CAPÍTULO 36

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—R.M—

—R.M, ven a ver esto —dijo Suga, poniendo fin a nuestro momento. Sin soltar la mano de Jinnie, caminé hacia el balcón, arrastrándolo conmigo, y miré abajo a lo que Suga estaba señalando. Estaba asombrado ante la vista frente a mí. Rodeando la piscina había Bastards. Mis ex hermanos, al menos veinte de ellos, y estaban de rodillas con sus manos detrás de sus cabezas mientras Munch, Wolf, Stone y varios hombres mayores que no reconocí estaban parados alrededor de ellos, pistolas listas.

Bueno, había un sujeto que reconocí en el grupo. Parecía que no había imaginado verlo antes.

— ¿Ted? —pregunté.

—¡Hola! —Ted llamó alegremente, cubierto en sus propias manchas de sangre. Thor, quien había sido un novato cuando me fui, ahora estaba usando un parche de miembro en su chaleco, hizo un movimiento para levantarse, pero Ted lo pateó atrás de sus rodillas y lo forzó de regreso al suelo, nunca rompiendo la sonrisa.

Me giré a Jinnie.

— ¿Fuiste tú? —pregunté, saludando a todos los hombres desconocidos.

Él se encogió de hombros con una pequeña media sonrisa.

— Supuse que si ibas ir a guerra, debías tener un ejército —él se inclinó cerca, su respiración haciendo cosquillas en mi oreja—. Así que llamé un ejército.

Antes de esa noche ya sabía que estaba enamorado de Jinnie, lo que no sabía era que podía amarlo más de lo que ya lo hacía, pero justo ahí, parado en un charco de sangre de mis padres, mezclada con algo de la mía, me enamoré de él tan fuerte que mi pecho dolió con todo el amor que tenía por él.

Ted me saludó.

— Tuve más diversión esta noche de lo que he tenido en años —él me llamó otra vez, guardando una de sus pistolas en el bolsillo frontal de su overol así él podía ajustar su gorra de camionero—. Fue como acorralar cerdos en la feria.

—¿Qué vas hacer con ellos? —preguntó Suga, asintiendo hacia los hombres de rodillas y supe enseguida lo que realmente él estaba preguntando.

Me encogí de hombros.

— Voy hablar con ellos primero.

Y después discutiremos el asesinato masivo.

* * * * * * * *

JIN—

—Ellos te necesitan —dije, alejándome de R.M. Estaba aliviado de que él estaba bien, pero no estaba listo para dejarlo todavía. Sin embargo, sabía que tenía que hacerlo porque los hombres abajo lo necesitaban tanto como yo.

Él me besó arriba de mi cabeza.

— No te vayas tan lejos, pequeño.

Suga palmeó el hombro de R.M en uno de esos gestos tranquilizadores de 'esto no es un abrazo' y se puso junto conmigo arriba de las escaleras.

R.M se volteó hacia sus hermanos, tanto los actuales como los antiguos. Desde donde nos paramos en la parte superior de los escalones podía ver tanto a R.M en lo alto de su posición como un águila acechando a su presa y a los hombres abajo, todos en varios estados de desaliño diferentes, todos probablemente preguntándose qué les deparará el destino.

Yo también me estaba preguntando eso.

R.M miró al cuerpo sin vida de Chop como si estuviera ofendiéndolo por incluso sangrar.

R.M tiró del chaleco de Chop y le arrancó el parche que decía PRESIDENTE. Escupió al cuerpo de Chop, entonces, sosteniéndose de la barandilla, uso la bota de su pierna buena para patearlo del segundo piso hacia la multitud, quien jadeó y se movió alrededor sobre sus rodillas para evitar ser golpeados por el cuerpo sin vida de su líder caído.

04. SIN ALMA ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora