Capítulo XII: Fue solo un sueño

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— Así no, Ángel — dijo una mujer de cabello rojo. — Tienes que matarlo.

— ¿Por qué? — preguntó la niña de pelo negro. Miraba fijamente a la mujer que temblaba a sus pies, cubierta de sangre y heridas. Agonizaba y suplicaba por su vida, pero la niña se negaba a acabar con su sufrimiento o a dejarla en paz.

— Solo hazlo — la voz de la mujer era fría e inexpresiva. La niña sin dudar otra vez, se acercó a la mujer. Esta se intentó alejar, pero fue en vano. La niña se agachó enfrente de esta y la miró directamente a los ojos. La mirada de la niña no mostraba ni un atisbo de culpa, y parecía incapaz de sentirla.

— No entiendo por qué tengo que hacerte esto — murmuró la niña para la mujer asustada. Una leve sonrisa se asomó en los labios de la niña, y un brillo de esperanza apareció en los ojos de la mujer. Pero este no duró mucho, ya que desapareció en cuanto la niña posó la afilada hoja sobre el cuello de la mujer, y de un solo corte rebanó la garganta. La sangre fluía a mares y la mujer balbuceaba cosas sin sentido. En sus ojos se reflejaba claramente el dolor y la agonía, y la niña no despegó ni un segundo la mirada de esos ojos cafés que lentamente perdían vida. Miró la hoja del cuchillo y luego la pasó por…

El sudor mojaba mi frente y mi respiración era agitada. Miré alertada a todos lados, como si buscara algo. Todo estaba en penumbras y en silencio. Posé mi mano sobre mi pecho, a la altura de mi corazón. Este estaba acelerado, no parecía real. Sentí un nudo en la garganta e intenté tragarlo con dificultad.

Sentí las manos húmedas y entumecidas. Las posé sobre mi regazo y… no podía creer lo que mis ojos veían. Pasé las yemas de los dedos por la palma de mi mano, mirando el líquido espeso en ellas. Era de un color intenso y no estaba frío, más bien estaba tibio. Sentí como mi respiración se aceleraba aún más y pestañé repetidas veces, deseando que eso fuera un sueño. Volví a ver mis manos. Ahí seguían, pero ahora estaban limpias, empapadas en sudor, pero limpiar. ¿Qué fue eso?

Me recosté en la cama. El sudor aún cubría mi cuerpo, mi respiración era acelerada y mi corazón estaba desbocado. Levanté las manos y la coloqué enfrente de mi cara, siendo la única cosa en mi campo de visión. Seguían limpias, como si nada hubiese pasado… pero la sensación fue tan real. Como si la sangre de la mujer que aparecía en mi sueño estuviera en mis manos, empapándome con ese liquido viscoso y oscuro. Cerré mis ojos con fuerza, obligándome a mi misma a fundirme con la oscuridad. Pero únicamente con la oscuridad, así podría descansar en paz.

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— Jesy — dijo Zack, pero no respondí. — ¡Jesy! — golpeó mi brazo.

— ¿Qué? — pregunté despegar mi mirada del plato que tenía enfrente mío. No podía dejar de pensar en lo que había pasado esa noche. Aún tenía esa sensación en las manos de… sentí un toquecito en el hombro, voltee a ver. Era Zack, otra vez. — ¿Qué?

— Estas distante — entrecerró los ojos. — ¿Qué te sucede?

— Nada, es solo que estuve pensando — le resté importancia al caso. — ¿Pasó algo?

— Eh, si — sacudió la cabeza como si lo que iba a decirme anteriormente hubiese vuelto a su mente. — Derek te ha estado mirado — lo miré esperando que agregara algo realmente importante —, durante todo el almuerzo, y también en los pasillos, resesos, y cuando tuviera la oportunidad.

— Y… — seguí esperando a que agregara algo que valiera la pena escuchar o que al menos no supiera.

— ¿No crees que es raro? — enarcó ambas cejas.

— ¿Besar a un chico y después decirle que besa mal y que lo usaste, es un golpe muy bajo? — cambié el tema. Lo apunté con el tenedor y entrecerré los ojos dudosa — Es decir, si es un golpe bajo para un chico — aclaré al ver la confución en el rostro de él.

— Me perdí — negó con la cabeza.

— Te explico — me acomodé en mi lugar. — Antes de la carrera del otro día, besé a Derek como parte de un proyecto que tengo, y después le dije que besaba mal y que simplemente lo había usado — resumí.

— ¿Qué proyecto? — frunció las cejas y apoyó los codos sobre la mesa.

— Ya verás, camarada, ya verás — sonreí y luego miré sobre mi hombro, en dirección a Derek. Su mirada no se despegaba de mí. Patético, pensé. Le guiñé un ojo. Primero me miró confundido, pero luego una sonrisa se dibujó en sus labios. Me di la vuelta aguantando la risa y volví mi vista a mi plato.

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— ¡Jesica! — pusé cara de asco al escuchar mi nombre completo. Zack rió.

— Mi nombre completo da asco, es muy… — puse cara pensativa – exagerada – provocando otra risa de parte de Zack.  — Bueno, no sé — dije después de unos segundos. — ¿Qué pasa, Zackarie?

— Decime cual es “tu proyecto” — exigió plantándose en la mitad del estacionamiento. Rodé los ojos. Yo quería irme a casa, pero él me lo impedía.

— Mirá — dije y voltee en dirección a Derek. Estaba rodeado por un par de chicas que intentaban coquetearle, mientras que él les daba esperanza con sonrisas y halagos. Sonreí de lado y me acerqué decidida a donde él estaba. Las chicas voltearon a verme junto con Derek. Su sonrisa se ensanchó y yo me obligué a responderle con una sonrisa igual de seductora. Me acerqué aún más a él, y posé mi mano sobre su pecho. Acerqué mi boca a su oído, sonreí contra este.

— Que lastima que estes con ellas — mi voz sonaba provocativa y seductora. Mordí levemente el lóbulo de su oreja y luego me alejé de ahí para acercar mi boca a la suya. Uní nuestros labios en un corto pero profundo beso. Cuando me separé de él, noté que su mirada estaba totalmente confundida y llena de lujuria. Al alejarme de ahí, noté la mirada de odio de las chicas y sonreí victoriosa. Al llegar donde estaba Zack, él rodó los ojos y pasó su brazo sobre mis hombros.

— ¿“Tu proyecto” consiste en calentar a Derek? —preguntó divertido ante la situación. Caminamos en dirección a su auto – él me había traído hoy a la mañana – y al escuchar su pregunta solté una carcajada.

— Más o menos — apoyé mi cabeza en su hombro, sintiendo cada mirada en mi espalda.

— Eres única…

— Ya lo sé — interrupí.

— Y muy creída — ambos reímos y entramos en su auto.

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Yo sé que me odian *se tapa la cara con las manos* pero no me maten! Me necesitan para saber el final de la historia!! Enserio perdónenme, es que anduve ocupada y después me fui de vacaciones, y bueno, todo se juntó. 

Prometo subir un capítulo pronto, en serio!

Un Kiss, SamNovels
 

De ángel no tiene nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora