La vida puede ser algo curiosa. Dicen las personas que nunca dejas de conocer a tu familia, y nadie se lo había tomado tan literal como los Robertson, que un día sus vidas dan un giro inesperado para finalmente unirlos a todos en una sola pieza. Aho...
Eran las 9 de la mañana, bastante temprano para ser un jueves en vacaciones, solíamos levantarnos toda la semana mas tarde, pero esta vez desde temprano escuche un pequeño alboroto. Parecía una discusión.
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Ya sin poder dormir porque habían conseguido espabilarme, salí de mi cama. Observe que Kevin seguía desparramado en su colchón, como siempre, pero en cambio Alex ya no estaba en su cama. Pronto reconocí su voz al salir al pasillo.
— ¡Que me lo des!
— ¡Que va! Yo llegue primero microbio, largo.
Se trataba de Ana y Alex, que discutían en nuestro mini paraíso de entretenimiento, aun con los pijamas puestos y los cabellos despeinados.
— ¡Que me lo des te digo!
Cuando entre, Ana tenía el control de la consola en sus manos y Alex intentaba arrebatárselo, Ana simplemente lo esquivaba, pero vi en su rostro que estaba a nada de empujarlo.
— Ey ¿Que pasa? — pregunte, aun tallando un poco mis ojos — ¿Por que tanto escandalo?
— Pasa que Alex me quiere quitar el control — reprochó Ana, fastidiada.
— ¡No! ¡Pasa que Ana es una envidiosa que no quiere dejarme jugar!
— ¡Te dije que podíamos jugar los dos!— replico mi hermana — ¡Pero no voy a poner el juego que tu quieres! ¡Yo llegue primero y yo escojo!
— ¡Pero si yo llegue cuando apenas prendías la consola! — objeto el microbio frunciendo su ceño
— Aún así llegue antes — dijo encogiéndose de hombros
— ¡No seas envidiosa! ¡Eres una ...
— Calmense — ordene, antes de que continuaran — no se pongan a discutir, seguro que hay un juego que a los dos les guste ¿A que si?
— ¡No! Yo quiero este, Ethan — protesto mi hermanito, enseñándome la caja del juego que el quería.
— ¡Y yo quiero este! — replico Ana, con la misma actitud berrinchuda de Alex.
Suspire. Los dos son igual de infantiles...
— ¿Y no pueden elegir uno que a los dos les guste? — sugerí de nuevo — Yo se que hay muchos que a todos nos gusta
— ¡NO! — protestaron al mismo tiempo, yo deje salir un resoplido
— Entonces no vamos a llegar a ningún lado, a menos que quieran que Chris o Andrés noten que estén discutiendo, mejor elijan uno entre los dos, sino seguramente van a terminar castigados.
Ambos me miraron feo, pero enseguida se olvidaron de mi y continuaron discutiendo.
— ¡Este! — demando Alex volviendo a enseñar la caja del videojuego
