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Mystic Falls, 1001 d.C
—Es hermosa.— Comentó Henrik mirando hacia la luna llena mientras sus hermanos mayores se ponían a su lado.
—La más hermosa del año.— Afirmó Khaleesi sonriendo hacia el cielo, mientras mantenía una mano en la empuñadura de la espalda y la otra en el hombro de su hermano pequeño.
—No debes de decirle a nadie que hemos salido, ni que lo hacemos todos los meses.— Le indicó Klaus mirándole con seriedad.
—No voy a hacerlo, si me prometeis que podré ir con vosotros cuando hagáis estás escapadas.— Afirmó el menor de la familia sonriendo.
—Me parece un trato justo.— Comentó Khaleesi justamente cuando escuchaba varios gruñidos tras su espalda.
Los tres se tensaron y lentamente se giraron viendo frente a ellos a un gran grupo de lobos que les gruñía. Khaleesi comenzó a retroceder, mientras Henrik se aferraba con fuerza a su mano, pero antes de que los tres pudieran reaccionar los lobos corrieron hacia ellos, la rubia desenfundó su espada y rápidamente atacó a uno que iba directamente a por Klaus.
Los minutos se hicieron siglos para Khaleesi, en lo que únicamente se escuchaban los gruñidos y el sonido que hacía la espada al cortar la carne, los quejidos de todos y los alaridos de dolor. Pero de pronto un lobo saltó sobre ella y rápidamente intentó atacarla, Khaleesi luchaba con él pero su fuerza no era nada comparada con la del animal. Pero de pronto alguien se le quitó de encima, Khaleesi se puso de pies y recogió la espada que estaba a metros de ella, rápidamente atacó al mismo lobo que la había atacado y que ahora atacaba a Henrik.
—¡Henrik!— Khaleesi tiró la espada a un lado y se arrodilló al lado de su hermano mientras intentaba evitar que sus heridas siguieran sangrando.
—Leesi...— Murmuró Henrik agarrando la mano de su hermana mientras ella no paraba de llorar.
—Te pondrás bien, hermanito. Te pondrás bien, te lo prometo.— Dijo ella entre sollozos mientras Klaus se acercaba a ellos asustado. —¿Henrik?— Khaleesi miró a su hermano pequeño al ver que este se soltaba de su agarre. —No, no, no.— Negó mientras intentaba, en desesperación, salvarle, pero era demasiado tarde.
—Tranquila.— Consiguió decir Klaus haciendo que su hermana le abrazará mientras lloraba.
***
Khaleesi regresó a la realidad al notar como un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas y caían directamente sobre la espada que estaba sobre sus piernas, rápidamente se las limpió y miró si reflejo en el metal. Recordar la muerte de Henrik era, posiblemente, el recuerdo más doloroso y atormentador que podía perseguirla. Ya que ella se sentía culpable de ello.
