Christopher: Mierda —murmura. Él se inclina hacia atrás, levantando mis muslos, inclinándome hacia abajo sobre la cama a medida que tiro de él y aprieto con fuerza, pasando la mano arriba y abajo de él. Sintiendo una gota de humedad en su punta, la arremolino con mi dedo pulgar. Mientras él me baja hacia el colchón, mientras sus manos viajan por mi cuerpo, acariciando mis caderas, mi estómago, mis pechos. — Eres tan hermosa. —Hunde su cabeza más abajo en la base de mi garganta—. Esa piel tan hermosa. Su respiración es suave cuando sus labios se deslizan hacia abajo a mis pechos.
¿Qué? Estoy jadeando, confundida... queriendo, esperando. Pensé que esto iba a ser rápido.Tn: Christopher. —Escucho la súplica silenciosa en mi voz y lo busco, enterrando mis manos en su cabello.
Christopher: Silencio —susurra y rodea mi pezón con su lengua antes de ponerlo en su boca y tirar duro.
Tn: ¡Ah! —Gimo y me retuerzo, inclinando mi pelvis hasta tentarlo. Sonríe contra mi piel y vuelve su atención al otro seno.
Christopher: ¿Impaciente, Sra Vélez? —Entonces chupa duro en mi pezón. Tiro de su cabello. Él gime y se asoma hacia arriba—. Te voy amarrar —advierte.
Tn: Tómame —le ruego.
Christopher: Todo a su tiempo —murmura contra mi piel. Su mano se desplaza hacia abajo a una velocidad exasperantemente lenta hacia mi cadera mientras trabaja en mi pezón con su boca. Me quejo ruidosamente, mi respiración es corta y superficial, e intento una vez más seducirlo hacia mí, meciéndome contra él. Él está grueso, duro y tan cerca, pero se está tomando su propio tiempo de dulce recreación conmigo. Lucho y giro, decidida a alejarlo otra vez.
Christopher: Qué demo... — Agarrando mis manos, Christopher las clava en la cama, mis brazos abiertos, y descansa todo su peso en mí, sometiéndome completamente. Estoy sin aliento, salvaje.
Tn: Querías resistencia —le digo, jadeando. Él se alza encima de mí y mira hacia abajo, sus manos todavía cerradas en torno a mis muñecas. Pongo mis talones en contra de su trasero y empujo. Él no se mueve. ¡Agh!
Christopher: ¿No quieres jugar limpio? —pregunta asombrado, sus ojos encendidos con entusiasmo.
Tn: Sólo quiero que me hagas el amor, Christopher.— ¿Podría ser más obtuso? En primer lugar estamos luchando y combatiendo luego es todo tierno y dulce. Es confuso. Estoy en la cama con el Sr. Voluble. —Por favor. —Presiono mis talones contra su parte trasera una vez más. Ardientes ojos cafés buscan los míos. Oh, ¿en qué está pensando? Él se ve por un momento desconcertado y confundido. Libera mis manos y se sienta sobre sus talones, empujándome hacia su regazo.
Christopher: Está bien, Sra. Vélez, vamos a hacer esto a tu manera. —Él me levanta y lentamente me baja sobre él de modo que lo monto a horcajadas.
Tn: ¡Ah! —Esto es todo. Esto es lo que quiero. Esto es lo que necesito. Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, giro mis dedos entre su cabello, haciendo gala de la sensación de él dentro de mí. Comienzo a moverme. Tomando el control, llevándolo a mi ritmo, a mi velocidad. Él gime, sus labios encuentran los míos y estamos perdidos.
....Él está acostado de espaldas, quieto y en silencio a mi lado a medida que ambos recuperamos el aliento. Su mano danza rítmicamente por mi espalda.
Tn: Estás callado —susurro y beso su hombro. Él se vuelve y me mira con una expresión sin revelar nada— Eso fue divertido.
Christopher: Me confundes, Sra Vélez.
Tn: ¿Te confundo? — Cambia de posición de modo que estamos cara a cara.
Christopher: Sí. Tú. Teniendo la última palabra. Es... diferente.
Tn: ¿Un diferente bueno o un diferente malo? —Deslizo un dedo sobre sus labios. Su entrecejo se frunce, como si no terminara de entender la pregunta. Distraídamente, besa mi dedo.
Christopher: Diferente bueno —dice, pero no muy convencido.
Tn: ¿Nunca habías complacido esta pequeña fantasía antes? —Me sonrojo cuando lo digo. ¿Realmente quiero saber algo más acerca de la colorida... um, vida sexual caleidoscópica de mi marido antes de mi?
Christopher: No, Tn. Tú me puedes tocar. —Es una simple explicación que lo dice todo. Por supuesto, que el quince no podía.
Tn: La Sra. Maestra pudo tocarte —murmuro las palabras antes de que mi cerebro registre lo que he dicho. Mierda. ¿Por qué la mencioné?
No se mueve. Sus ojos se abren con su típica expresión de oh-y-aquí-va- con-esto.Christopher: Eso fue diferente —susurra.
De repente, quiero saber.Tn: ¿Diferente bueno o diferente malo?
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Ustedes deciden cuántos capítulos quieren en el maratón🌹
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Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)
Hayran KurguTn y Christopher deciden casarse,Christopher ah trabajado mucho y se ah convertido en un empresario millonario y muy codiciado por las mujeres debido a lo guapo que es. Nuevas personas llegan y personas que formaron parte del pasado también. ¿Lograr...