Capítulo 120.

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Tn: Oh, Dios, Christopher. Sí. Sí. Por favor.—
Aprieto mis piernas alrededor de él y empujo y contra él. Gruñe. Agarro sus brazos y él flexiona sus caderas lentamente al principio, adentro y afuera.—Christopher, por favor. Más duro, no me romperé. —Gruñe y empieza a moverse, realmente moverse, golpeando dentro de mí una y otra vez. Oh, es celestial.
—Sí—jadeo, apretando mi agarre en él mientras empiezo a llegar... él gruñe,
penetrándome con renovada determinación.... Y estoy cerca. Oh, por favor. No te detengas.

Christopher: Vamos, Tn.—gruñe a través de sus dientes apretados, y exploto a su alrededor, mi orgasmo yendo arriba y arriba. Grito su nombre y Christopher se paraliza, gruñendo en voz alta, y llega al clímax dentro de mí.—Tn
—grita. Christopher yace a mi lado, su mano acariciando mi barriga, sus largos dedos separados a lo ancho.

Christopher: ¿Cómo está mi hija?

Tn: Está bailando.—Me río.

Christopher: ¿Bailando? ¡Oh, sí! Guau. Puedo sentirla.—Sonríe cuando Blip Dos salta dentro de mí.

Tn: Creo que ya le gusta el sexo. —Christopher frunce el ceño.

Christopher: ¿En serio?—dice secamente. Se mueve de modo que sus labios están contra mi bulto—. No habrá nada de eso hasta que tengas treinta, señorita. —Me río tontamente

Tn: Oh, Christopher, eres tan hipócrita.

Christopher: No, soy un padre ansioso.—
Me mira, su ceño fruncido traicionando su ansiedad.

Tn: Eres un padre maravilloso, como supe que lo serías.—Acaricio su adorable cara, y él me da una tímida sonrisa.

Christopher: Me gusta esto—murmura, frotando y luego besando mi barriga

Tn: Hay más de ti. —Hago un mohín.

Christopher: No me gusta más de mí.Es genial cuando te vienes.

Tn: ¡Christopher!

Christopher: Y estoy esperando con ansias saborear la leche materna de nuevo.

Tn: ¡Christopher! Eres un pervertido...—Desciende sobre mí de repente, besándome con fuerza, lanzando su pierna sobre la mía y agarrando mis manos de modo que están sobre mi cabeza.

Christopher: Amas el sexo pervertido—susurra, y roza su nariz con la mía. Sonrío, atrapada en su infecciosa y maliciosa sonrisa.

Tn: Sí, amo el sexo pervertido. Y te amo a ti. Mucho. —Me levanto de un salto, despierta por un alto chillido de deleite de mi hijo, y aunque no puedo verlo ni a él ni a Christopher, sonrío como una idiota alegremente.

Ted ha despertado de su siesta, y él y Christopher están jugueteando en las cercanías. Yazco calladamente, todavía maravillándome por la capacidad de Christopher para jugar. Su paciencia con Teddy es extraordinaria, mucho más que conmigo. Bufo. Pero entonces, es así como debería ser. Y mi hermoso niño, la manzana con los ojos de su madre y padre, no conoce el miedo. Christopher, por otro lado, todavía es demasiado sobre protector, o ambos. Mi dulce, volátil y controlador Diablo.

Christopher: Encontremos a mami. Está aquí en alguna parte del césped. —Ted dice algo que no escucho y Chris se ríe con libertad, felizmente. Es un sonido mágico, lleno de su alegría paternal. No puedo resistirme. Lucho por apoyarme en mis codos para espiarlos desde mi escondite en el largo césped. Christopher está balanceando a Ted por todos lados, haciéndolo chillar una vez más con deleite. Se detiene, lo lanza en el aire, dejo de respirar, luego lo atrapa. Ted se estremece con abandono infantil y yo exhalo un suspiro de alivio. Oh, mi hombrecito, mi querido hombrecito, siempre al ruedo.

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2021 ⏰

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Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora