CAPÍTULO 12

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–JIN–

Tiré mi bici en frente de la ferretería y miré alrededor por la patrulla de JaeHwan. Cuando no la miré, entré donde estaba Ted parado detrás del mostrador en su usual vestuario de overol y sin nada más cubriendo su enorme panza. Él estaba puliendo algo con un trapo sucio. Cuando escuchó la puerta sonar, él puso lo que sea que era eso en el mostrador y salió del él.

— Jin —dijo, con una sonrisa simpática—. Lamentaba mucho escuchar lo de tus padres. ¿Cómo lo llevas?

—Estoy bien, Ted —dije, tocado por su preocupación. La mayoría de las personas en CheonghoDong eran malas lenguas de chismes. Es la forma del pequeño pueblo. Ted siempre había sido el primero en preguntarme sin unirse a los rumores—. ¿Has visto a JaeHwan? —pregunté, necesitando ver a mi amigo lo más pronto posible.

O a mi ex amigo.

O lo que sea que él era.

Ted sacudió su cabeza.

— Hoy todavía no, pero a veces lo veo aparcado detrás del comensal a esta hora. Podrías checar ahí.

—Gracias, Ted —me di la vuelta para correr de vuelta a la puerta, pero Ted me detuvo.

—Sabes, conocí a tu R.M la última vez que él estuvo aquí —dijo Ted—. Él es bueno. Puedo decirlo. Nos unió las partes de moto y ser motoristas proscritos —Ted sonrió y podía decir que significaba un montón para él conocer a uno como él. R.M me había contado sobre su conversación y me había sorprendido. Había conocido a Ted toda mi vida y en nuestro pequeño pueblo nunca había oído a un alma pronunciar una sola palabra sobre él siendo un ex miembro del MC de los Wolf Warriors.

—Él me contó —dije, ofreciéndole una sonrisa de labios apretados.

—Bien —dijo él, acomodando una pila de revistas de Auto Trader en la puerta—. Es un buen chico y sé que él no tiene nada que ver con la forma en que tus padres se fueron, pero por la mirada en tus ojos puedo ver que tú ya sabes eso —se escuchó tan raro escuchar a alguien llamar a R.M un chico, porque para mí él era algo muy de lejos eso.

—Lo sé —admití con una mano todavía en el mango de la puerta.

—Te diré la misma cosa que le dije a él cuando vino aquí. Puede que sea un hombre viejo retirado, pero mi club sabe que todavía estoy aquí, simplemente inactivo, y todavía tengo amigos con vida. Si JaeHwan no puede darte el tipo de ayuda que tú estás buscando, entonces ven a verme —Ted caminó hacia la resgistradora detrás del mostrador. Sacó una pistola, recargándola en su hombro como si él fuera un soldado yendo a una guerra—. Todavía puedo ser muy persuasivo cuando necesito serlo —dijo él. El brillo malvado en sus ojos me hizo creerle al instante. Era como si estuviera viendo a Ted por primera vez y me hizo darme cuenta de algo, si era honesta.

Me gustaba este Ted.

—Gracias, Ted —dije. Con eso, él inclinó su sombrero y alejó su arma. Regresó a su pulido como si el motorista Ted nunca hubiera estado allí, deslizándose fácilmente de regreso a su papel del Ted ferretero.

—Dile que digo hola— agregó, como si yo sólo hubiera venido a comprar un cuarto de aceite.

Me conmovió la oferta de Ted, pero lo que realmente necesitaba justo ahí era alguien que tuviera una conexión.

Una manera de entrar.

Había sólo una persona que conocía que sabía podía ayudarme. Con un último despido a Ted, salí por la puerta en busca de la única persona en CheonghoDong que tenía tal conexión.

04. SIN ALMA ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora