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Khaleesi miró hacia la pared, hasta que finalmente se levantó de su cama y se acercó a la ventana dispuesta a bajar las persianas. La luz la molestaba, el cuerpo la dolía y la culpabilidad seguía oprimiendo su pecho, pero el hambre y el dolor de cabeza habían cesado, lo que ella agradecía.
La Original regresó a su cama, pero justamente antes de hacerlo vio que tenía cientos de llamadas de sus hermanos y en igual cantidad mensajes, pero ella era incapaz de decir lo que había pasado, lo que había permitido que ocurriera. Solamente estaba escondida en su cama, horrorizada por haber permitido aquello, horrorizada de ser ella la causante de la muerte de dos de sus hermanos, y horrorizada de que el resto corriera su mismo destino.
***
—¿Asher, qué pasa?— Preguntó Aria justamente cuando Derek aparecía por la puerta del loft cargando varias cajas.
—La línea de Kol a muerto. Todos los vampiros que fueron convertidos por él o por vampiros que él convirtió, han muerto.— Explicó haciendo que Derek y Aria se mirasen preocupados.
—Y Leesi no responde a las llamadas ni a los mensajes. Así que, ¿podéis decirme qué le ha pasado a mi hermana? Porque como Mikael haya matado a ambos os juro que reduciré esa condenada ciudad a cenizas.— Advirtió Rebekah haciendo que los dos Hale se mirasen preocupados.
—Yo me encargo. Ve con Peter.— Dictó Derek marchándose.
El Alfa salió corriendo del loft, y se dirigió a la casa de la vampira. La noche anterior tanto él como el resto de hombres lobo habían percibido una gran cantidad de rabia, pero ninguno de ellos sabía de donde provenía, cada vez que intentaban seguir el rastro, este se intensificaba en otro lugar, lo que les hacía seguir falsas pistas por toda la ciudad. Y Derek se culpaba de no haber sido consciente de que toda aquella cantidad de rabia y de ira podía haber sido por una única persona. Khaleesi.
Al llegar a la casa de la vampira, Derek fue consciente de la sangre que había en la entrada, la cual estaba seca, pero no lo suficiente. Frunció el ceño mientras agudizaba sus sentidos, pero rápidamente se dió cuenta de que en el interior, la casa estaba insonorizada. Sin hacer mucha fuerza entró, encontrándose en la entrada la espada de la Original, la cual estaba llena de sangre. Al verla sus latidos comenzaron a acelerarse, sabía que Khaleesi jamás se separaría de aquella arma y el hecho de que estuviera llena de sangre solo confirmaba lo que parecía evidente.
—Leesi.— Derek pronunció el nombre de la vampira mientras subía las escaleras, pero Khaleesi no le respondió, no porque no quisiera sino porque se había quedado dormida tras haber estado llorando.
