Mi esposo...el diablo. (Christopher Vélez y tú)

Capítulo 65. (1/5)

*Maratón para que no se me enojen, yo todo lo quiero arreglar con maratones pero chinguesu, helouuuuu ¿de 5 o 10?, compañeras con destino a la magia y la diversión tomen asiento por en este momento comenzamos, ahre bye*

Tn: Aveces simplemente me toma por sorpresa lo rico que eres.

Christopher: Somos.

Tn: Somos —murmuro cochemáticamente.

Christopher: No te estreses por eso, Tn, por favor. Es sólo una casa.

Tn: ¿Y qué hizo Gia aquí exactamente?

Christopher: ¿Gia? —Alza las cejas sorprendido.

Tn: Sí. ¿Ella remodeló este lugar?

Christopher: Lo hizo. Diseñó el estudio de abajo. Elliot lo construyó. —Pasa una mano por su cabello y me frunce el ceño—. ¿Por qué estamos hablando de Gia?

Tn: ¿Sabías que tuvo una aventura con Elliot —Christopher me mira por un momento, ojos cafés  ilegibles.

Christopher: Elliot se ha acostado con la mayoría de LA, Tn. —Jadeo. —En su mayoría mujeres, hasta donde tengo entendido —bromea. Creo que está divertido por mi expresión.

Tn: ¡No! — Christopher asiente.

Christopher: No es mi problema. —Levanta las manos.

Tn: No creo que Kate lo sepa.

Christopher: No estoy seguro de que él comparta esa información. Kate parece tener la suya propia. —Christopher inclina la cabeza, examinándome. — Esto no puede ser sólo por Gia o la promiscuidad de Elliot.

Tn: Lo sé. Lo lamento. Después de todo lo que ha sucedido esta semana, sólo... —Me encojo de hombros, sintiéndome llorosa de repente. Christopher parece hundirse con alivio. Tomándome en brazos, me abraza con fuerza, su nariz en mi cabello.

Christopher: Lo sé. También lo lamento. Relajémonos y disfrutemos, ¿de acuerdo? Puedes quedarte aquí y leer, ver la televisión, ir de compras, de caminata, incluso pescar. Lo que sea que quieras hacer. Y olvida lo que dije sobre Elliot. Fue indiscreto de mi parte.

Tn: De alguna manera explica por qué siempre se está burlando de ti — murmuro, acariciando su pecho con la nariz.

Christopher: En realidad no tiene idea de mi pasado. Te lo dije, mi familia asumió que yo era gay. Célibe, pero gay. — Suelto una risita y comienzo a relajarme en sus brazos.

Tn: Yo pensé que eras célibe. Qué equivocada estaba. — Lo envuelvo con los brazos, maravillándome ante la ridiculez de que Christopher fuera gay.

Christopher: Sra. Vélez, ¿se está burlando de mí?

Tn: Quizás un poco —consiento—. Sabes, lo que no entiendo es por qué tienes este lugar.

Christopher: ¿A qué te refieres? —Besa mi cabello.

Tn: Tienes el barco, lo cual entiendo, tienes ese lugar en Nueva York para los negocios pero, ¿por qué aquí? No es como si lo compartieras con alguien. —Christopher se queda quieto y silencioso por varios latidos.

Christopher: Estaba esperando por ti —dice suavemente, los ojos de un café rojiso y luminosos.

Tn: Eso... eso es algo muy bonito.

Christopher: Es cierto. No lo sabía en ese momento. — Me da su tímida sonrisa.

Tn: Me alegra que esperaras.

Christopher: Vale la pena esperar por usted, Sra. Vélez. —Inclina mi barbilla hacia arriba con su dedo, se inclina, y me besa tiernamente.

Tn: Por usted también. —Sonrío—. Aunque siento que hice trampa. No tuve que esperar en absoluto. —Él sonríe.

Christopher: ¿Tanto premio soy?

Tn: Christopher, eres la lotería del estado, la cura para el cáncer, y los tres deseos de la lámpara de Aladino todo en uno. — Él levanta una ceja.—¿Cuándo te darás cuenta de eso? —lo reto—. Eras un soltero muy codiciado. Y no me refiero a todo esto. —Hago un gesto desdeñoso con la mano hacia nuestro lujoso entorno—. Quiero decir aquí. —Pongo mi mano sobre su corazón, y sus ojos se agrandan. Mi seguro, sexy esposo ha desaparecido, y estoy frente a mi niño perdido—. Créeme, Christopher, por favor —susurro y sujeto su rostro, tirando de sus labios hacia los míos. Él gime, y no sé si es por lo que ha oído o si es su usual respuesta primitiva. Lo reclamo, mis labios moviéndose contra los suyos, mi lengua invadiendo su boca. Cuando ambos estamos sin aliento, él se aparta, mirándome dubitativo.

Tn: ¿Cuándo vas a entender que te amo? —pregunto, exasperada.

Christopher: Algún día —dice. Es un progreso. Sonrío y soy recompensada con una sonrisa tímida en respuesta. — Ven. Vamos a comer algo... los demás se estarán preguntando dónde estamos. Podemos discutir lo que todos queremos hacer.

Kathe: ¡Oh, no! —dice de repente Kate. Todas las miradas se vuelven hacia ella. — Miren —dice, señalando la ventana. Afuera, ha comenzado a llover a cántaros. Estamos sentados alrededor de la mesa de la cocina después de haber comido. Estoy repleta y un poco aturdida por el alcohol.

Elliot: Ahí va nuestra caminata —murmura Elliot, sonando vagamente aliviado. Kate le frunce el ceño. Definitivamente algo les sucede. Se han relajado con todos nosotros, pero no entre sí.

Paola: Podríamos ir a la ciudad —dice de repente. Ethan le sonríe.

Christopher: Clima perfecto para pescar —sugiere Chris.

Ethan: Iré a pescar —dice Ethan.

Paola: Dividámonos —aplaude—. Las chicas, de compras... los chicos, cosas aburridas al aire libre. — Echo un vistazo a Kate, quien observa a Paola indulgentemente. ¿Pescar o de compras? Por Dios, qué decisión.

Christopher: Tn, ¿qué quieres hacer? —pregunta Chris.

Tn: Lo que sea esta bien —miento. Kathe encuentra mi mirada y articula la palabra "de compras". Quizás quiera hablar. —Pero estoy más que feliz con ir de compras. —Le sonrío irónicamente a Kathe y a Paola Christopher sonríe. Sabe que odio ir de compras.

Christopher: Puedo quedarme aquí contigo, si quieres —murmura, y algo oscuro se despliega en mi vientre ante su tono.

Tn: No, ve a pescar —respondo. Christopher necesita tiempo de chicos.

Christopher: Suena como un plan —dice Kathe, levantándose de la mesa.

Christopher: Mauricio las acompañará —dice Christopher y es un hecho... no está abierto a discusión.

Kathe: No necesitamos niñera —contesta Kathe sin rodeos, directa como siempre.

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Cada que me meto a Watt me hacen la más feliz del mundo, ¡Las quiero chicas!❤️