Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)

Capítulo 34.

Christopher: No es suficiente.

Tn: ¿No es suficiente el que me haya casado contigo? —Mi voz es apenas un susurro. Él reacciona a lo que digo, registrando el horror en mi cara. ¿A dónde puedo ir desde aquí? ¿Qué más puedo hacer?

Christopher: No es eso a lo que me refiero —dice bruscamente y pasa una mano por su pelo demasiado largo y este cae sobre su frente.

Tn: ¿A qué te refieres entonces?

Christopher: Quiero que tu mundo empiece y termine conmigo —dice, su expresión vulnerable. Su comentario me desbarata totalmente. Es como si me hubiera golpeado duro en el estómago, dejándome sin aliento e hiriéndome. Y la visión que me viene a la mente es la de un niño pequeño, asustado, con cabello café y de ojos rojos.

Tn: Y así es —digo sin engañarlo, porque es la verdad—. Sólo estoy tratando de establecer una carrera y no quiero explotar tu nombre, tengo que hacer algo Christopher, no me puedo quedar encerrada en un departamento o en la nueva casa sin hacer nada por que enloqueceré, me asfixiaré. Siempre he trabajado y disfruto de esto. Éste es el trabajo de mis sueños es todo lo que alguna vez he querido pero hacer esto no significa que te ame menos. Tú eres mi mundo. —Mi garganta duele y las lágrimas pican en mis ojos pero no debo llorar no aquí. Lo repito una y otra vez en mi cabeza, no debo llorar no debo llorar, él me mira fijamente pero no dice nada. Después frunce el ceño como si estuviera considerando lo que he dicho.

Christopher: ¿Te asfixio? —Su voz es sombría, y es el eco de una pregunta que me ha hecho antes.

Tn: No... si... no. —Esta es una conversación tan exasperante, no es una que quiera tener ahora, aquí. Cierro mis ojos y masajeo mi frente, tratando de entender cómo llegamos a esto—. Mira, estábamos hablando de mi nombre y quiero mantener mi nombre aquí porque pone cierta distancia entre tú y yo... pero sólo aquí, eso es todo. Sabes que todo el mundo piensa que conseguí el trabajo por ti cuando la realidad es... —Me detengo, cuando sus ojos se agradan. Oh no... ¿es por él?

Christopher: ¿Quieres saber porqué conseguiste el trabajo, Tn?

¿Tn? Mierda.

Tn: ¿Qué? ¿A qué te refieres?

Él se remueve en la silla como si se estuviera armándose de valor. ¿Quiero saber?

Christopher: Los directivos te dieron el trabajo de Hyde para cuidarse. Ellos no querían el gasto de contratar una ejecutiva senior cuando la compañía estaba en plena venta. No tenían idea de que haría el nuevo dueño con eso una vez que pasara a ser de su propiedad, y sabiamente, no querían un despido caro. Así que te dieron el trabajo de Hyde para que lo mantuvieras hasta que el nuevo dueño —se detiene, y sus labios se tuercen en una sonrisa irónica— o sea yo, tomara el mando.

Tn: ¿Que estás diciendo? —Entonces fue por él ¡Mierda! Él sonríe y sacude su cabeza por mi preocupación.

Christopher: Relájate has superado el desafío, lo has hecho muy bien. —Hay la más pequeña señal de orgullo en su voz, y es casi mi perdición.

Tn: Oh —murmuro incoherentemente, tambaleándome por estas noticias. Me siento de vuelta en mi silla, boquiabierta, mirándolo. Él se remueve en su silla de nuevo.

Christopher: No quiero asfixiarte, amor. No quiero ponerte en una jaula de oro. Bueno... —Se detiene, su cara ensombreciéndose—. Bueno, mi parte racional no. —Él acaricia su barbilla pensativamente mientras su mente trama algún plan.Oh, ¿a dónde quiere llegar con esto? Christopher levanta la mirada repentinamente, como si hubiera tenido un momento eureka.

Christopher: Así que una de las razones del por qué estoy aquí, aparte de lidiar con mi esposa errante —dice él, entrecerrando sus ojos—, es para discutir qué voy a hacer con esta compañía.

¡Esposa errante! ¡No soy errante, no soy un activo! Le frunzo el ceño a Christopher de nuevo y la amenaza de lágrimas decae.

Tn: ¿Entonces cuáles son tus planes? —Inclino mi cabeza para un lado, imitándolo, y no puedo evitar mi tono sarcástico. Sus labios se retuercen con el indicio de una sonrisa. Caray, ¡cambia de humor, de nuevo! ¿Cómo es que alguna vez podré mantenerle el ritmo al Sr. Voluble?

Christopher: Voy a darle un nuevo nombre a la compañía, Y al cabo de un año, será tuya. — ¿Qué? Mi boca se abre una vez más, más abierta esta vez. —Es mi regalo de bodas para ti.

Cierro mi boca después la abro, tratando de articular algo, pero no hay nada. Mi mente esta en blanco

Christopher: ¿Entonces, necesito cambiar el nombre a Editorial _____? — Él está hablando en serio. Joder.

Tn: Christopher —susurro cuando mi cerebro finalmente se reconecta con mi boca—. Me diste un reloj... no puedo dirigir un negocio.

Se inclina su cabeza a un costado de nuevo y me da un ceño reprobatorio.

Christopher: Dirijo mi propio negocio desde que tenía veintiún años.

Tn: Pero tú eres... tú ya sabes. Aparte de controlador y un joven genio extraordinario. Caray Christopher, siendo el diablo aún así terminaste tus estudios digo al menos tienes una idea. Yo vendí pintura y abrazaderas plásticas por tres años en un trabajo a medio tiempo, por amor de Dios. He visto tan poco del mundo, ¡y no sé casi nada! —Mi voz se levanta, haciéndose más fuerte y alta, mientras completo mi discurso.

Christopher: También eres la persona más culta que conozco —contesta él con seriedad—. Amas un buen libro. No podías dejar de hacer tu trabajo mientras estábamos de luna de miel. ¿Cuántos manuscritos leíste? ¿Cuatro?

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¡CAPÍTULO NUEVO!❣️