzaba a hacer y botellas de agua.

-No tengo vasos de plástico –recordé en aquel instante. –Y el supermercado está cerrado… Bueno, subiré a casa de Becky para que me preste unos cuantos –le comuniqué a Lauren, que asintió en silencio, mientras terminaba de preparar un sándwich.

Salí de casa y subí rápidamente el tramo de escaleras que me llevó al piso de arriba. Toque el timbre en cuanto estuve delante de la puerta de mi vecina, y me abrió al cabo de varios segundos.

-¡Hola, Camila! ¿Cómo estás? –me recibió con la misma efusividad de siempre, y eso me hizo sonreír.

-Bien, gracias. ¿Y tú qué tal?

Me respondió con un bostezo.

-Bien, aunque hace apenas diez minutos que me he levantado –me dijo, y yo asentí sin saber qué responderle. – ¿Qué necesitas? –preguntó, al ver que no le decía nada más.

-Vasos de plástico. ¿Tienes? –inquirí, deseando que me dijera que sí. No se me hacía demasiado romántica la idea de tener que beber los refrescos directamente de la lata. Aunque tampoco lo era mucho beber de vasos de plástico.

-Claro, pasa –me abrió la puerta del todo para que entrara, pero yo negué con la cabeza, esperando que no se tomara a mal mi negativa.

-Es que tengo algo de prisa, lo siento.

Ella asintió con una sonrisa, y desapareció durante unos segundos para después volver con un paquete de vasos de plástico en la mano.

-Aquí tienes –me entregó el paquete sin dejar de sonreír. – ¿Es que vas de excursión?

Burning Heart (Adaptación Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora