CAPÍTULO 30

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—JIN—

—¡No! ¡No pongas esa cosa en mi brazo! No lo necesito. Lo juro. Me portaré bien. Estaré tranquilo. Por favor. ¡No! Lo prometo. Estaré tranquilo. ¡Lo prometo! —grité y luché contra los varios hombres y mujeres vestidos en batas grises mientras me sostenían los brazos y las piernas en una camilla. Una mujer bajita con corto cabello negro sostuvo en alto una jeringa en la luz y le dio golpecitos varias veces antes de insertarla en la vía intravenosa de mi brazo. Ella mi miró sin complejos antes de empujar el émbolo.

Entonces todo se salió de enfoque.

Todo.

Incluyendo la habitación.

De pronto, estaba solo. Me senté en la camilla con facilidad. Mis muñecas y tobillos ya no estaban atados. Estaba en la misma habitación que hace momentos antes, mismas paredes de verde pálido, pero esta vez estaba vacía.

Al menos pensé que estaba vacía.

—Y yo solía pensar que R.M era el más inteligente de los tres cabronesteros* —dijo una voz masculina, seguida por una corta carcajada—. De hecho, eso no es verdad. Yo siempre he sido el más inteligente, es un hecho científico. También, mi verga es la más grande. Es importante que sepas eso.

Levanté mi cabeza para encontrar un hombre recargado contra la ventana, sus brazos y piernas cruzadas. Él es sólo una sombra bajo la luz de la luna hasta que se descruza y comienza a caminar hacia mí. Conforme él se mueve, las sombras lo hacen también y puedo distinguir sus características. Él es alto, sin embargo, no tan alto como R.M. Es musculoso, pero delgado. Está usando una camisa blanca de mangas cortas y pantalones caquis, con una corbata de moño anaranjada y tirantes negros. Sus brazos y manos están decoradas con tatuajes y su cabello arenoso está peinado hacia atrás con su frente descubierta, pero esa es la única cosa sobre su apariencia que esta remotamente desordenada. Su camisa está bien planchada y sus pantalones tienen un pliegue en cada pierna que corre recta por enfrente. Su cara es alargada con una nariz perfecta.

—¿Quién eres? —pregunto—. ¿Conoces a R.M? —el hombre llega a mi lado para sentarse en la camilla y ahí es cuando mi confuso cerebro comienza a reconocerlo, pero no puedo recordar cómo lo reconozco. Trató de levantarme de la camilla, pero cuando hago un movimiento para parame, me tambaleo. El hombre agarra mi brazo para estabilizarme y me sienta de nuevo.

—Por supuesto que conozco a ese cabrón. Él es uno de mis mejores amigos —dice él, como si yo ya debiera saber esto—. Eres jodidamente ardiente —dice él, mirándome de arriba abajo—. ¿Quieres que nos besemos?

—¿Ah? ¿Qué?

—Pero desde que R.M es mi amigo, sin lengua. Está bien, quizás un poco de lengua, pero sólo porque tú lo pediste. Sin embargo, pene no. Dibujo la línea ahí. Bueno, sólo sexo, pero sólo por cómo una hora o dos. ¿Suena bien?

—¿Qué? —pregunto, frotando mis sienes y tratando de aclarar mi mente así puedo obtener una compresión de qué exactamente está pasando aquí.

—Bueno, bueno, sólo hasta que ambos nos corramos. O sólo yo. O lo que sea. Las reglas del juego son importantes cuando se empieza una nueva relación. Vi eso en Oprah* y esa perra sabe su mierda. Si no sigues su club del libro, deberías.

—Otra vez, ¿quién eres? —pregunto mientras lo miro, finalmente registro como lo reconozco. De la foto en el apartamento de R.M. Él está diciendo la verdad. Él es amigo de R.M.

El amigo MUERTO de R.M.

—Soy JHope.

—Pero, tú estás... —comienzo, pero JHope me despide con la mano.

04. SIN ALMA ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora