CAPÍTULO I

1.4K 67 108
                                    

Bueno, aquí tienen el primer cap de esta historia que espero les guste, recuerden ayudarme a corregir los errores que se presenten, comenten y que pasen un buen fin de semana... Otra cosa para recordar es que debido a la extensión de los capítulos estos se publicarán semanalmente

MACARIA

-¡Este castillo apesta!- El desespero en mi voz es mas que notorio, podría jurar que he pasado toda mi vida encerrada en este reino frío y lúgubre.

No se que le vio mi madre a un reino tan poco atractivo, es solitario, sombrío y no hay nadie con quien hablar. Posiblemente no me comprendan pero es que tener trece años y no poder ver el exterior es algo deprimente y lo peor es mi hermano. Zagreo se ha empeñado en ser el ejemplo de un dios en carne viva, porte orgulloso, cuerpo atlético, actitud egocéntrica y grandes poderes, la copia perfecta de mi padre y de mi abuelo, mientras que yo a penas y logro controlar mis poderes que por si fuera poco son como los de mi madre y eso ocasiona burlas por parte del tonto de mi hermano.

-Odio todo lo de este reino- Murmuro a la nada mientras contemplo el panorama de las almas que entran por la grieta que conduce al mundo mortal.

Papá me enseño que los mortales son importantes pero la verdad ya lo olvide, estaba mas concentrada en pensar como hacer rabiar a mi amigo Thanatos... Imbécil, prometió venir a jugar pero después llamo para decir que tenia un trabajo pendiente asi que no vendría hasta mañana en la tarde, me desilucione pues siempre la paso bien con él, su compañía me es grata y me encanta ver como se sonroja cuando acaricio su largo y sedoso cabello blanco.

-Maldito mentiroso- El rencor con el que esas palabras salen de mi boca es simplemente mortal.

Estaría tranquila en mi habitacion si no hubiera escuchado como Hypnos le comentaba a mi padre sobre la cita que su hermano tendría con una ninfa. No entiendo porque pero me dolió enterarme de que me había dejado plantada solo por ir con una simple ninfa a quien sabe donde, supongo que a tener relaciones carnales como dicen los libros que Zagreo me deja leer en secreto.

-Oye estúpida. Papá está buscándote por doquier- Suelta Zagreo mientras me da una ligera patada en mi espalda para que me mueva.

-No quiero ir- Digo ocultando mi rostro entre mis rodillas para impedir que vea mis ojos hinchados de tanto llorar pues se que se burlara como siempre suele hacerlo.

-No te pregunte si querías ir, te he dado una orden- Gruñe agachándose frente a mi para encararme. -¿Que te ha pasado?- Su tono no denota preocupación, mas bien es molestia pues odia ver que los hijos del Inframundo se muestren débiles ante cosas sin importancia.

-Dejame, por favor- Pido pero en un rápido movimiento él me arroja al piso tumbandome boca arriba para luego ponerse sobre mi.

-¿Quien te ha hecho llorar?- Ahora su tono denota un enfado palpable, veo que su mirada se posa en la mía tratando de ver algún hematoma en mi rostro. -¿Te han lastimado fisicamente?.

-No- Respondo con un hilito de voz mientras Zagreo se aparta para dejar que vuelva a sentarme.

-Lacra, si alguien te lastimo tienes que decirme.

-No pasa nada, nadie me ha lastimado- La mano fría de Zagreo se posa en mi mejilla mientras su pulgar limpia una lágrima traicionera que se deslizaba con libertad hacia mi mentón.

-Nadie llora porque si- Espeta con evidente enfado.

-Tu ni siquiera lloras- Lo acuso y él sonríe.

"Perfecto imbécil", Zagreo es perfecto en todo lo que hace, en peleas con armas o simplemente cuerpo a cuerpo, en cabalgar cualquier tipo de caballo desde el mas dócil y tímido hasta el mas temerario y salvaje, su vestimenta siempre es la mejor y le queda de mil maravillas, es codiciado por diosas y ninfas a pesar de tener solo catorce años aunque esta próximo a los quince, es alto por lo que dicen que podría ser tan alto como papá, las pocas veces que sonríe lo hace de tal forma que a pesar de ser su hermana lo veo atractivo, su sonrisa es la mezcla de sensualidad, coquetería y armonía en una combinación simplemente fantástica.

LOS HIJOS DEL INFRAMUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora