Ocho meses después...
Me desperté cuando percibí a lo lejos el sonido de unos llantos que ya me resultaban más que familiares y, cerrando los ojos con fuerza, rodé por la cama hasta que me topé con el cuerpo de Lauren, que también se removió.-Tus hijos están llorando -murmuré, bostezando, abrazándome a ella y enredando mis piernas con las suyas.
-También son hijos tuyos -me contestó con la voz ronca, rodeándome con uno de sus brazos.
-Son míos cuando se portan bien y son adorables. Son tuyos cuando lloran y gritan.
Mi futura esposa sonrió, se levantó lentamente, estirándose como un gato y dándome unas suaves palmaditas en el trasero para molestarme.
-Nuestros hijos tienen hambre -me informó, enfatizando el "nuestros", y yo abrí un ojo para sacarle la lengua.
Me coloqué boca abajo y después murmuré algo ininteligible entre dientes, para ponerme de pie como una zombie y seguir a Lauren hasta la habitación en la que dormían, o mejor dicho, en la que no dormían los bebes. Me froté los ojos y estiré mis extremidades por el camino. Cuando entré en la habitación, que había pintado un año antes de color lila, me encontré a la madre de mis hijos sosteniendo a Chris y haciéndole gestos. Imagine que aquella vez me tocaba ocuparme de Sophie, la más llorona de los dos. Me la encontré despierta en la cuna, intentando morderse el pie derecho mientras me miraba atentamente. Soltó su piececito y sonrió ampliamente, a pesar de que tenía las mejillas mojadas por las lágrimas, y alzó los brazos hacia mí, pidiéndome en silencio que le prestara atención. Sonreí dulcemente cuando la tome en brazos y le di muchos besos por todo el rostro.
-¿Qué les pasa a estos dos hermosos? -pregunté, mientras me acercaba a Lauren para hacer lo mismo con Chris, que intentaba tomarle la nariz a su madre.
-Vuelven a tener hambre. Y creo que tendremos que cambiarle el pañal a alguno de los dos.
-Bueno ya sabes. Tú cambias los pañales mientras yo preparo los biberones -la fastidié, sacándole de nuevo la lengua, y recibí por parte de Lauren una sonrisa nada divertida.
-Qué simpática.
Ambas salimos de la habitación y nos dirigimos a la cocina. Le entregué la niña a Lauren, que los sostuvo a los dos a la vez y se los llevó para cambiarlos mientras yo les preparaba los biberones. Aquello ya se había convertido en una rutina.
Normalmente, los padres que sólo tenían un hijo se turnaban para levantarse por las noches. Nosotras no podíamos hacer eso, pues teníamos que atenderlos a los dos, pero no nos molestaba. Al principio nos costó acostumbrarnos, pero a medida que lo fuimos haciendo cada noche, se convirtió en algo normal para nosotras.
Unos cuantos minutos después, tuve los biberones preparados, justo cuando Lauren volvía a la cocina con los dos niños en brazos. Me encantaba esa escena. Verla cuidar a nuestros hijos con tanto esfuerzo se me hacía demasiado tierna, y no podía evitar sentirme afortunada por tenerla a mi lado. Otra persona no habría querido saber nada de mí si me hubiese quedado embarazada en nuestras circunstancias, pero ella se quedó conmigo y me demostró de todas las formas posibles que continuaba enamorada de mí y que quería estar con nosotros porque éramos su familia. Incluso, tres meses antes me había pedido que me casara con ella, y no lo había dudado ni un solo momento, por lo que le dije que sí al instante, sin tener ni siquiera que pensárlo. A mi hermano no le gustó demasiado la idea, y por ese motivo hablé con él seriamente, dejándole claro que, a pesar de todo, amaba a Lauren y me iba a casar con ella le gustara o no. Poco a poco había empezado a tener confianza con su futuro cuñado, y se podía decir que se llevaban bien. Más o menos.

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Burning Heart (Adaptación Camren G!P)
Losowe-Te guste o no, yo soy la encargada de llevar tu caso, y así va a ser hasta el final. -¿Es que no lo ves? No nos soportamos, Lauren. Esto va a ser un infierno para ambas. -Pues vamos a tener que aprender a tolerarnos. Adaptación Camren, la historia...