-----✰✦✰----
PARTE 4 SENTIMIENTOS
----✰✦✰----
De nuevo estaba en el salón de menesteres, este se estaba volviendo un pequeño lugar para nosotros, cuando no estábamos investigando como repara el armario yo me ponía a dibujar y Draco bueno él nunca podía dejar el armario, estaba pensando en otras opciones, algo con un collar, la verdad no puse mucha atención, era viernes y bueno ya pasaban más de las 8 y Draco no aparecía hasta que escuché su voz y la de Pansy, me acerqué a la puerta.
-Nos vemos luego Draco.
-Adiós Parkinson.
Claramente se dieron un beso, me despegue de la puerta y me puse a guardar mis cosas.
-Hola, lo siento por llegar tarde.
-No hay problema- mas bien estaba aventando todo a mi bolsa.
-¿Ya te vas?
-Si, bueno estuve aquí desde que terminaron las clases y tu bueno,- pase a lado de él, "no lo digas" me repetí- estabas en tu hora feliz.
-¿Qué? ¿A qué te refieres?
-Olvídalo- abrí la puerta.
-No entiendo a que te refieres- cerro la puerta, estaba pegado a mi espalda, con la mano en la puerta.
-¿Que no entiendes? Que mientras tu estás acostándote con Pansy, yo estoy aquí siendo cómplice de matar a la persona que aunque no lo creas es la razón por la que estoy en Hogwarts, crecí admirándolo.
Me fui a mi dormitorio, estaba repasando algunos apuntes, cuando se me acerco Lorena Hastings una chica de mi clase.
-Hola Willow, me preguntaba ¿Me podrías prestar tu libro de pociones? Olvidé el mío en clase.
-Claro- tome mi mochila, me di cuenta que no estaba "demonios" debí de dejarlo en la sala de menesteres cuando me iba-, creo que yo también lo olvide, si me disculpas.
Salí, de mi sala común, hacia el salón, esperaba que no estuviera Draco, ya pasaban de las 11, de seguro no estaba.
Miré por si veía a Crabbe y a Goyle disfrazados pero no los vi, corrí hacia la sala, abrí la puerta y me dirigí a tomar mi libro, en eso salió Draco de detrás del armario.
-Vine, por mi libro, ya me voy- me di la vuelta.
-Emma, espera.
Me detuve y me le quedé viendo.
-¿Qué pasa?
-Bueno, no entiendo tu reacción de hace un momento.
-No hay nada que entender Malfoy, esta bien, ya me voy.
-Espera- se acerco, y cuando digo que se acerco, se acerco, di un paso atrás pero la mesa me lo impidió.
-¿Qué haces?- lo dije tan bajo, pues a 10 cm de mi rostro, me debe de escuchar a la perfección.
-Yo no lo hago- respondió en el mismo tono.
-¿Qué cosa?
-Lo de Parkinson y yo, no nos acostamos, de hecho no lo hago con nadie, solo dejo que los rumores vuelen por la escuela, pero créeme cuando te digo, que no... los primeros dos años ni si quiera pensaba en estar con alguien y en tercero bueno pensé que sentía algo por Parkinson pero creo que después me di cuenta que eso no iba por ahí.
-¿Por qué me dices todo esto Draco?
-Porque no quiero fingir contigo.
-No tienes...
Escuchamos como se caían libros, alguien venía, nos miramos alterados.
-Ven- Draco tomo mi mano y nos metimos al armario, que seguía sin funcionar, pero por si las dudas no lo cerro completamente.
-¿Dónde estaban, Crabbe y Goyle? No los vi- susurre, de nuevo la distancia entre nosotros era mínima.
-Luego dan vueltas, por los pasillos.
Nos quedamos en silencio, "quítate niña, se que aquí esta Draco" era Pansy.
-Deberías de salir- dije.
No dijo nada- Vainilla...- dijo, me confundí, creo que Draco, estaba oliendo mi cabello.
-¿De qué hablas?
-A eso hueles, cuando no te rodea el olor a cigarro.
Sonreí, ¿por qué? no lo sé me alejé un poco para poder verlo a los ojos.
-Menta, siempre hueles a menta, a esta distancia es más fuerte el olor.
El también sonrío y solo volteo su cara, me acerqué mas hacia la puerta, para ver si Pansy se había ido.
-Creo que ya se...- pero en ese momento, sentí las manos de Draco en mi cintura.
-Deja que vea- se acerco, a la puerta, sin quitar sus manos, si hubiera un espejo me vería como un tomate.
Me debatía, entre ya salir y quedarme toda la vida, en este armario, con sus manos alrededor mío, escuchamos como la puerta se cerraba.
-Creo que ya se fue.
-Si- entonces porque ninguno de los dos nos movíamos, sus ojos me cautivaron y con cada respiración, nuestros pechos se tocaban, una de sus manos, dejo mi cintura, dejando un vacío en ese espacio, se movió hacía un cabello suelto que tenía lo puso detrás de mi oreja, después me rozo el cuello, todas las partes de mi cuerpo sentían que algo se prendía.
-Draco- era la voz de Goyle- ya es tarde, vámonos.
Se rompió el hechizo, Draco salió.
-Si claro, ya voy.
Salí, tome mi libro y me fui por un motivo, no quería que Draco viera lo roja que estaba, demonios, solo me había tocado, por que me ponía así.
No pude dormir ese día, cada que cerraba los ojos, lo veía a él, sus manos sobre mí, nuestras respiraciones, me levanté temprano, fui a desayunar y me encontré con Theo, iba a darme la vuelta, pero me llamo, me senté a su lado.
-Theo, ¿Por qué tan temprano?
-Bueno, ya sabes que soy de los que madrugan.
-Si- sonreí a medias, empecé a servirme mi desayuno.
-Estos días no había podido acercarme a hablar contigo.
-Si, bueno hemos estado demasiado ocupados, con lo del EXTASIS.
-Si, aparte, después de tu carta no sabía si era lo que querías.
No dije nada, me limité a tomar jugo, la maldita carta diciéndole que ya no podíamos ser amigos, ni que podía venir a mi casa.
-Pero como sea, me alegro que estés bien, se ve que Malfoy, te hace feliz.
-¿Por qué lo dices?
-Bueno, ahora siempre estás con él... como cuando estabas conmigo.
-Theo, yo en serio lo lamento demasiado.
-No hay problema, ¿podemos seguir siendo amigos?
Bueno al menos puedo fingir que podemos ser amigos, porque cuando te enteres que soy mortifaga me odiaras.
-Claro- nos dimos un abrazo corto.
-Creo que deberías decirle a Malfoy.
-¿Por qué?
-Bueno acaba de salir de la cafetería empujando a esas niñas de segundo.
Gire mi cabeza hacia la salida, efectivamente, estaban unas niñas recogiendo sus libros, hoy será un día largo.
ESTÁS LEYENDO
Mortifagos || Draco Malfoy || Theodore Nott
RomanceEmma una chica de Ravenclaw que por su familia tiene que convertirse en mortifaga a lado de Draco Malfoy.