Mortifagos || Draco Malfoy || Theodore Nott

XII

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PARTE 12 REGRESO

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Después de lo ocurrido en la casa de Draco, las vacaciones terminaron y regresamos a Hogwarts, las cosas no habían cambiado demasiado, no volví a saber nada de Draco ni de Voldemort, de echo esos últimos días fueron de tranquilidad pero hoy ya estaba de regreso en Hogwarts después de una promesa a su padre de que los dos estarían a salvo, partimos hacia Hogwarts.

-Hola Em- dijo Nott, que al parecer venía detrás de mí, no me había dado cuenta hasta que escuché su voz y ahora caminábamos uno a lado del otro-, ¿Cómo te la has pasado estas navidades? Algo interesante.

-No la verdad es que todo ha estado aburrido y ¿tú qué tal?

-Bueno me he quedado en Hogwarts, mi padre me dijo que no era seguro que me fuera.

Nott me abrió la puerta y pasamos al salón de encantamientos, después todo paso de manera, rápida, excepto las tareas, que aunque sea el primer día de clases, ya nos habían llenado con tareas hasta el cuello, me dirigí a la biblioteca pues la verdad es que no quería atrasarme en mis deberes mis calificaciones no eran las mejores en estos momentos lo que me provoca estrés y hacía que cada dos por tres me dieran ganas de llorar.

No me había dado cuenta de la hora que era, hasta que de repente, la sala se oscureció y solo quedábamos cinco y de repente solo quedábamos dos, por lo que empecé a recoger mis libros y acomodarlos en su lugar, en una de las estanterías de hasta el fondo me encontré a Draco, tenía un libro en sus manos.

-¿Qué haces aquí, Draco?

-La verdad estaba buscando información acerca del armario, creo que estoy empezando a tardarme...- la voz se le empezó a caer-, fue a mi casa el día de mi regreso y de nuevo me dijo que me estaba tardando.

No dije nada, solamente observé como su cara se contraía de dolor y de repente soltó el libro.

-Ya estoy cansado Emma, en serio, no puedo dormir...

Me acerqué a él y lo abracé no podía hacer nada más, nos quedamos así unos segundo, hasta que el se separo un poco lo suficiente, para quedarnos viendo a los ojos, pero no contaba que me empezará acariciar la mejilla con una de sus manos.

-Draco ¿qué...- buscaba con la mirada respuestas acerca de lo que estaba ocurriendo.

-Te voy a besar Emma- me sorprendió, hablábamos tan bajito lo suficiente para escucharnos entre nosotros- si no quieres que lo haga, aléjate.

Ni si quiera sabía bien que era lo que quería, mi cara estaba en llamas, todo mi cuerpo.

-5..-comenzo a decir-,4...3...2...

No me alejé y ocurrió el beso, noté como Draco metía suavemente su lengua en mi boca comenzando a acariciar la mía. Nos estábamos besando.

Estábamos inmersos en una nube en la que solo estaban los besos nos estábamos dando, que Draco empezó a subir la intensidad de los besos, dando mordiscos, pero de repente, escuchamos como empezaron apagar las luces y decían que ya iban a cerrar la biblioteca.

-Draco...-dije separando mis labios de los de él, pero Draco no se detenía.

-¿Qué?- decía mientras dejaba besos en mi cara.

-Ya deberíamos irnos.

Ahora si dejo de darme besos y nos separamos, recogí mis cosas y nos dirigimos a la salida, estábamos caminando en silencia, le di un vistazo a Draco que caminaba a lado mío y se veía todo desalineado, algo que era raro en él, tenía el cabello revuelto, sus labios hinchados, pensar en que había sido la culpable hizo que me sonrojara y tratará de peinar mi cabello pensando que el mío estaría igual, así llegamos al pasillo que dividía nuestros caminos.

-Bueno me voy- le dije, viéndolo por primera vez.

-Si, yo igual ya es tarde.

Empezamos a caminar cada uno por su lado, pero como un resorte nos dimos la vuelta y volvimos a besarnos, éramos un caso perdido, estábamos retomando los besos donde los dejamos, pero alguien nos podía ver.

-Draco...,alguien...nos puede ver- decía mientras él me besaba el cuello.

-Por aquí hay un baño.

Nos dirigimos al baño, que creo que era el de los prefectos pero no estaba segura, estábamos en los besos, cuando de repente, siento como de repente estaba sentada en los lavabos y Draco entre mis piernas, sus manos empezaban a meterse por debajo de mi blusa, cuando escuchamos un ruido afuera del baño, los dos nos detuvimos espantados.

-Salgan de ahí- era la voz del profesor Snape, estábamos en problemas, nos quedamos viendo, éramos un desastre, se daría cuenta en seguida de lo que estaba sucediendo.

-Hay que salir Draco- dije, tratando de acomodar mi uniforme.

-Hazlo tú primero, yo... necesito un segundo- no entendí a lo que se refería y le iba a reclamar el echo de que quisiera que me regañaran solo a mí, cuando de repente entendí y me puse más roja que un tomate y salí del baño.

-¿Por qué no me sorprende señorita Willow? aún así esperaba que no se dejará caer en las manos del joven Malfoy, 10 puntos menos para cada casa, puede irse, tengo cosas que hablar con el joven Malfoy.

Salí corriendo de ahí, estaba muy avergonzada con el profesor y por lo que estaba pasando con Draco, si no llegaba el profesor no se que hubiera pasado entre nosotros.