Ginevra Weasley

2.2K 324 54
                                    

CAPÍTULO 10, PARTE 2

-Vamos a Gryffindor, estamos helados y tu habitación no tiene el fuego encendido, le tomará mucho tiempo aclimatarse- dijo Harry cuando entraron al castillo refugiados por la capa de invisibilidad.

-Pensé que le habías prometido a Killmonger que irías a la fiesta en la sala de los menesteres- el azabache se encogió de hombros.

-Estoy cansado y aún tengo que contarte mi tragedia amorosa ¿recuerdas?- Draco comenzó a seguirle en dirección al séptimo piso, tampoco era que tuviese mucha opción bajo esa capa de invisibilidad.

-No sé si quiera escucharla- mintió.

-Te mueres por hacerlo- respondió Harry divertido.

El dormitorio de Harry los recibió diez minutos más tarde, iluminado y calentito.

-¿Leche?- preguntó el de lentes.

-Hidromiel- contestó Draco sacando a relucir la botella dorada.

-Estupendo, deja que te busque un pijama- Malfoy iba a reclamar que no era necesario, que podía dormir con su ropa, pero realmente no le daban ganas de arruinar su traje por que era uno de sus favoritos y además, estaba cansado y quería dormir cómodo.

-Me sorprende que no sea rojo con dorado- dijo recibiendo el buso gris que Harry le tendía.

-No soy tan aburrido- respondió caminando hacia el baño para poder cambiarse.

-Gris no es una elección particularmente divertida- reclamó de vuelta en tono alto para que le escuchara fuerte y claro.

Cinco minutos después fue el turno de Draco para entrar al baño. Tuvo que improvisar su aseo dental con enjuague bucal, pero el mayor problema llegó cuando fue hora de quitarse el maquillaje. Era obvio que Potter no iba a tener desmaquillante en su baño, por suerte si fue capaz de encontrar algo de crema humectante que tuvo que frotar en su antebrazo izquierdo junto con papel higiénico. Se sintió un poco desnudo al ver la tinta negra que ya había absorbido por completo cualquier señal de cicatrices en su piel. Por suerte, el baño de Potter si tenía vendajes, así que pudo cubrirse la marca con aquello antes de volver a la habitación.

-Pensé que habías muerto allá adentro- comentó Harry alzando la vista desde un pergamino antiguo.

-No sin que me cuentes el chisme de la pequeña comadreja- respondió creando la ya habitual barrera de almohadas entre ellos -Vamos, le he prometido la exclusiva al profeta.

-Eres un idiota- gruñó Harry.

-Imbécil- respondió ya en automático.

-Luego de esto, ya no podrás decir que no eres mi amigo- advirtió el de lentes.

-Al parecer puedo leerte la mente Potter, de alguna forma eso te convierte en algo más íntimo que un amigo.

Harry tuvo que mirar al techo para evitar que la emoción que esas palabras habían causado fuese demasiado evidente en su rostro. Inhaló profundo buscando algo de calma en el aire, pero fue en vano porque el aire estaba impregnado de Draco así que a esas alturas evitar el sonrojo era causa perdida.

-Bueno- dijo determinado a que su vergüenza no se impusiera como tema de conversación -. En verdad vine a Hogwarts porque perdí el control sobre mi magia...

...Fue a principios de Julio. Llevaba varios meses cabreado con el trabajo de auror. No podía parar de pensar en todo lo malo que seguía ocurriendo, en todo el sufrimiento por el que las personas seguían pasando.

Ese día el trabajo había sido particularmente un asco. Unos meses antes habíamos respondido a una alerta en Gales, una niña de poco más de trece años, hija de Muggles, la había pasado muy mal durante la guerra. Mató a su madre accidentalmente cuando ella le preguntó por qué no quería regresar a Hogwarts. Su padre ya no quería verla así que la internaron en San Mungo para tratarla. Fue duro y con Neville íbamos a visitarla una vez por semana.

Not Just Boys [Drarry || Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora