CAPÍTULO 15

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—JIN—

Besar a R.M era como conseguir una probada de una droga que necesitaba para sobrevivir, una droga sin la cual no duraría mucho tiempo. Me volvería débil sin ella. Desesperado. Con una presión de sus labios en los míos fui de ser drogadicto en las calles a ser una estrella de rock, con el subidón de una droga que nunca planearía en renunciar en primer lugar.

R.M se movió de mis labios a mi mandíbula.

— Estás aquí, Jinnie —él murmuró cuando alcanzó mi oreja, sus labios cosquilleando en mi piel mientras él hablaba como si todavía no pudiera terminar de creérselo. Entonces lamió y chupó mi sensible piel detrás de mi oreja, pellizcándola con sus dientes. Jadeé. Él rió. Sentí todo profundamente en mi centro—. Y eres real. Todas las cosas que he esperado tanto para decir son inútiles putas frases perdidas en algún lado de mi mente porque la única cosa en la que puedo pensar justo ahora es en cuanto necesito estar dentro de ti otra vez. En cuanto necesito FOLLARTE —dijo R.M, lentamente enfatizando la palabra FOLLARTE. Sus palabras mandaron un calor de humedad entre mis piernas, mi cuerpo inconsciente de cualquier argumento interior — Esta puta ropa —dijo R.M. Estiró su mano de un jalón bajo completamente mi pantalón, adentrando su mano en mi ropa interior dejándola en mi culo.

Sus ojos se oscurecieron a un brillante negro. El aire alrededor de nosotros cambió, haciéndose más denso, más pesado, más cargado de energía.

Sacudí mi cabeza, tratando de recordar mi tren de pensamiento. Tratando de recordar por qué estaba tan enojado con la hermosa criatura que en ese momento sólo quería exactamente lo mismo que yo quería. ¿Así que por qué simplemente no dejaba ir esto y se lo daba?

— Puede que te ame, Kim NamJoon —dije sin respiración, usando su verdadero nombre por primera vez—. Pero no soy una puta persona fácil de convencer. Así que no tientes esa mierda otra vez. No seré capaz de tomarla. No seré capaz de...— R.M me cortó.

— Cállate.

Quería estar enojado. Quería arremeter contra él y darle el golpe verbal que había planeado en todo el viaje de regreso en la camioneta, pero que de alguna manera había olvidado. La última cosa que quería de su demanda de callarme era que me hiciera agarrarlo de su cabello y tirar de su cara entre mis piernas. Traté que el enojo se encaminara una última vez, cerrando mis ojos por un momento en un intento de liberar la bruma de lujuria que había tomado lugar. Golpeé mi pie en el suelo y respiré hondo y mantuve mis ojos cerrados

— No puedes simplemente decirme que...

—Cállate —R.M repitió otra vez.

Mis ojos se abrieron para encontrarlo mirándome, sus párpados pesados, su respiración errática. Sin pensarlo, estiré mi mano y corrí mi pulgar sobre la línea debajo de sus ojos y para mi sorpresa él cerró sus ojos y se inclinó a mi toque. Él agarró mi mano y llevó mi pulgar a su boca, brevemente chupando la punta.

Mi miembro se sacudió, suplicando por ser tocado.

—R.M —comencé otra vez, desesperado por decir mi parte.

—Fóllame —dijo R.M.

—¿Qué? —pregunté como si no lo hubiera escuchado, pero lo había hecho. Fuerte y claro. Mi cuerpo también, cada parte de mí imposiblemente excitada y adolorida por alivio de la tortuosa excitación que R.M había encendido. Mi centro se apretó y yo presioné mis labios juntos, tratando de no revelar cuan afectado estaba por él.

—Me escuchaste. Sé que lo hiciste —dijo R.M, lentamente, seductoramente. Él movió un mechón rebelde de cabello hacia un lado de mis ojos—. Pero en caso de que no, no me molesta decirlo otra vez —se inclinó más cerca, sus labios rozando contra los míos cuando dijo—, fóllame —otra vez.

04. SIN ALMA ||NAMJIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora