Capítulo 14.

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Me miro horrorizada las marcas rojas que tengo por toda la piel alrededor de los pechos. ¡Chupetones! ¡Estoy llena de chupetones! me ha llenado el cuerpo de chupetones… ¿Cómo no me he dado cuenta de que me estaba dejando todas esas marcas? Me sonrojo. Sé perfectamente cómo en esos momentos el señor Orgásmico estaba desplegando sus increíbles habilidades sexuales conmigo,observo mi reflejo con la boca abierta. Tengo hematomas rojos alrededor de las muñecas por las esposas. Ya me avisó de que dejaban marcas. Examino mis tobillos; más hematomas. Joder, parece que haya sufrido un accidente. Sigo mirándome, intentando reconocerme. Mi cuerpo está tan diferente últimamente… Ha cambiado de forma sutil desde que lo conozco. Ahora estoy más delgada y en mejor forma (excepto por esas horribles marcas de mordiscos). Pero no quiero pensar en tratamientos de belleza ahora mismo. Estoy demasiado enfadada. ¿Cómo se atreve a marcarme así, como si fuera un adolescente? En el poco tiempo que llevamos juntos nunca me había hecho chupetones. Estoy horrible. No sé por qué me ha hecho esto. Maldito diablo. ¡Pues no pienso tolerarlo! Esta vez se ha pasado. Salgo pisando fuerte del baño y entro en el vestidor, evitando a propósito mirar en su dirección. Me quito la bata y me pongo una camisa de el que me cubre por debajo de las nalgas. Me suelto la trenza, tomo un cepillo del pelo del tocador y me peino para quitarme los nudos.

Christopher:_______ —me llama Chris y noto ansiedad en su voz—, ¿estás bien?

Lo ignoro. ¿Que si estoy bien? Pues no, no estoy bien. Con lo que me ha hecho, dudo que pueda ponerme un biquini durante lo que queda de luna de miel.
Pensar eso me enfurece. Pero ¿cómo se ha atrevido? Que si estoy bien… Me hierve la sangre. ¡Yo también sé
comportarme como una adolescente! Regreso al dormitorio, le tiro el cepillo del pelo, me giro y vuelvo a salir, no sin antes ver su expresión asombrada y su rápida reacción de levantar el brazo para protegerse la cabeza, lo que provoca que el cepillo rebote inútilmente contra su antebrazo y aterrice en la cama.
Salgo del camarote hecha una furia, subo por las escaleras y salgo a la cubierta. Necesito un poco de espacio para calmarme inspiro hondo despacio y empiezo a calmarme lentamente. Noto
su presencia detrás de mí antes de oírlo.

Christopher:Estás enfadada conmigo —susurra.

Tn:No me digas.--Digo sarcástica

Christopher:¿Muy enfadada?

Tn:Del uno al diez estoy un cincuenta. Muy apropiado, ¿verdad?

Christopher:Oh, tanto…? —Suena sorprendido e impresionado a la vez.

Tn:Sí ah punto de llegar a la violencia —le digo con los dientes apretados.

Se queda callado y yo me giro y lo miro con el ceño fruncido. Él me devuelve la mirada con los ojos muy abiertos y llenos de precaución,sé por su expresión y porque no ha hecho intento de tocarme que no está muy seguro del terreno que pisa.

Tn:Christopher, tienes que dejar de intentar controlarme. Ya dejaste claro cuál era el problema en la playa. Y de una forma muy eficaz, si no recuerdo mal. ---Se encoge de hombros.

Christopher:Bueno, así seguro que no te vuelves a quitar la parte de arriba del biquini —dice en voz baja e irascible.

¿Y eso justifica lo que me ha hecho? Lo miro fijamente.

Tn:No me gusta que me dejes marcas. No tantas, por lo menos.—le digo
con coraje.

Christopher:Y a mí no me gusta que te quites la ropa en público—gruñe.

Tn:Creo que eso ya había quedado claro —respondo con los dientes apretados—. ¡Mírame! —Me bajo el cuello de la camisa para que me vea la parte superior de los pechos.

Los ojos de Christopher no abandonan mi cara y su expresión es cautelosa y vacilante. No está acostumbrado a verme así de enfadada. ¿Es que no ve lo que ha hecho? ¿No ve lo ridículo que está siendo? Quiero gritarle, pero me contengo. Es mejor no presionarle demasiado, porque Dios sabe lo que haría. Al fin suspira y me tiende las manos con las palmas hacia arriba en un gesto resignado.

Christopher:Vale —dice en un tono apaciguador—. Lo entiendo.

¡Aleluya!

Tn:¡Bien!

Se pasa una mano por el pelo.

Christopher:Lo siento. Por favor, no te enfades conmigo. —Parece arrepentido… y ha utilizado las mismas palabras
que yo le dije a él en la playa.

Tn:A veces eres como un adolescente —le regaño, pero ya no hay enfado en mi voz y él se da cuenta.

Se acerca y alza lentamente la mano para colocarme el pelo detrás de la oreja.

Christopher:Lo sé —reconoce en voz baja—. Tengo mucho que aprender.

Tn:Los dos tenemos mucho que aprender. —Suspiro y yo también levanto la mano para ponérsela sobre el
corazón,cubre mi mano con la suya y sonríe

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BEBES,EH REGRESADOOOO❤
¿me extrañaron? Yo si las extrañe,extrañe escribirles😭 pero ya estoy aquí,espero que les guste el capítulo las amoooo❤❤❤❤

~Jadara~👑♡

Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora