Kevin
— ¿Empacaste todo? — pregunta por milésima vez Andrés
— Que si, joder, si por quinta vez
Fulminó a Andrés con la mirada.
— No me mires así — me regaña — Solo me aseguro de que todo esté en orden.
— Ya te aseguraste cinco veces — me quejo
— Tal vez no haría falta que me asegure tantas veces si no fueras tan distraído — contra ataca — Por si no te diste cuenta, chico listo, tus calcetines no son pares.
— Claro que me di cuenta — le hago saber, mostrando con orgullo mis calcetines disparejos — pero me dió flojera buscar el par.
— Eres incorregible, hermano — me dice Ethan, viendo mis calcetines.
— Y a mucha honra — los miro inflando el pecho.
— Bueno niños, es hora de irnos — anuncia Chris — ¿Quienes se van con Andrés y quiénes conmigo? Iré a dejar a Clarissa a su casa, así que tal vez yo tarde un poco más.
Alex y Abbigail alzan la mano y se van a meter al auto de Chris. Genial por mi, así tendremos la camioneta solo para nosotros cuatro.
— Está bien microbios, pero antes ayúdenme con las maletas — les sonríe Chris, despeinando a cada uno con cariño.
— Ustedes tres también muevan el trasero — nos moviliza "sutilmente" Andrés — Hay que acomodar las maletas.
De hecho no son tantas, solo pasamos un fin de semana fuera, Ethan y yo prácticamente compartimos maleta, Andrés y Alex compartieron también la suya, las que sí ocuparon una para cada una, fueron Ana y Abbigail.
— Ten — le pasó a Andrés una maleta — ¿Pasaremos a comprar una nieve? — pregunto con ilusión, haciendo cara de angelito.
— Si, les compare una nieve — acepta, porque el idiota también ama el helado y la nieve — Disfrútala porque regresaremos a las clases a partir del Lunes
La. Puta. Madre.
— Eso es mañana — me quejo
— Exacto, a partir de mañana estudiaras cuatro horas al día y te haré pruebas para ver tu progreso — amenaza.
— Oh, por favor Andrés — me quejo — aún faltan dos semanas para el examen extraordinario, la primer semana es libre y en la última comienzan mis clases de recuperación.
— Si pero esa primer semana "libre" la usaremos para seguir repasando en casa.
— ¡Son mis vacaciones! — protesto
— Lo siento pulga, tus vacaciones terminaron — declara el idiota de Andrés — El extraordinario no solo lo vas a pasar, lo aprobaras con un diez o nueve, no estoy dispuesto a que obtengas una nota más baja que eso.
La. Puta. Madre. De. Nuevo.
— Estoy de acuerdo — dice Chris sin que nadie se lo pida — El semestre que viene esperamos un mejor resultado ¿Hm?
No me tomo la molestia en responder, al contrario, hago un puchero importando poco en qué posición de madurez me deja eso.
— Oye, no puedes quejarte — empieza Andrés — deberías estar castigado y en cambio venimos de vacaci...
— Ya, ya... no quiero oír un sermón — interrumpo.
Chris suspira.
— Está bien, ya nos vamos — avisa — Los veo en la casa, vayan con mucho cuidado.
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La herencia de los Robertson
Teen FictionLa vida puede ser algo curiosa. Dicen las personas que nunca dejas de conocer a tu familia, y nadie se lo había tomado tan literal como los Robertson, que un día sus vidas dan un giro inesperado para finalmente unirlos a todos en una sola pieza. Aho...