Habian pasado algunos años en donde los jóvenes herederos al Inframundo crecieron como lo hace una flor, su niñez fue divertida y alegre para las princesas que desconocen lo duro que es el exterior, ellas solo veían a los fieles amigos de sus padres, en tiempos de paz es donde no se conoce lo que es el verdadero peligro y esas pequeñas niñas eran afortunadas por tener una infancia normal. Para el príncipe no todo fue color de rosa, enterarse de que no sera el sucesor de su padre le había afectado, es por eso que su infancia se baso en un aislamiento extremo de su familia, solo dormía y comía en el castillo para después salir a entrenar con el Dios de la Guerra.
La mayor de las princesas tenia una actitud fiera y desafiante que cautivaba a varios jóvenes, se podría decir que esas eran las cualidades que representaban más a Macaria, con sus trece años se volvió una damita con porte de reina, se convirtió en el orgullo de su madre pues a pesar de su edad ya tenia sus poderes bajo control. Melinoe por otro lado con sus doce años, se la pasaba encerrada en su cuarto tratando de verse mas bonita porque su pequeña e inocente mente la hacía creer que era fea, se sentía asi desde que la persona que le gustaba no le prestaba atencion y prefería ignorarla, debido a este pequeño complejo es que Melinoe no tiene mucha afinidad con su poder lo que causa discusiones con sus padres
Zagreo con sus catorce años ya es bastante codiciado entre las jóvenes ninfas, bastante parecido a su padre y con su físico marcándose para dar indicios de que sera un joven de cuerpo escultural. El joven príncipe creció siendo temido por algunos dioses y debido a esto su odio hacia los de su especie ha crecido a tal grado que mas de una vez soñó con verlos muertos pero solo eran eso...sueños, porque alguien tan joven y de mente nublada no podía comprender que su poder era bastante desequilibrado y peligroso.
Persefone continuo con su rutina de ir al lado de su madre para ayudarla con la siembra de cultivos y todo lo de la primavera, debía admitirlo, amaba cumplir con sus labores pero lo que mas le gustaba era volver al Inframundo para estar con su familia, besar a su esposo y ver a sus hermosos hijos. Estar en el Inframundo no significaba tener vacaciones, al contrario, significaba que tenia que esforzarse para ayudar a su amado a terminar su trabajo para que descansara pues siempre que ella se iba Hades no lograba dormir, el trabajo y los niños lo traían muerto.
Hades, él era como aquel ciego que por mas que traten de ayudarlo, de mostrarle una luz para ayudarlo a aclarar su visión simplemente se niega, se niega a abrir los ojos hacia una verdad inalterable pero pronto todo eso le costará caro, pronto tendrá que hacer frente a uno de sus mas grandes temores. Lo sabe, el rey del Inframundo sabe que algo malo se aproxima y tendrá que hacer acopio de todo su razonamiento para lograr ganar la batalla mas dura de su vida, una batalla que le dará una victoria amarga...
Es aquí donde todo lo que cultivamos se cosechara, es aquí donde el destino de cada uno de los integrantes de la familia del Inframundo quedara sellado para siempre. Ahora llega el momento de que los herederos del reino de los muertos cuenten su historia pero no olviden que no todas las historias son un cuento de hadas.
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LOS HIJOS DEL INFRAMUNDO
FantasyEn una historia anterior vimos florecer un amor puro y sincero, un amor que sobrepasó todo obstáculo impuesto, un amor que no fue perfecto y que siempre tuvo sus caídas pero pronto volvía a ponerse en pie. Ese amor era como un árbol. Un vistazo en u...