I

558 23 1
                                    

-----✰✦✰----
PARTE 1
MISIONES
----✰✦✰----

Aún no entendía bien porque estaba aquí, otro día menos, era lo que me repetía, antes de que él volviera yo tenía una vida normal, con amigos, estudio y familia en eso se basaba me vida, pero en un abrir y cerrar de ojos todo había cambiado, el que no debe ser nombrado regreso y mi padre que pertenecía a su escuadra tuvo que apoyarlo, él tampoco era el mismo, se le notaba que no deseaba estar ahí pero sus poderes como sanador lo tenían preso y lo mismo para mí, solo estamos él y yo no lo pienso dejar solo.

Así que aquí estoy enfrente de la casa de los Malfoy, esperando a mi compañero de aventura, Draco Malfoy, un chico de slytherin, nunca habíamos cruzado una sola palabra en los 5 años en Hogwarts pero aquí estamos.

-Llegas tarde, nos van a regañar- dije, cuando lo vi salir de su casa.

-Podrías apagar eso- señalo mi cigarro y dándome una menta-, ni siquiera tienes edad para fumar.

-No Malfoy, pero es lo único que hace que pueda olvidar los gritos de las personas, además porque siempre tienes que traer mentas.

Arroje mi cigarro y tome una de sus mentas, me encamine hacia nuestro destino, era la casa de otro ex-seguidor de Voldemort, teníamos que saber el motivo del porque no se había reunido con él y si no regresaba a sus filas habría problemas.

Llegamos a la casa y al primero que vimos fue a Amycus.

-Llegan tarde, para la otra, tal vez los convierta en un reloj.

-Hubo un problema con la información- dijo Malfoy.

-¿Qué dices?- Amycus se acerco a nosotros.

-Si, al parecer tiene familia, dos niños de 5 y 6 años- dije, entregándole, unas fotos donde se les veía juntos.

-Esto es fantástico- murmuro Amycus, tomando la fotografía y entrando a la casa, no sabía a que se refería y miré a Draco, pero por su cara él tampoco lo sabía.

-¿A qué te refieres?- perseguí a Amycus, hasta la casa.

-Podemos ocupar a los niños, no lo entiendes, ahora quítate de la entrada.

-No puedes hacer eso, son solo niños, no tienen la culpa de nada.

-Willow...- dijo tratando de calmarse- siempre pasa lo mismo con ustedes,  nunca entienden, siempre estorban.

Las cosas se empezaron a salir de control, acerco su asqueroso rostro al mío.

-No lo repetiré, otra vez, quítate.

Me le quede viendo, no pensaba moverme, pero Draco me tomo del brazo y me empujo hacia donde él estaba, Amycus entro a la casa.

-¿Cuál es tu problema?- le pregunte, soltándome.

-¿Cuál es mi problema, cuál es tu problema? Acaso no recuerdas lo que Amycus nos hizo la otra vez, todos los días que no podíamos pararnos por el maldito Crucius, no quiero volver a pasar por algo como eso.

Me puse enfrente de Draco- sobre mi cadaver, va a tocar a los niños.

-Estas loca- dijo y camino unos metros, vigilando que no viniera nadie.

Ya habían pasado unas horas cuando llego Alecto, genial pensé.

-Malfoy, el señor te quiere ver.

-¿A mi por qué?

-Son ordenes no preguntes.

-Yo también voy- dije.

-Tú no Willow, solo Malfoy- me lanzo una mirada amenazadora.

-No vas a decirme que hacer, no después de lo que paso la última vez en el entrenamiento- cinco días a la semana teníamos que enfrentarnos los unos contra los otros, la mayoría lo veía como un entrenamiento pero la verdad era que se acaba hasta que alguno de los dos estuviera herido de gravedad o muerto, me había tocado con Alecto, y siempre me ganaba hasta el día de ayer cuando le gané pero al mostrar clemencia me castigaron.

-Haz lo que quieras pero tendrás problemas, solo quiere a Malfoy.

Draco se giro a mí, la mayoría del tiempo no nos soportábamos pero sabíamos que sin el otro estábamos perdidos.

-Willow, iré yo solo.

-¿Qué? Malfoy no es...

-Está bien- dijo y se acerco a abrazarme, lo cual nunca hacía- te veo donde siempre a las 10.

Se alejo y vi como se iba con Alecto.

Después de unas horas, por fin el señor había aceptado a regresar a las filas de Voldemort, me fui directo a la casa de Draco, donde lo vería, teníamos un lugar secreto o fuera de maldiciones, así le decíamos estaba detrás de su casa, lo cubrían los arboles, ahí podíamos hacer de todo, dormir era lo que más nos gustaba.

Cuando llegué encendí un cigarrillo, y me acosté en una banca de madera que habíamos hecho un día, los días ya eran nublados, no había nada más solo niebla, cuando iba a sacar otro cigarro llego Malfoy, estaba más pálido de lo normal.

-Malfoy, ¿Qué paso?- lo observé tenía la mirada perdida- Malfoy.

Su mirada regreso y me vio- ¿Qué fue lo que te dijo?

-Yo...no...yo no puedo- fue lo único que dijo.

-¿Qué? ¿De qué hablas?- Me pare y me acerqué a él, tenía los ojos inyectados de sangre.

-No...lo que habíamos dicho que no ...

-Tienes que decirme que paso ahí, lo vamos a solucionar.

-Tengo que matar a alguien- me sorprendí y di dos pasos atrás- ¿Cómo lo piensas arreglar?

-¿Qué? ¿De dónde sacas eso?

-Fue lo que me dijeron, por mi padre, ya que el se equivoco.

Lo sabía, Draco se la pasaba horas viendo el periódico, la página donde habían capturado a su padre, luego lo visitaba pero después de esas visitas siempre estaba peor.

-¿Cuándo?- dije

-¿Qué?- Draco esta disperso.

-¿Cuándo lo tienes que hacer?

-No lo sé, a finales del curso creo.

-¿Que? ¿Es alguien de la escuela?- no entiendo lo que estaba diciendo, por qué esperar tanto tiempo cuando Voldemort no esperaba.

-No tienes ni idea.

-Malfoy dime de una vez quién es, a quién tienes que matar.

-Dumbledore...- susurro.

Me empecé a reír- Esta loco, como piensa que un niño va a matar al mejor mago.

Draco, me volteo a ver y lo vi en sus ojos, las lagrimas se le empezaron a juntar- CREES QUE NO LO SÉ, DESDE QUE ESTOY... NO DEJO DE DARLE VUELTAS, no quiero hacer esto, sería más fácil,...

Tomo mi mano, puso un cuchillo- Mátame, sería más fácil.

-Estas loco no pienso hacerlo- dije quitando de mi mano, su mano y el cuchillo.

-¿Qué voy hacer Willow?- las lagrimas ya caían, nos quedamos en silencio varios minutos.

-Inténtalo retrasar - dije- es lo mejor que puedes hacer hasta que decidas que vas hacer.

-Ya es tarde, mi madre me estará buscando, me voy.

Draco se dio la vuelta y empezó a caminar, en qué nos habíamos convertido, hace un mes, no teníamos que llevar el dolor que la marca significaba en nuestro brazo, corrí hasta él y lo abrace, con mi cara en su espalda le dije- tu no eres esto Draco, lo sé.

-Tu tampoco lo eres Emma.




Mortifagos || Draco Malfoy || Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora