『09』

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Una risa hizo eco en toda la oscura habitación, Minho observando con incredulidad como el chico frente a él reía sin parar llegando al punto de tener que sostener su estómago para no ahogarse.

—¡Qué tontería andabas haciendo! —exclamó este tras unos segundos donde su risa fue lo único perceptible—. Me sorprenden las estupideces que pueden hacer los humanos a veces.

Cuando Minho abrió los ojos, puede afirmar que esperó todo menos lo que vería: El rostro burlón de Jisung sacándole la lengua. Con lo que había escuchado, creía que quizás lo que habría serían unos cadáveres, o en su defecto, algo más terrorífico. Se vio sorprendido más que todo por la poca distancia entre ambos, no porque lo que hubiera visto fuera realmente escalofriante.

—¿Qué se supone que pretendías armando un show como ese? —volvió a hablar el menor.

—No era ningún show —contraatacó aún desde el suelo, y Jisung rió nuevamente.

—¿Entonces de verdad quieres que te mate? —se acercó peligrosamente hacia el contrario, casi chocando sus narices. Minho retrocedió abrumado—. No lo haré. Aunque lo pareciera, no soy de matar a nadie.

En el momento en que Jisung se alejó dispuesto a recorrer la sala, Minho pudo observarlo mejor. La iluminación en el lugar claramente no era la adecuada, ya que las cortinas continuaban cerradas y la única fuente de luz —si se podía llamar así— era el mismo Jisung. Era exactamente como lo había visto el día de su único encuentro: Unos centímetros más bajito que él, castaño y ojos de un color azul tan resplandeciente que ni siquiera parecía real.

Lo más destacable en su apariencia eran los prominentes cuernos provenientes de su cabeza. Viéndolos con mayor detalle, estos eran de un color gris oscuro casi negro, y medían aproximadamente diez centímetros. No lucían falsos, por lo que estaba más que claro que no eran parte de un disfraz.

—¿Qué clase de cosa eres? —cuestionó Minho, obteniendo una mirada indignada por parte del castaño.

—Para tu información, no soy una cosa —masculló notablemente molesto por la expresión utilizada para referirse a él—. Y además, ¿para qué quieres saber eso? ¿Planeas buscarme en Google o algo así?

—No lo sé, quizá.

El ceño de Jisung se arrugó, y el ambiente empezó a tomar más calor. Esta vez no se trataba del clima, sino del más bajo fastidiándose. Minho lo notó, por lo que se apresuró a contestar. En el fondo, algo de miedo tenía por lo que ese chico pudiese hacerle. No conocía sus capacidades.

—Solo tengo curiosidad —curiosidad de saber quién rayos se encuentra de pie frente a mí.

Oh, ¿entonces ahora existo para ti? Porque no creas que he olvidado todas las veces en que dijiste que no creías en esto —movió su mano derecha de un lado a otro, causando que un cojín se estrellase en la cara del mayor—. Pero al caso, tu pregunta es buena. Lástima que no cuento con una respuesta. Siguiente.

Minho lo analizó con confusión. ¿Eso significaba que ni siquiera el mismo Jisung tenía una idea de lo que era?

—Lo veo en tu mirada, y es un no. No lo sé —volvió a hablar este, aún cuando Minho no había mencionado palabra alguna—. Anda, pregunta algo más. Estás siendo aburrido.

Entonces, Lee aprovechó el momento para por fin levantar su cuerpo del suelo, sintiendo una gran pesadez envolverlo. No recordaba haber sido tan pesado al caer.

Jisung sonrió con picardía al percatarse, y Minho lo pasó por alto.

—Seré directo. ¿Has estado molestándome estos últimos días?

Spooky Hannie || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora