CAPÍTULO 35

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—JIN—

R.M cojeó sobre el cuerpo muerto de su madre y agarró mi cara bruscamente en sus manos.

— Hola, hermoso —él giró mi barbilla de lado a lado y me miró como si estuviera inspeccionándome por daños físicos.

—Estoy bien, no te preocupes por mí —lo tranquilicé—. Sólo raspaduras y moretones.

—Raspaduras y moretones serían demasiado, pero yo lo llamo basura. Tus mejillas están hinchadas y acabas de hacer una mueca como si te hubiera abofeteado. ¿Qué coño pasó? —sus fosas nasales flameaban.

Ignoré su pregunta, a mis dientes pareciéndoles no importante.

— Parece que salí mejor que tú —dije, apuntando al ensangrentado hoyo en su muslo.

—Sólo raspaduras y moretones —dijo él, repitiendo mi mentira. Rodé mis ojos—. Ahora dime jodidamente qué te pasó en la boca.

—Perdí un par de dientes. Sólo atrás —agregué, como si fuera hacer que los ojos de R.M se volvieran menos asesinos. Al instante me arrepentí de decirle.

—¿Quién? —demandó él—. ¿Con quién coño te dejó SungJae? —preguntó R.M, como si necesitara saber que nombre él podía agregar a su lista de personas a matar—. ¿Cómo coño siquiera saliste?

Ambas preguntas tenían la misma respuesta.

— YugYeom —los ojos de R.M se agrandaron—. Pero está bien —dije, agarrándolo del brazo—. Él me rescató —dejé fuera la parte de él siendo uno de los que me sacó los dientes.

—Carajo —dijo R.M, presionando su frente con la mía, agarrando la parte trasera de mi cuello—. Eso pudo haber terminado de otra manera.

—Pero no lo hizo —lo tranquilicé—. Estoy bien. Lo juro. R.M —dije, poniendo mis manos sobre las suyas—. Necesitas creerme cuando te digo que estoy bien. No sólo físicamente, sino con todo esto —miré alrededor del club—. Estás vivo. Estoy vivo. Eso es todo lo que tú necesitas saber.

R.M enredó sus dedos en mi cabello.

— ¿Por qué viniste aquí? No debiste.

Sacudí mi cabeza.

— Verás, ahí es donde estás equivocado. Te hice una promesa de que no renunciar a ti y...

—¿Y? —presionó él.

—Así que no lo hice —dije, agregando—, y lo creas o no, no hay otro lugar donde preferiría estar —R.M se rió y yo también aunque sonó ridículo, era verdad. R.M tiró de mi cabello. Me paré de puntitas y presioné un beso contra la comisura de su boca. Sus labios no se movieron y tampoco los míos. Nos quedamos ahí por un minuto. Sólo sintiendo nuestra conexión, respirándonos, recordándonos que estábamos juntos ahora.

Vivos.

04. SIN ALMA ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora