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—¿Jackson?— Preguntó Asher incrédulo.
—Sí, pero no puedo dejar que lo maten. Se lo que es ser diferente... Puede aprender a serlo.— Comentó con tranquilidad.
—No se como. No hay clases para Kanima. De todas formas investigaré y mantendré a Finn vigilado. Esa faceta suya de "hermano" no le pega nada. Me dan ganas de vomitar.— Respondió el vampiro haciendo reír a su amiga.
—Ten cuidado.— Murmuró mientras pensaba en lo que pasó cuando hizo la separación. Si realmente Enzo estaba con vida, ¿porque la dejó de aquella forma? ¿Porque huyó?
Khaleesi negó, alejando aquello de su mente. Enzo quedaba en el pasado, si había optado por dejarles era su problema, ella ya no se hacía responsable de lo que él hiciera o de lo que fuera capaz de hacer.
—¿Que pasa?— Preguntó Khaleesi descolgando su teléfono al mismo tiempo que guardaba los grimorios.
—¿Que pasó después de que atacarás al Kanima?— Preguntó Derek con curiosidad.
—¿Hablas de Lydia? Ah, espera que ella no era.— Comentó divertida mientras se sentaba en una silla.
—Leesi.— Dijo Derek con un tono de advertencia.
—Chris vació un cargador y no le hizo nada. Pero hubo un hecho... No le hizo nada a Gerard.— Afirmó con certeza.
—¿Crees que es el amo?— Preguntó incrédulo al mismo tiempo que la vampira alzaba la cabeza al darse cuenta de que había alguien más en casa.
—No me sorprendería en absoluto.— Comentó justamente cuando alguien la atacaba, lanzándola contra una pared.
—Creo que ha llegado la hora de una charla de madre a hija, ¿no crees, Khaleesi?— Dijo Esther poseyendo otro cuerpo, haciendo que Khaleesi la mirara de forma asesina.
***
—Esperar.— Dijo Finn deteniendo a Asher y a Derek. —Si quién ha atacado a mi hermana es mi madre no tenéis ni una sola oportunidad. Acabareis muertos solo por intervenir.— Afirmó el vampiro justamente cuando se escuchaba una especie de explosión.
Hecho que provocó que el vampiro y el hombre lobo ignorarán el consejo del Original y terminarán entrando. Observando como, Esther, absorbía el poder de su hija, lo que provocaba que Khaleesi mostrará unas ojeras y una piel mucho más pálida, como si de alguna forma la estuviera secando.
—La está matando.— Dijo sorprendido Asher justamente antes de que Derek la atacará rugiendola.
—Asher Emerson. Como no ibas a ser tú el que salvo a la bastarda de mi hija.— Comentó Esther ignorando la presencia de Derek.
