Spooky Hannie || Minsung

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BONUS

—¡¿Vas a asesinarme?! —sollozó el muchacho, sus ojos cubriéndose de lágrimas en cuanto fue consciente de su situación—. ¡Por favor, soy muy joven para morir!

Jisung le miró con el ceño fruncido, indiferente ante su sufrimiento.

—Ni siquiera te toqué —murmuró, plantando una muestra de disgusto que dejaba a la vista sus colmillos. Entonces el chico frente a él lloró todavía más.

Bien, si era sincero, Jisung esperaba de todo menos eso. En cuanto su actuación de chico perdido finalizó y logró llevarse al tipo de pelo desastroso hacia el bosque, lo que menos pensó fue que se tratase de un llorón (y cobarde, pero sobre todo llorón).

El tipo había llorado desde que los ojos de Jisung se tornaron azules y sus cuernos dejaron de ser cubiertos por el gorro de su sudadera. Cuando ingresaron al bosque, lloró. Cuando fue atado a un árbol con la ayuda de un par de ardillas y cuerdas viejas, lloró. Cuando Jisung se posicionó frente a él con los brazos cruzados y sin decir palabra, también lloró.

Cuando Jisung abrió la boca para decir algo fue interrumpido por, oh sorpresa, el llanto del chico. Fue tanto que, incluso una de las pocas ardillas que todavía continuaba ahí, miró al mayor con algo de alarma. Escuchó un chillido que claramente decía "Cállalo, por favor, va a despertar a todo el bosque", a lo que Jisung no tuvo más que asentir.

Probablemente hasta los osos, quienes vivían bastante más lejos de donde se encontraban ellos, ya se habían percatado del escándalo que armaba el chico de pelo feo.

—Te vas a deshidratar si sigues llorando así —habló Jisung en dirección al pelinegro—. Shhh, dame un momento de silencio.

Clavó sus ojos en el por unos segundos, notando de inmediato como la mente del chico era muy frágil. En cuestión de nada dejó de llorar de manera ruidosa, y únicamente dejó su cuerpo temblando con algún que otro espasmo de vez en cuando.

Entonces finalmente Jisung pudo sonreír, viendo al chico frente a él casi muerto de miedo.

—Bien, ahora que por fin te callas, ¿crees que primero debería torturarte y después matarte, o mejor te mato y luego torturo tu alma?

El tipo hizo el amago de sollozar, pero no podía siquiera abrir la boca. Jisung lo analizó por unos instantes, hallando entonces algo familiar en él.

—Cabello de paja, ¿cuál es tu nombre? —movió ligeramente sus manos para dejar así que el tipo pudiera hablar.

—Lee Jooyeon, señor... —murmuró a penas, temeroso de lo que sea que fuera a ocurrirle.

Ah.

Con razón Jooyeon había estado tan asustado desde el primer minuto, ¡era uno de los chicos a los que solía molestar en el interior de sus pesadillas! Había pasado un tiempo desde aquello... Pero la verdad era que Jisung no se arrepentía de nada.

Después de todo, Jooyeon se lo merecía, porque incluso desde pequeño había sido un asco con todos los que le rodeaban.

Con él también.

—Has sido un chico bastante malo, Jooyeon, ¿sabes eso? —preguntó, y sin esperar una respuesta volvió a hablar—. Incluso cuando el mismísimo demonio te ha acechado desde el inicio, tú no has cambiado. ¿Te asusta que tus pesadillas puedan volverse realidad?

Jisung no era tonto. En las pesadillas de los demás, siempre actuaba como una persona diferente, y con una apariencia algo distinta a la suya. Nadie podría reconocerlo a simple vista, pero cuando su silueta se tornaba en un brillante azul, entonces todas sus víctimas recordaban lo que habían vivido en sus sueños.