Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)

Capítulo 17.

Tn: Compre esto. —Pongo el pie sobre la cama y le enseño la pulsera de tobillo.

Christopher: Muy bonita —dice.

Se acerca y toca las campanitas para que tintineen junto a mi tobillo, frunce el ceño y me roza con suavidad la marca roja, lo que hace que me cosquillee toda la pierna.

Tn: Y también esto. —Le doy la caja para intentar distraerlo.

Christopher: ¿Es para mí? —me pregunta sorprendido y asiento tímidamente. Toma la caja y la agita un poco, voltea a verme con una sonrisa infantil y deslumbrante y se sienta a mi lado en la cama. Se inclina, me toma la barbilla y
me da un beso—. Gracias —me dice con una felicidad tímida.

Tn:Pero si todavía no lo has abierto…

Christopher:Estoy seguro de que me encantará, sea lo que sea. —Me mira con los ojos brillantes—. No me hacen muchos regalos, ¿sabes?

Tn:Es difícil comprarte algo, porque ya lo tienes todo.

Christopher:Te tengo a ti.

Tn:Es verdad. —Le sonrío y el desenvuelve el regalo en cuestión de segundos.

Christopher:¿Una Nikon? —Me mira perplejo.

Tn:Sé que tienes una cámara digital pequeña, pero esta es para… eh… retratos y esas cosas, tiene dos
lentes. -- Digo y parpadea sin comprender. --- Encontré algunas fotos que les habías tomado a algunas de tus ex victimas... solo pensé que te gustaría tomarme fotos como a ellas.—Trago saliva y hago un esfuerzo por no pensar en las fotos que encontré en su armario, él contiene la respiración y abre mucho los ojos cuando comprende al fin. Sigo hablando de forma atropellada antes de que pierda toda la valentía.

Christopher: Para mí esas fotos eran como una póliza de seguros, Tn. He convertido a las mujeres en objetos
durante mucho tiempo ah cambió de sus almas. —Hace una pausa incómoda.

Tn:¿Y te parece que hacerme fotos es… convertirme en un objeto a mí también? —Me quedo sin aire y pálida cuando toda la sangre abandona mi cara, tomo la cámara y le tomo una foto.-- Bueno ahora tu deberías sentirte un objeto mi amor. --Le sonrió.

Christopher:¿Quieres sentirte oprimida? —susurra con una voz suave como la seda.

Tn:No. Oprimida no… —murmuro a la vez que le hago otra foto.

Christopher:Yo podría oprimirla muy bien, señora Vélez—me amenaza con voz ronca.

Tn:Sé que puedes, señor Vélez. Y lo haces con frecuencia. ---Su cara se pone triste. Mierda. Bajo la cámara y le miro.

—¿Qué pasa, Christopher? —Mi voz muestra frustración. No dice nada. ¡Arrrggg! Me saca de quicio. Me acerco la cámara al ojo otra vez. —Dímelo —insisto.

Christopher: No pasa nada —dice y de repente desaparece del visor. En un movimiento rápido y ágil tira la caja de la cámara al suelo del camarote, me agarra, me tumba sobre la cama y se sienta sobre mí con cuidado de no aplastarme.

Tn:¡Oye! —exclamo y le hago más fotos mientras me sonríe, agarra la cámara por la lente y la fotógrafa se convierte en la fotografiada cuando me apunta con la Nikon y presiona el botón del
obturador.

Christopher:¿Así que quiere que le haga fotos, señora Vélez? —me dice divertido.
De su cara no puedo ver más que
el pelo alborotado y la amplia sonrisa de su boca bien delineada—. Bien, pues para empezar, creo que deberías estar riéndote —continúa y me hace cosquillas sin piedad bajo las costillas, lo que hace que chille, me retuerza, me ría y le agarre la muñeca en un vano intento detenerlo. Su sonrisa se hace más amplia y vuelve a hacerme fotos.

Tn:¡No! ¡Para! —le grito.

Christopher:¿Es broma? —gruñe y deja la cámara a un lado para poder torturarme con ambas manos.

Tn:¡Christopher! —protesto sin dejar de reírme y de resoplar. Nunca me había hecho cosquillas antes. ¡Joder, basta! Muevo la cabeza de lado a lado e intento escapar de debajo de su cuerpo y apartarle las manos sin dejar de reír, pero es implacable. No deja de sonreír, disfrutando de mi tormento.

Tn:¡Christopher, para! —le suplico y se detiene de repente. Me coge las dos manos, me las sujeta a ambos lados de la cabeza y se inclina sobre mí. Estoy sin aliento, jadeando por la risa. Su respiración es tan agitada como la mía y me está mirando con… ¿qué?¿Asombro? ¿Amor? Dios, esa mirada…

Christopher:Eres. Tan. Hermosa —dice entre jadeos. Le miro a esa cara que tanto quiero hipnotizada por la intensidad de su mirada; es como si me estuviera viendo por primera vez. Se inclina más, cierra los ojos y me besa. Su respuesta despierta mi libido… Verlo así por mí… Oh, Dios mío… Me suelta las manos y enrosca los dedos en mi pelo,
manteniéndome donde estoy sin ejercer fuerza. Mi cuerpo se eleva y se llena de excitación en respuesta a su beso. Y de repente cambia la naturaleza del beso; ya no es dulce. Ahora se vuelve carnal, profundo, devorador… Su lengua me invade la boca, en un beso con un punto desesperado y necesitado. Mientras el deseo se va extendiendo por mi sangre, despertando a los músculos y los tendones a su paso, siento un escalofrío de alarma. Oh, Biablo, ¿qué pasa? Inspira bruscamente y gruñe. Besarlo es sinónimo de que tiene que pasar esto siempre, ¿Por que siempre terminamos asi con un beso?.Con este hombre es imposible e inevitable las ganas que me da.

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Capítulo nuevo👑 ¿Quieren maratón?