Spooky Hannie || Minsung

『04』

La expresión de Seungmin se deformó al terminar de escuchar la idea de Minho. Dejó caer las películas que cargaba en sus brazos, la suavidad del colchón evitando que se armase un escándalo.

—¡¿Por qué quieres hacer eso?! —exclamó con incredulidad.

Seungmin solo quería una pijamada normal.

—Porque me dijeron que no lo hiciera —se encogió de hombros, restándole importancia

Pero lo que Minho quería era todo lo contrario a normal.

Ambos permanecían uno frente al otro sentados sobre la cama de Minho, el reloj en la pared marcando las casi diez de la noche. Seungmin llevaba allí desde hacía quizá cinco horas, solo volviendo a su casa a recoger las cosas que utilizarían en la pijamada —en vano, ya que claramente no usarían nada—.

—Si no quieres acompañarme está bien, iré solo —comentó el mayor cuando el silencio en la habitación fue en aumento. No comprendía la razón por la que Seungmin lucía tan consternado ante su plan.

—La abuela Hyemi te matará si se entera que saliste.

—Por eso vas a cubrirme —sonrió, Seungmin abriendo la boca en forma de "o", sorprendiéndose—. ¿O prefieres venir conmigo? Tú escoges, después de todo, eres el invitado.

—¿No puedo escoger la opción de quedarnos y mirar Mean Girls por quinta vez mientras comemos palomitas?

—No —se puso de pie—. Iré con o sin tu ayuda, solo no vayas a delatarme.

Cuando Minho comenzó a caminar en dirección a la ventana, Seungmin se lanzó a detenerlo, cayendo en cuenta de que lo hacía en serio. Lee giró el rostro hacia él, expectante.

—Si tanto insistes en salir, solo te pido que te cuides, ¿bien? Si tanta curiosidad tienes ve y vuelve en menos de media hora, ya es algo tarde y no me gustaría que te sucediese nada —casi suplicó, sus ojos temblando levemente.

—¿Qué tan malo podría sucederme, Minnie? —preguntó con ironía.

—Nada, pero quién sabe. No me gusta salir de noche.

Con la promesa de que Seungmin cubriría a Minho si la abuela se acercase a su habitación, el mayor salió por la ventana y emprendió su pequeña "aventura". El recorrido consistía solo en ir hacia la plaza, tal vez sentarse unos minutos y luego regresar a casa, nada del otro mundo, nada peligroso, solo para saciar su curiosidad y ganas de desafiar a las autoridades. 

Mantuvo las manos en los bolsillos de su chaqueta en todo momento, admirando las luces de las casas como si estas fueran de lo más interesante. En algún momento decidió mirar hacia arriba, deslumbrándose con las estrellas que decoraban el firmamento. Le parecía hermoso ver las estrellas después de tanto tiempo, ya que en la ciudad usualmente estas no podían ser apreciadas debido a la contaminación. Estar en el pueblo era como una especie de destoxicación para su organismo en general.

Una vez llegó a su destino, tomó asiento en una de las tantas bancas vacías, admirando el lugar y lo bello que era este durante la noche. Tal y como había comentado Seungmin en un inicio, nadie estaba presente allí. Los negocios a su alrededor estaban cerrados de igual manera, demostrando la poca actividad que había a aquellas horas.

Ni siquiera es demasiado tarde —pensó entonces.

Le parecía una tontería el hecho de que la gente prefiriera quedarse en casa a salir a disfrutar el paisaje nocturno, después de todo, la plaza se veía mucho mejor durante la noche. La iluminación era simplemente preciosa.

Era un lugar sacado de ensueño.

O al menos eso fue lo que opinó hasta que sintió la luz del farol junto al asiento del frente parpadear un par de veces. Entonces el farol de su banca empezó a parpadear también.