CAPÍTULO 33

202 31 16
                                    

—R.M—

El plan era simple. Saltaríamos la cerca trasera y una vez dentro, no separaríamos y buscaríamos a Jinnie.

— Si alguien trata de evitar que llegues a él, jala el puto gatillo, no tenemos tiempo para vacilar —ordené. Munch estaría de guardia en la escalera mientras que Stone y Wolf revisaban el primer piso, dejando a Suga y a mí examinar el segundo.

No estaba a medio camino de los escalones cuando la alarma se activó junto con los primeros sonidos de disparos, pero no me detuve. Había sólo un lugar en el que iba a buscar primero porque de alguna manera, sabía que ese hijo de puta estaría ahí, y si él estaba ahí, había posibilidades que Jinnie también lo estuviera.

—Ojalá pudiera decir que es bueno verte, hijo —dijo Chop después de que pateara la puerta de su oficina.

—No me digas hijo, chupa vergas —le advertí—. ¿Dónde coño está? — levanté mi pistola hacia él y rodeé el escritorio, sacando la pistola que él mantenía escondida debajo de éste, lanzándola al sofá al otro lado de la habitación.

—Tienes que ser más específico que eso —cantó, girándose en su silla para enfrentarme. Había pasado un largo tiempo desde que lo había visto y la única cosa que había cambiado era que su panza había crecido un poco más y las bolsas bajo sus ojos estaban tan oscuras que parecía como si se hubiera metido en una pelea y tuviera los dos ojos negros—. Porque, como tú sabes, hemos tenido un montón de úteros por aquí —él se rió—. Bueno, teníamos.

Lo terminaría justo ahí mismo si no necesitara que me dijera donde estaba Jinnie. En su lugar me decidí por golpearlo en el lado de su cabeza con la culata de la pistola.

— ¡Cabrón enfermo! No jodas conmigo, viejo. La única forma de que prolongues tu jodida vida es que me digas dónde carajo está él ahora mismo o se acaba jodidamente ahora.

Chop se frotó el lado se su cabeza donde un chichón ya había empezado a formarse.

— Aaahhh, ¿el chico? ¿Es a quién estás buscando? —preguntó él—. Probablemente él se dio cuenta de que es demasiado joven y hermoso para ti y huyó. De verdad, él es tan jodidamente inocente para estar ensuciado por un hijo de perra como tú —él se reclinó y descansó sus manos en su cabeza, sus codos altos en el aire—. Mi tiempo con él fue corto, también. Íbamos a divertirnos mucho jugando juntos antes de que fuéramos groseramente interrumpidos por quien sea que mandaras para bombardearme al carajo.

SungJae había hecho eso por cuenta propia, pero no iba a corregirlo, no había tiempo. Presioné el cañón de mi pistola en su frente y gruñí.

— ¿Dónde carajo está?

—Hazlo —dijo Chop, empujando su cabeza hacia delante contra mi arma—. Adelante, hazlo pequeño marica desgraciado. Te di todo. Todo lo que yo tenía era tuyo, pero no fue suficiente para ti, ¿lo fue? Ahora te apareces aquí con otros putos traidores, ¿y esperas que haga qué? ¿Qué me dé la vuelta? Si eso es lo que quieres entonces jala el puto gatillo, muchacho, ¡porque eso jodidamente no va a pasar! —su cara se enrojeció, saliva fluía de su boca.

Sacudí mi cabeza.

— ¿Qué es lo que piensas que me has dado, viejo? Porque tú no me has dado mierda. Nada. No una infancia. No una familia. NADA.

Chop me apuntó.

— Ahí es donde te equivocas, muchacho. Te he dado todo lo que yo tenía que darte alguna vez. ¿Este club? Esto era para ti. Este mazo era para ti. El poder era para ti. Tú naciste para ser un Bastard, pero no fue suficiente para ti. Tus hermanos no fueron suficientes para ti. —se señaló a él mismo—. Yo no fui lo suficiente para ti.

04. SIN ALMA ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora