No hay lugar como el hogar

4.2K 378 95
                                    

CAPÍTULO 1, PARTE 1

-¿Estas seguro Harry?- el moreno soltó un suspiro intentando corresponder el abrazo de la chica a la que consideraba una hermana y de paso aplacar un poco su preocupación.

-Es lo mejor Mione, no puedo seguir aquí. No puedo seguir fingiendo que...- la voz se le partió. Era difícil, era muy difícil -Hogwarts es mi hogar- dijo separándose de la chica y recomponiendo su expresión. Ella solo le devolvió una sonrisa algo forzosa pero llena de comprensión.

-Estaré bien ahí. Prometo escribirte cada semana.

-No hagas promesas que no vas a cumplir Harry- contestó ella intentando arreglar uno de los rebeldes mechones castaños tras la oreja de su amigo. Una tarea que los años a su lado se habían encargado de dejar en claro: era imposible

-Es solo que... me gustaría que hubieses tomado esta decisión hace un año, así podríamos haber cursado nuestro último año juntos- suspiró con los labios torcidos y los ojos castaño oscuro algo cristalizados.

-Bueno, quizás simplemente no quería contar contigo para molestarme con la presión de los E.X.T.A.S.I.S.- bromeó. Hermione le dio un golpe en el hombro que casi consiguió que Harry perdiese el equilibrio.

El rugido del tren sobre el andén de la plataforma 9 y 3/4 los sacó de su pequeña complicidad. No era la primera vez que Harry abordaba aquel tren el primer día de septiembre. Tampoco era la primera vez que alguien le iba a despedir al andén. Si era la primera vez que los brazos que le despedían eran los de su amiga Hermione Granger. Era la primera vez también que se encontraba en aquel lugar sin ningún Weasley a la redonda.

Si el tren no estuviese tan cerca de partir probablemente la gente a su alrededor le dedicaría miradas curiosas. Porque era Harry Potter y al parecer eso significaba que la gente podía mirarlo y analizarlo detenidamente (en el mejor de los casos) donde sea que fuera.

-Voy a extrañarte Mione, pero quién sabe. Quizás podamos vernos para navidad- sonrió tomando su equipaje entre sus manos. Volvió a recibir un golpe en el hombro.

-Claro que vamos a vernos Harry. Vamos a celebrar la navidad juntos, como siempre- Harry se abstuvo de contestar que no lo harían.

No sería como siempre, porque dudaba que en tan poco tiempo quisiera poner pie cerca de la madriguera de nuevo. Porque a pesar de que le habían repetido una y otra vez que esa siempre sería su casa... no había ninguna cabellera roja en el andén. Porque sabía que volver era sembrar la semilla de la discordia, y no podía hacerle eso a la señora Weasley.

El crujir de los engranajes volvió a sacarlo de sus pensamientos. Besó con premura la mejilla de su amiga y corrió para alcanzar la puerta que ya comenzaba a ponerse en marcha. Se mantuvo suspendido en la escalinata mientras veía la figura de Hermione hacerse pequeña con aquella sonrisa melancólica.

-¡Dale saludos a la profesora McGonagall!- fue lo último que pudo escuchar antes de decidirse a entrar definitivamente al tren.

"Aquí vamos" se dijo a si mismo "Un año normal y pacífico por primera vez en tu vida Harry" se repitió dándose ánimos. Bueno, no sería un año normal del todo. Esta vez no habría trio de oro, ni discursos de Dumbledore ni siquiera sentiría la mirada intimidante de Snape en su nuca.

Tan pronto puso un pie en el vagón la determinación que había construido en las últimas semanas se derrumbó. Decenas de ojos  jóvenes le miraron llenos de curiosidad ¿Qué rayos hacía ahí? ¡Por todos los cielos! ¿En qué bendito momento se le había ocurrido que volver a Hogwarts con 19 años cumplidos era una buena idea?

Tenía que avanzar, si no era por su coraje sería por tozudez. Comenzó a adentrarse en el vagón ante las miradas atentas de los jóvenes cuyas conversaciones iban acallándose a medida de caminaba.

Not Just Boys [Drarry || Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora